Te compras un terminal de casi (o más) 1000 euros para darte cuenta de que debido a los materiales utilizados en su fabricación (aluminio), el tamaño del propio terminal (cuanto más grande, menos resistente) y el grosor del mismo (ídem) se dobla a las primeras de cambio. Es lo que se conoce como #Bendgate que ocurrió principalmente a los usuarios de iPhone 6 Plus, motivo por el que Apple fue gravemente criticado e incluso ridiculizado por los usuarios e incluso la competencia. Pues ahora resulta que los que antes se reían de este fenómeno y ahora se han gastado más de lo que cuesta un iPhone 6 Plus en comprarse un Samsung Galaxy S6 Edge están sufriendo exactamente el mismo problema. Bienvenidos al Bendgate 2.
Una empresa aseguradora de smartphones (sí, ya hay negocio incluso en esto) llamada SquareTrade ha realizado diversas pruebas de resistencia en terminales de gama alta como el iPhone 6 Plus, el Galaxy S6 Edge o el HTC One M9, ya que lógicamente están interesados en conocer la resistencia de los smartphones para poder valorar cuánto cuesta asegurarlos. En las pruebas de flexibilidad han sometido estos tres terminales a peso en el centro para determinar cuál es su resistencia a doblarse y cuánto aguantan antes de romperse, para sorprendentemente determinar que el S6 Edge aguanta exactamente el mismo peso que el iPhone 6 Plus antes de doblarse, y lo que es peor, su punto de rotura está mucho antes.
En las pruebas han determinado que tanto el Samsung Galaxy S6 Edge como el iPhone 6 Plus soportan unos 49 kilogramos de peso (110 libras) antes de doblarse de manera permanente. En esta prueba el terminal de Apple solo presenta la carcasa de aluminio doblada, mientras que el de Samsung, lamentablemente, también presenta la pantalla rota llegado a este punto. Por su parte el terminal de HTC soporta un poco más de peso antes de doblarse, 54.4 kilogramos (120 libras), aunque en ese punto el terminal ya ni siquiera enciende y podemos tirarlo a la basura. El S6 Edge aun funciona incluso con la pantalla rota, y el iPhone 6 Plus no tiene problema alguno de funcionamiento incluso doblado.
En el vídeo también se puede ver el punto en el que los terminales quedan ya inservibles. Ya hemos visto que el HTC One M9 a las 120 libras de peso queda inservible. El iPhone 6 Plus por su parte soporta 179 libras (algo más de 81 Kg) antes de romperse del todo, mientras que el Samsung Galaxy S6 Edge se queda en 149 libras (67.5 Kg).
Va a ser que el fenómeno Bendgate por el que tanto ha sido criticado el iPhone 6 Plus afecta también a otros terminales de gama alta, y de hecho entre las pruebas el terminal de Apple es el que mejor parado queda…