Aunque las compañías no publiquen fotos del interior de sus componentes electrónicos de manera habitual (por motivos bastante obvios), la gente de Chipworks (y gracias a los chicos de WCCFTech hemos podido acceder a su informe) ha pasado por los Rayos X los tres últimos núcleos Radeon de las tarjetas gráficas de AMD, con un especial énfasis en el interior de las más modernas Fury XT y su peculiar memoria apilada HBM y cómo se interconectan entre sí los módulos de memoria para que logren ocupar un espacio mínimo sobre la placa base.
A nadie le gusta que le copien sus diseños, y en el mundo de hoy en día eso está a la orden del día. Por ese motivo, los fabricantes no suelen mostrar el interior de sus procesadores, ya sean estos gráficos o de uso general. Sin embargo, la gente de Chipworks ha decido pasar por la máquina de Rayos X los tres últimos núcleos gráficos Radeon de AMD, Tahiti, Tonga y Fiji, así como la innovadora memoria gráfica HBM que incorporan los núcleos Fiji.
Recordemos que el núcleo Tahití es el primero que AMD Radeon comercializó con el nodo de fabricación de 28 nm y corresponde a las tarjetas gráficas Radeon HD 7970 y Radeon HD 7970; Tonga es una versión refinada de Tahití y salió por primera vez al mercado con las Radeon R9 285 mientras que Fiji es, como todos sabéis, el último núcleo gráfico de AMD (y, con algo de suerte, el último fabricado en este nodo de 28 nm).
Nos podemos hacer un poco mejor a la idea de la diferencia de tamaños entre núcleos si vemos la siguiente imagen:
Salta a la vista lo masivamente grande que es el nuevo núcleo Fiji comparado con el anterior Tonga. Pero también queda a las claras que uno de los controladores de memoria del núcleo Fiji de 1024 bits ocupa tan solo un poco más que uno de los controladores de memoria tradicional de 64 bits del núcleo Tonga. Y para conectarse entre los diferentes chips de memoria se emplean varillas verticales que actúan como guías a la hora de colocarlos unos encima de otros y como vías de datos que luego se conectarán a la capa mediadora que permitirá que se comuniquen con el núcleo gráfico.
No puedo menos que quitarme el sombrero ante la cantidad de recursos e ingenio que han dedicado desde AMD Radeon y Hynix para desarrollar este nuevo estándar de conexionado de memoria gráfica que, estoy más que seguro, se va a convertir en el estándar de facto de conexionado de memoria para tarjetas gráficas dado que elimina el cuello de botella que ya comenzaba a aparecer con la RAM GDDR5.