Uno de esos componentes que siempre queremos tener bajo control es nuestra tarjeta gráfica. Muchos temen sobrecalentamientos, bajadas de rendimiento del boost por la temperatura o simplemente quieren tener un log de todas sus características y sensores. Para ello hoy os traemos un tutorial sobre uno de los programas estrella para tal fin, GPU-Z. Pero, ¿qué es y para que sirve?
GPU-Z un software de lo más completo
Lo primero que tenemos que tener en mente es que GPU-Z es un software desarrollado por Techpowerup para conocer y monitorizar distintos parámetros de cualquier tarjeta gráfica en el mercado. Posiblemente sea el software que esté más actualizado del mundo en cuanto a base de datos y reconocimiento se refiere, ya que no para de ser actualizado ante cualquier movimiento de los tres grandes fabricantes: NVIDIA, AMD e Intel.
Entre sus principales características encontramos:
- Admite dispositivos de gráficos NVIDIA, AMD (incluida ATI) e Intel
- Muestra adaptador, GPU e información.
- Muestra overclock, clocks predeterminados y clocks 3D (si están disponibles)
- Incluye una prueba de carga de GPU para verificar la configuración de velocidad del PCI-Express
- Incluye validación de resultados.
- Puede crear una copia de seguridad de la BIOS de nuestra GPU.
- No requiere instalación, aunque el instalador opcional está disponible
- Tiene compatibilidad con Windows XP / Vista / Windows 7 / Windows 8 / Windows 10 (tanto en versiones de 32 y 64 bits)
Antes de ponernos manos a la obra con el tutorial sobre este magnífico programa, lo primero que necesitamos es descargarlo. Para ello nos dirigiremos a su web oficial para su descarga desde este enlace, donde podremos descargar la versión original u otra con un skin de Asus ROG.
Una vez descargado, tendremos un único archivo que de inicio al ejecutarlo nos preguntará si queremos instalar GPU-Z como un programa corriente o si por lo contrario queremos que sea un simple ejecutable como ha sido durante años.
Desde Hardzone os recomendamos la opción de elegir ser un ejecutable, ya que por poco que escriba en el registro o cree carpetas es algo que nos podemos ahorrar y que de igual manera va a funcionar perfectamente.
Una vez acabado esto y abierto, el aspecto que tendrá será este:
Tarjeta gráfica
Siendo esta su pestaña principal, podemos ver muchísimos detalles de nuestra tarjeta gráfica, como pueden ser: versión del driver instalado, certificación, tipo de memoria, bus, tamaño de la misma etc …
En este apartado lo realmente interesante y útil son las frecuencias, tanto de la GPU como de la VRAM, y sobre todo la versión de BIOS con posibilidad de hacer copia a la misma o backup.
Para ello tendríamos que pulsar en el icono que hay a la derecha de la versión de la BIOS y a la izquierda de la casilla de UEFI, aunque si es cierto que esta opción no es compatible con todas las GPU del mercado, sobre todo con las versiones de portátil soldadas en placa.
Otra opción poco conocida es el pequeño benchmark que GPU-Z trae para poder comprobar la velocidad del PCIe bajo estrés y que se accede pinchando en la pequeña interrogación que figura al lado del llamado Bus Interface:


Aquí se aprecia la diferencia de velocidad entre estar en idle y estar en full, así podremos ver si todo va como corresponde. En GPU de portátiles puede ser algo más confuso debido al uso de ciertos buses compartidos y que en muchas ocasiones no pueden ser parados o desviados a conveniencia mediante la BIOS.
Sensores
En la pestaña sensores podremos ver todos los parámetros en tiempo real de nuestra GPU e incluso, desde hace pocas versiones, la temperatura de la CPU global está disponible. Tenemos datos tan interesantes como el voltaje de la GPU, la memoria usada del sistema, la carga del controlador de memoria o la del bus PCIe.
Si pinchamos en los valores de cada parámetro, podremos seleccionar tres opciones para cada uno de ellos, mínimo, máximo y average (promedio), así podremos tener un control más exhaustivo de cualquier valor.
Abajo a la izquierda tenemos la casilla de verificación para hacer un log, donde todos los valores se registrarán en un archivo .txt por si necesitamos pasarlo a excel para comparar cualquier anomalía o problema. Normalmente es una opción poco conocida pero que es tremendamente útil.
Avanzado
En la penúltima pestaña tendremos información muy relevante de aspectos clave, no solo de nuestra GPU, sino de las API más conocidas dentro del mundo gaming.
Así, tendremos varias opciones dentro del menú desplegable: general, NVIDIA o AMD BIOS, ASIC Quality, WDDM, DXVA, DX9, DX10, DX11, DX12, OpenCL, CUDA y Vulkan.
Como es evidente, en algunas tarjetas aparecerán ciertos datos y en otras otros distintos, pero los que normalmente coincidirán serán las APIs, ya que por norma cualquier GPU actual tiene soporte para todas y en la misma cantidad de Tiers.
Si nuestra GPU es antigua sí sería interesante mirar apartados como ASIC Quality, donde un mayor porcentaje puede indicar una mejor tarjeta para overclock, o DX12 donde podremos ver hasta que Tier soporta nuestra GPU o que tecnologías es capaz de trabajar o representar.
Validación
Por último, tenemos la pestaña validación, que nos permitirá subir una captura de nuestros datos, validando con ello que son reales. Esto es muy útil cuando realizamos un overclock difícil de creer o algún parámetro es extremadamente raro y tenemos que dar fe de ello, algo que una captura puede manipular.