Los resultados de un análisis sobre el impacto medioambiental en la sexta generación de APUs de AMD (Carrizo) muestran que éstos nuevos procesadores contribuyen a generar un 50% menos de gases de efecto invernadero que la generación anterior de APUs de AMD. No es que el procesador tenga un tubo de escape por el que suelte CO2 contaminando el ambiente, sino que éste estudio se refiere al impacto general refiriéndose a la energía que consumen.
Así lo muestra el estudio realizado por expertos del Instituto Mundial de Recursos (WRI) basándose en su ampliamente aceptado protocolo GHGP (Greenhouse Gas Protocol, protocolo sobre gases de efecto invernadero). Es un concepto un poco raro así que vamos a intentar explicarlo de manera clara, breve y concisa: básicamente el estudio nos viene a decir que como la actual generación de APUs de AMD gasta menos energía, en conjunto con las placas base a y el resto del equipo, lo que contribuye a emitir un 50% menos de gases de efecto invernadero en comparación con la generación anterior.
Poniendo un ejemplo absurdo: imaginad un empresario con una empresa gigante en la que utiliza 100.000 equipos dotados de la quinta generación de APUs de AMD, y decide que quiere actualizar a Carrizo, la sexta generación. Además de llenar a base de bien las arcas de AMD comprando 100.000 APUs de una tacada, se ahorraría aproximadamente 4.9 millones de KWh en electricidad, ahorrando unos 450.000 euros de coste en tres años y emitiendo 3.350 toneladas métricas de CO2 menos al ambiente en este mismo periodo, el equivalente a 461 hogares medios.
El año pasado AMD anunció su ambicioso proyecto de mejorar la eficiencia de sus APUs en 25 veces el valor de aquel entonces para 2020. Si quieren cumplir ese objetivo, requerirán muchos cambios en el diseño de sus productos, así como el uso de nuevas tecnologías energéticas para mejorar la eficiencia a un valor tan elevado y en tan poco tiempo. De conseguirlo, ésto significaría que en 2020 un equipo normal podría realizar una tarea en una quinta parte del tiempo de lo que lo hacía el año pasado, mientras que consumiría en torno a una quinta parte de su energía (recordad que la eficiencia no solo significa que consuma menos, sino que la relación de rendimiento / consumo es mejor, así que en el caso del ejemplo 5×5=25). Si traducimos ésta analogía a los coches tendríamos que un coche de 100 CV que puede recorrer 30 km por litro de gasolina consumido se convertiría en un coche de 500 CV capaz de recorrer 150 km con un litro, y en un tiempo de solo seis años.
Veremos en qué queda esto, pero de momento AMD va por un muy bien camino a la hora de llegar a conseguir cumplir el objetivo que se marcaron. En cuanto al análisis de la emisión de gases invernadero, podéis leerlo aquí.