Todo comenzó debido al éxito del sistema operativo Android para smartphones y la gran cantidad de juegos que comenzaron a desarrollarse para dicha plataforma. Por ello, un grupo de desarrolladores amantes de los juegos comenzaron una campaña en kickstarter con una idea que movilizó a medio Internet, y en tan solo un mes lograron 8 millones y medio de dólares de financiación para comenzar a fabricar su propia videoconsola basada en Android: Ouya.
Ha pasado ya más de un año desde aquel momento de auge, y a día de hoy muy pocas personas pueden decir que tienen una videoconsola con Android en su casa y que la utilizan a diario. ¿Por qué? La respuesta es muy sencilla: porque resulta mucho más cómodo jugar en un smartphone o en una tablet. Y si quieres jugar a una consola en la televisión, hay alternativas mucho más potentes y con mejores juegos (o al menos juegos con más renombre) como Xbox, PlayStation o Wii. Y es que a día de hoy no hay ningún título «rompedor» en el catálogo de juegos para consolas Android. Jugar al Angry Birds está bien, pero al final es más cómodo hacerlo apuntando los pajaritos malhumorados con el dedo índice.
Además de lo ya comentado, otro de los factores que han llevado a las videoconsolas Android al fracaso ha sido la falta de alternativas. Quitando la pionera que ya hemos mencionado, Ouya, no ha habido alternativas serias, solo imitaciones chinas prácticamente genéricas que no aportaban nada de nada salvo más de lo mismo y con menor calidad.
Cabe mencionar, sin embargo, que a día de hoy sí hay alternativas aunque un poco diferentes: Shield de NVIDIA y M.O.J.O. de Mad Catz, ambas consolas portátiles basadas en el potente chip Tegra 4. Pero son eso, consolas portátiles, no necesitamos un gamepad (porque las consolas en sí ya son un gamepad) ni una televisión para poder jugar. Sin embargo el precio de estas dos consolas Android ha echado para atrás a muchos consumidores, ya que por un precio menor se pueden comprar las ya establecidas Xbox 360 o PlayStation 3 que tienen unos catálogos mucho más amplios.
En definitiva, las consolas Android fueron una muy buena idea que en su día entusiasmaron a muchísima gente, pero a día de hoy se han establecido como un claro fracaso, siendo «comidas» casi literalmente por las grandes del mercado.
Nos gustaría conocer vuestra opinión a este respecto. ¿Habéis probado alguna videoconsola Android como Ouya? ¿Qué os ha parecido?