¿Es recomendable añadir una refrigeración adicional a las consolas?

Para este artículo vamos a tomar como referencia las declaraciones del director de márketing de Nyko, Chris Arbogast, quien después de lanzar al mercado el PlayStation 4 Intercooler afirmaba que su producto no solo es recomendable, sino que es necesario. Las llamadas consolas next-gen (PlayStation 4 y Xbox One) no han presentado (de momento) problemas de sobretemperatura, pero eso nos hace lanzar la siguiente pregunta al aire: ¿Es necesaria o recomendable, al menos a largo plazo, refrigeración adicional en las consolas next-gen?
Decíamos que íbamos a tomar como referencia las declaraciones del director de márketing de Nyko, que tras lanzar su PlayStation 4 Intercooler dijo lo siguiente: «Nuestro producto saca el aire caliente fuera del sistema, permite el acceso a todos los puertos traseros de la consola y además se ajusta perfectamente, manteniendo la estética. Es un sistema de refrigeración fiable y barato que mejora las temperaturas de la consola fomentando el flujo de aire interno de la misma, incluso en entornos donde hay varios dispositivos trabajando los unos al lado de los otros».
Dicho esto, y teniendo como precedente que de momento no ha habido quejas de los usuarios por temperatura ni en PS4 ni en Xbox One, ¿qué aporta el añadir una solución de refrigeración adicional a las consolas? Para empezar hay que tomar en consideración las recomendaciones tanto de Microsoft como de Sony, y es que recomiendan tener sus consolas ubicadas en espacios abiertos donde no haya restricción al paso del aire, y también recomiendan no poner otros dispositivos funcionando (y por tanto generando calor) cerca.
Las consolas equipan hardware bastante potente en un espacio muy reducido, lo cual siempre se traduce en calor. Que de momento no hayan tenido problemas de sobretemperatura no quiere decir que no los vayan a tener en el futuro, y al fin y al cabo un sistema electrónico que funciona a menor temperatura siempre tiene una vida útil más larga. Puede que no sea estrictamente necesario el instalar un sistema de refrigeración adicional en las consolas, pero, ¿recomendable? desde luego que sí.
Vamos a poner una serie de supuestos, y digo supuestos porque no soy poseedor de una consola next-gen y no puedo hablar a ciencia cierta. Imaginemos que la PlayStation 4 o la Xbox One trabajan a una temperatura de 85ºC cuando estamos jugando. No sé si este dato se acerca o no a la realidad, pero no me cabe duda de que su temperatura de funcionamiento es alta. Los componentes están diseñados para trabajar a esta temperatura, pero su degradación y su probabilidad de fallo es sin duda mayor que si el sistema trabajara a, digamos, 70ºC. Si añadiendo un disipador adicional de 20 euros conseguimos bajar un poco las temperaturas sin añadir ruido y sin eliminar funcionalidades a la consola, eso se traducirá en una vida útil más larga, es decir, que si la vida útil de una de estas consolas es de digamos 5 años, logramos aumentarlo a 7, son unos 20 euros muy bien invertidos.
Además tened en cuenta una cosa. Ambas consolas next-gen tienen ventilación PWM, lo que significa que a mayor temperatura de funcionamiento, mayor velocidad de sus ventiladores y por tanto más ruido. Si añadimos una refrigeración adicional y bajamos la temperatura de la consola, los ventiladores de ésta también funcionarán más despacio y, por tanto, tendremos una consola un poco más silenciosa. Otro punto a favor que personalmente me hace pensar que son unos 20 euros muy bien invertidos.