Antes de montar un nuevo PC deberemos de elegir los componentes más adecuados para la tarea que va a realizar nuestro equipo. Esta tarea es básica, dado que equivocarnos a la hora de comprar un componente que no nos vaya a facilitar nuestro empeño, suele acabar siendo un error bastante caro. Pero, incluso más importante que esto que acabamos de comentar, es el hecho que nuestro equipo debe de ser siempre, un equipo equilibrado.
¿Qué es un equipo equilibrado?
El concepto de «equipo equilibrado» hace referencia a otro concepto, que es el de los cuellos de botella que se pueden presentar en el equipo, en caso de no ser equilibrado.
Nos explicamos. En un PC los componentes siempre van a funcionar a la velocidad que les permita hacerlo el componente más lento que tengamos instalado. Por ejemplo, podemos tener un equipo con la tarjeta gráfica más potente del mundo, que si el procesador es uno de gama baja, la tarjeta no va a poder rendir todo lo que podría hacerlo. Esto se debe a que el procesador hace cuello de botella. La situación inversa también se suele producir con cierta frecuencia.
Otra situación típica es tener un sistema que requiere mucha potencia de la fuente de alimentación, pero con una fuente sin la necesaria potencia. En este caso, no solo estaríamos forzando la fuente de alimentación, sino que también lo estaríamos haciendo con el resto de componentes del sistema.
Por tanto, antes de comprar los componentes, deberemos de asegurarnos que los componentes son equilibrados. Es decir, que pertenecen todos ellos más o menos a la misma categoría. No a categorías dispares, como el ejemplo de la tarjeta gráfica y el procesador que hemos citado anteriormente.
Componentes adecuados según el uso del sistema
Como es normal, cada tipo de PC va a requerir una serie de componentes específicos que hará que se adapte mejor a la tarea a la que se va a destinar. En esta sección diseccionaremos los diferentes tipos de ordenadores, comentando qué componentes han de ser los más prevalentes en sus configuraciones.
Gaming PC
Para un ordenador que se va a destinar principalmente a jugar, el componente más importante va a ser la tarjeta gráfica. Por tanto, deberemos de elegir el resto de componentes en función del modelo de tarjeta gráfica que vayamos a emplear en el sistema. Pero también deberemos de tener en cuenta el tipo de juego que vamos a usar en el sistema. De nada sirve poner un procesador con pocos núcleos pero muy alta frecuencia, si los juegos que usamos requieren de muchos hilos de proceso de manera simultánea. Y viceversa, como es lógico.
El SSD es algo más marginal en su uso. Cierto es que podéis ponerle un SSD de 1 TB, ahora que ya están a unos precios bastante accesibles. Pero no tiene por qué ser un SSD NVMe, dado que la diferencia en la carga de los juegos o de los niveles va a ser de pocos segundos comparado con un SSD tradicional.
Edición de imagen
En este tipo de equipos, lo que prima es la cantidad de memoria RAM que le podamos poner al sistema. Si bien en un sistema para juegos el usuario puede funcionar perfectamente con 16 GB de RAM, en los equipos para edición de imagen, la cantidad recomendable es a partir de 32 GB. Y de ahí, hasta todo lo que sea capaz de soportar la placa base y el procesador. Especialmente si sois de los que trabajáis con imágenes con muy alta resolución, o con tandas de muchas imágenes a la vez.
Si, por el contrario, la función del equipo va a ser la edición de vídeo, lo que más os va a interesar va a ser un procesador con muchos hilos paralelos, que ayuden a la hora de renderizarlos.
Y, por supuesto, no podemos dejar de lado el tener discos duros con mucha capacidad. En este sentido, en este tipo de sistemas prima más la capacidad de almacenamiento que la rapidez de este. Más que nada porque seguramente vais a querer tener un RAID 1 para mantener un back up de los archivos con los que trabajéis.
Edición 3D
Si os dedicáis a hacer diseño en 3D, lo que más va a primar en vuestro sistema es el número de hilos que tenga el procesador. Pero también será muy importante la tarjeta gráfica que uséis en vuestro equipo. Al respecto de esto último, lo mejor es visitar la web del desarrollador del programa que vayáis a usar principalmente, dado que algunos programas son compatibles con modelos de tarjetas gráficas de NVIDIA, pero no tanto con las de AMD Radeon.
Productividad
Si la función principal del nuevo PC va a ser la productividad, no vais a necesitar un equipo con una tarjeta gráfica súper potente o ingentes cantidades de discos duros. En este caso, casi es mejor emplear un procesador que disponga de un IPC bastante elevado, dado que es lo que más prima con este tipo de programas. Aunque, si necesitáis tener abiertos varios programas de manera simultánea, no sería una mala opción tener un procesador con más de cuatro hilos, para mover cada programa de manera suave.