Volvemos a la carga con la nueva serie de artículos para mostraros una serie de configuraciones de PC que bajo nuestro criterio son ideales para según qué propósitos. Después de mostraros el HardZone Basic Rig, hoy le llega el turno al HardZone Gaming Rig, un equipo orientado a poder jugar a cualquier título en Full HD y 60 FPS y del que vamos a publicar dos opciones (AMD e Intel). Hoy comenzamos con la opción AMD.
Como siempre, antes de empezar y para evitar suspicacias hemos de dejar claro que la elección de los componentes para este artículo es totalmente arbitraria y bajo nuestro criterio: habrá otras configuraciones diferentes, mejores, peores, más baratas y más caras. Esta guía pretende ser una simple orientación.
Por otro lado, cabe destacar que los precios de los componentes son aproximados, y depende de en qué tienda y en qué momento busquéis pues ya sabéis que los precios de mercado fluctúan mucho.
Dicho esto, vamos allá.
El procesador
Para esta configuración de equipo Gaming con hardware de AMD hemos optado por un procesador de ocho núcleos AMD FX-8320E que nos proporcionará un rendimiento excelente (especialmente bajo Windows 10 y DirectX 12) en cualquier juego actual.
Su precio ronda los 150 euros.
El disipador
No podemos escatimar a la hora de mantener a buena temperatura el procesador de un equipo Gaming, y por lo tanto hemos optado por el eficiente Scythe Mugen 4, cuyo precio ronda los 50 euros.
La placa base
Ésta es una elección complicada, pues dependerá de si queremos hacer o no Overclock, si querremos utilizar una o más tarjetas gráficas, número de dispositivos de almacenamiento y un largo etcétera. Por tanto hemos tirado por la calle de en medio y escogemos una ASRock 990FX Extreme3, una placa con grandes características y buen potencial de Overclock que nos permitirá actualizar o ampliar el equipo en un futuro si éste se nos empieza a quedar corto.
Su precio ronda los 110 euros.
La memoria RAM
En principio con 8 GB de memoria RAM tendremos suficiente para jugar a cualquier juego, y por ello hemos escogido un kit de 2×4 GB G.Skill Sniper DDR3 a 1866 Mhz cuyo precio asciende a unos 57 euros.
La tarjeta gráfica
Seguramente es lo que más controversia puede llegar a causar en un equipo Gaming, pues será el elemento central que nos proporcionará el rendimiento en juegos. Sin embargo para esta configuración AMD no hemos tenido dudas, pues la llegada de la nueva generación del fabricante ha propiciado una bajada de precios de la generación anterior y podemos encontrar “pepinos” como la Sapphire Radeon R9 290 TRI-X OC 4 GB por 295 euros, y ésta ha sido nuestra elección.
La caja
Para un equipo Gaming el silencio de nuestra caja simpre es importante, pero también lo es el rendimiento. En esta ocasión hemos escogido una caja de gran rendimiento y con ventiladores silenciosos, con estética un tanto agresiva, la Corsair Carbide SPEC-02.
Su precio además es bastante atractivo, pues ronda los 70 euros.
La fuente de alimentación
Otro aspecto de suma importancia, máxime cuando se trata de un equipo Gaming. Por ello además de eficiencia, potencia y calidad hemos de buscar una fuente de alimentación que nos proporcione corriente suficiente en el raíl de +12V para dar servicio a nuestra tarjeta gráfica, y por ello hemos optado por la Corsair CX750M, una fuente modular con certificación 80Plus Bronze.
Su precio ronda los 99 euros.
Almacenamiento
Para este equipo Gaming hemos decidido poner tanto un SSD para el sistema operativo y los juegos que más se usen (un OCZ Trion 100 de 120 GB) como un disco mecánico para almacenamiento masivo (un Seagate Barracuda 7200.14 de 1 TB).
El precio de éstos es de 59 euros por el SSD y 49 euros por el disco mecánico.
En resumen, con este equipo tendremos un PC Gaming capaz de ejecutar cualquier juego actual en resolución Full HD y 60 FPS con detalles gráficos altos sin problemas, y en total nos costaría unos 940 euros.