Son muchísimos los rumores que están circulando por la red sobre la próxima generación de equipos Mac de Apple, especialmente sobre los Mac Pro y MacBook Pro, que llevan ya bastante tiempo sin ser actualizados. En éste artículo no vamos a hablar de rumores, sino que vamos a realizar una valoración personal para intentar buscar los porqués de que Apple esté tardando tanto tiempo en actualizar.
Antes de nada vamos a ponernos en antecedentes. La última generación de Mac Pro fue lanzada en el año 2013, mientras que los últimos MacBook Pro datan de principios del año pasado (concretamente, los modelos de 13 pulgadas se lanzaron en Marzo, y los de 15 pulgadas en Mayo de 2015). Puede no ser mucho tiempo para los MacBook Pro si no fuera porque todavía están estancados en la cuarta generación de procesadores de Intel, cuando la sexta ya lleva tiempo en el mercado y se ha comenzado a hablar de la séptima. ¿A qué espera Apple para actualizar?
Es bien sabido que a los de Cupertino no les van las prisas. Prácticamente siempre que lanzan un nuevo producto ya tiene hardware antiguo, de anterior generación, o de generación actual que ya lleva mucho tiempo en el mercado. Por lo tanto, con respecto a los próximos MacBook Pro la cosa es normal. Esperamos que éste mismo año lancen nuevos modelos ya equipados con procesadores Intel Skylake-S y memoria RAM DDR4, y es que si no lo hicieran su nivel de ventas podría hundirse en picado.
¿Qué necesitan los próximos MacBook Pro para triunfar? Bajo nuestro punto de vista lo que ya hemos dicho: procesadores Skylake-S y memoria DDR4, además claro de continuar con sus excelentes paneles y SSDs PCI-Express de alta velocidad. Los MacBook Pro necesitan que Apple no haga con ellos la misma política que con los MacBook: que mantengan o mejoren su conectividad, y que no obliguen al usuario a comprar más y más accesorios solo para poder tener lo mismo que tenían antes. Que se dejen de pantallas OLED y otras cosas innecesarias: el usuario necesita potencia y conectividad. De lo contrario se compraría un tablet y no un portátil.
En cuanto a los Mac Pro la cosa está más complicada. Por lo que parecía en primera instancia, Apple estaba esperando a que salieran al mercado gráficas más potentes y nuevos SSDs, pero hace tiempo que esto ya sucedió y llevamos tres años a la espera. ¿Cuál es el mayor de los problemas? Que Apple metió su Mac Pro, diseñado para usuarios profesionales, en una carcasa que en términos de eficiencia y refrigeración es una maravilla de la ingeniería, pero en términos prácticos está enormemente limitada.
¿Por qué decimos eso? Para empezar, se eliminó la posibilidad de instalar tarjetas PCI-Express (y eso para los profesionales de audio es terrible pues les obliga a comprar carcasas externas por thunderbolt), y se encareció mucho en cuanto a precio por el hecho de llevar de serie dos gráficas profesionales de AMD, que para profesionales de la imagen son geniales, pero de nuevo para los profesionales del sonido no tienen utilidad alguna. Todo esto combinado produjo que el nivel de ventas de los Mac Pro se fuera a pique, y más porque, repetimos, el hardware es de 2013.
Somos conscientes de que esto no va a suceder, pues Apple mantendrá ese formato cilíndrico en el Mac Pro, pero lo que deberían de hacer para que éste volviera a tener un buen nivel de ventas sería dotarle de la versatilidad que tenía antes, y por supuesto actualizar su hardware a la última generación. Y sinceramente, no debería esperar mucho para hacerlo si quieren llevarse el gato al agua, pues ésta tardanza ha provocado que muchos profesionales hayan optado por pasarse a sistemas Windows para su trabajo.