La utilización de robots para cubrir puestos de trabajo está avanzando a pasos agigantados, y en un país como Japón, con una demografía en detrimento, el fenómeno se ha convertido en algo casi necesario fuera de todo debate posible. No es un país en el que los robots vayan a quitar puestos de trabajo de humanos, es que tienen tan pocas personas en edad de trabajar que tienen muchas vacantes que no pueden cubrir, por lo que muchas grandes empresas han comenzado a invertir en el uso de robots para éstas.
Según un reportaje publicado por Reuters, las grandes e incluso medianas empresas del país nipón (aquellas con capital de entre los 878,301 y 8,78 millones de dólares, matizan) planean incrementar su capital de inversión hasta en un 17,5% para el nuevo año fiscal con la intención de adquirir robots que permitan cubrir los puestos de trabajo para los que no han podido encontrar humanos cualificados.
Según Seiichiro Inoue, director de la oficina de política industrial en el Ministerior de Economía, Comercio e Industria de Japón, la justificación es evidente: las compañías tienen escasez de trabajadores cualificados para los diferentes puestos, y hay muchos de ellos que pueden ser realizados por robots autónomos sin el menor inconveniente. Ya sabéis que Japón es un país que actualmente atraviesa problemas demográficos, y cada vez tienen menos personas en edad de trabajar (y, todo sea dicho, son reacios a “importar” trabajadores extranjeros).
Grandes empresas japonesas, orientadas a cadenas de producción principalmente (Kawasaki, Honda, MJI, etc.) ya han invertido grandes cantidades de dinero en robots para sus cadenas de producción, y si consideramos que el 90% de las empresas en el país están siendo afectadas por ésta falta de personal es de esperar que a la lista se sumen muchas más dentro de poco.
Los problemas demográficos de Japón
La población en edad de trabajar del país nipón lleva en detrimento desde hace 22 años (en el año 1995 tenían su máximo histórico con unos 87 millones de trabajadores potenciales) y la previsión es bastante devastadora: se prevé que en éste 2017 la cifra sea de unos 76 millones de personas, pero para 2065 se prevé que tan solo tengan unos 45 millones.
Hay muchísimos motivos por los que se está dando ésta situación: desde que los ancianos cada vez viven más tiempo hasta la pérdida de interés por tener hijos debido a la alta ocupación de las personas: están, en muchos casos, tan absorbidos por su trabajo que no tienen ni tiempo de tener una pareja, menos aún una familia.
Ya veremos en qué queda la cosa pero desde luego no pinta bien, al menos para los humanos. Quizás Japón debería de dejarse de robots (o al menos complementarll) y plantearse un llamamiento a trabajadores extranjeros cualificados, que hay muchísimos por todo el mundo que estarían encantados.