Qualcomm, fabricante que posee un amplísimo catálogo de patentes referentes a SoC ARM, ha presentado su primer procesador de escritorio, en principio para el entorno empresarial de servidores. Este procesador de 24 núcleos físicos ARM de 64 bits se presenta con conectores LGA (land-grid array) en lugar de ir soldado como todos los procesadores que hasta ahora tenía Qualcomm.
Según Qualcomm, ahora es el momento idóneo para que los procesadores ARM tomen el relevo de las infrastructuras x86 para computación, pues gracias a éstos se pueden crear micro-servidores mucho más eficientes energéticamente, baratos, con menores requerimientos de refrigeración y con prácticamente la misma capacidad de cómputo. Además, como una gran parte de los distribuidores de sistemas Linux y FreeBSD tienen versiones de sus sistemas operativos para la arquitectura ARM de 64 bits no habrá problemas a la hora de migrar versiones.
Por el momento Qualcomm no ha mostrado mas que un prototipo de procesador LGA de 24 núcleos físicos y arquitectura ARM de 64 bits, pero según ha dicho Anand Chandrasekhar, vicepresidente de la compañía, cuando llegue el momento de que Qualcomm lance sus procesadores al mercado lo harán con, palabras textuales, “muchísimos más núcleos físicos de proceso”.
Como prueba de esta afirmación, Qualcomm ha mostrado tres servidores en formato Blade que montan estos chips, funcionando con Linux e hypervisor, y haciendo streaming de vídeo HD directo a un PC utilizando LAMP Stack (Linux, Apache, MySQL y PHP) creado con OpenStack. En principio incluso se han atrevido a afirmar que el objetivo de Qualcomm son las grandes compañías como Google y Facebook, compañías que podrían adquirir cientos de miles de estos procesadores cada año para poder suplir las necesidades de cómputo de las compañías y, por lo tanto, les importa mucho el espacio que ocupan, el calor que generan y la energía que consumen sus servidores.
¿Y para el usuario final?
Es de obligado cumplimiento el preguntarse si ahora que Qualcomm tiene procesadores ARM para servidores, se plantearán el entrar en el mercado de consumo para usuarios finales con procesadores de escritorio de esta arquitectura.
Sin duda el primer paso ya lo han dado, pero a nuestro entender tienen una barrera que ahora mismo es casi imposible de superar: el sistema operativo. Hoy en día la mayoría de sistemas operativos y aplicaciones están diseñadas para sistemas x86 / AMD64, y difícilmente van a cambiar de arquitectura a no ser que vean un mercado potencial muy amplio. Esto reduce enormemente las posibilidades de Qualcomm al respecto, pues solo distribuciones de Linux son compatibles con la arquitectura ARM, y a día de hoy esto deja un nicho de mercado demasiado reducido como para ser rentable una producción en masa.