Sea un álbum de música, una película o simplemente datos que decidiste almacenar en un CD o DVD, éstos dispositivos muchas veces terminan rayándose y a los lectores les cuesta acceder a sus datos, o simplemente quedan inaccesibles. Hay una «leyenda urbana» que dice que se pueden reparar utilizando pasta de dientes pero, ¿esto realmente funciona? En este artículo te vamos a contar cómo reparar un CD o DVD con pasta de dientes, y si realmente es algo que funciona o por el contrario es algo que no sirve para nada.
En la mayoría de los casos, los rayones que pueda tener un CD, DVD o BluRay son superficiales y, afortunadamente, estos dispositivos cuentan con una capa protectora de policarbonato transparente en la zona de lectura. Por lo tanto, para saber si un CD se puede reparar o no, lo primero que debes tener en cuenta es la profundidad de estos rayones: si son superficiales es probable que puedas hacer algo, pero si son profundos o si el disco está roto, entonces puedes despedirte de él y usarlo de posavasos.
Esto se debe a que las capas externas son de protección, pero una de ellas es la que toma de referencia el láser para leer la información y solo hace falta que esta se encuentre parcialmente destruida para enviar al traste el disco. Si el láser no rebota dónde y cómo debe y no puede acceder al punto en el que tiene que leer los datos grabados, da igual lo que intentemos porque habremos perdido todo lo almacenado así.
Como os decimos, si en ese punto se ha estropeado, no intentéis hacer siquiera lo que os decimos aunque por probar, nada se pierde, ya que antes de empezar no tendréis la confirmación de cuál es la gravedad de los daños. Aunque sí una sospecha cuando hagáis lo que os vamos a indicar.
Cómo reparar un CD, DVD o BluRay con pasta de dientes
Lo primero que debes hacer es limpiar lo mejor que puedas la superficie de lectura del CD, DVD o BluRay. Para ello puedes utilizar o bien un paño de micro fibra o bien un poco de papel higiénico o de cocina con alcohol sanitario (aunque si es isopropílico mejor que mejor). Frota enérgicamente la superficie con movimientos lentos, con el objetivo de que saques cualquier suciedad que se haya podido quedar depositada en los surcos producidos por los rayones. En algunos lugares leerás que lo correcto es, incluso, realizar la limpieza desde el centro del disco hacia el borde exterior, siguiendo el mismo camino que seguiría la cabeza lectora láser y respetando la forman en la que se graba la información en la superficie. Frotar en círculos no es recomendable precisamente porque la manera en la que se lee y escribe la información es radial, no circular. Así evitamos estropear las microperforaciones pasando de un lado al contiguo de forma violenta.
Primero de todo limpia el disco con alcohol
En este caso, no tengas miedo de echar demasiado alcohol o incluso agua y jabón, ya que son impermeables y si luego los secas bien no tendrás ningún problema. Cuando los rayones son muy superficiales, simplemente haciendo esto es probable que el CD vuelva a funcionar al haber limpiado la suciedad depositada en los surcos aunque, eso sí, otra historia es si ese daño en el disco es más profundo, lo que afectaría directamente a la capa donde se encuentra la pista con la información grabada.
Recordad que pueden aparecer rayones en la parte inferior del disco y no estar afectada la capa de los datos, pero ser lo suficientemente profunda como para impedirle al láser leer correctamente la información. Es por eso que todavía tiene remedio recuperar esos datos allí almacenados.
En segundo lugar, haz uso de la pasta de dientes
Ahora vamos a proceder a utilizar la pasta de dientes sobre la parte donde están grabados los surcos de los datos. Deposita una pequeña cantidad de ésta en la superficie de lectura del disco (como del tamaño de un garbanzo) y extiéndela por toda la superficie con el dedo, haciendo especial hincapié en las zonas rayadas. Una vez extendido, déjalo así durante un par de minutos y luego retira el dentífrico con un papel de cocina o papel higiénico que sea suave, y que no añada más rayones (sería un problema). Una vez retirado, frótalo bien con un paño limpio de micro fibra. No utilices alcohol ni agua con jabón en este proceso porque podrías provocar daños que se convertiría en irreparables.
Si los rayones eran muy grandes es probable que al terminar este proceso veas que se han reducido ostensiblemente, e incluso que los más superficiales han desaparecido completamente lo que te hará pensar que lo mismo la información que tienes guardada en el disco ha podido salvarse. Para comprobarlo, lo mejor es proceder a probar si funciona de nuevo así que méteo en la unidad lectora, cierra la bandeja y comprueba que el ordenador lo reconoce y es capaz de leer todo lo que está ahí guardado.
¿Realmente funciona esta técnica?
De nuevo, depende. Cuando un CD, DVD o BluRay está rayado y el lector no es capaz de hacerlo funcionar adecuadamente, generalmente es porque los rayones generan reflejos en la lente del lector y éste no lo interpreta correctamente, generando errores. Repararlo con pasta de dientes en ocasiones sí que sirve para evitar esto, ya que habremos eliminado la suciedad depositada y habremos dejado una capa mate en ésta, que en ocasiones evita que el lector lea mal los datos porque ese reflejo no se produce, el láser es capaz de leer sin, digamos, interferencias de ningún tipo.
Sin embargo, si los rayones son demasiado profundos y han llegado a la capa de datos, entonces el daño es irreparable y ni la pasta de dientes ni ningún otro método va a poder salvar los datos. Ahora bien, hay ocasiones en las que esos daños están en un punto intermedio, una línea borrosa que no afecta a la capa más profunda pero casi y que puede depender del lector que funcione o no. Cada aparato va sufriendo –con el paso del tiempo– variaciones en el láser, imperceptibles, que como los viejos casetes de Spectrum pueden hacer que sea capaz de leer unos discos y otros no. Así que intentadlo en otros dispositivos.
Así que una vez comprobado cómo se hace eso de arreglar un CD con pasta de dientes, ¿se trata de un mito o una realidad? Podemos decir que es una realidad, pero que en muchas ocasiones no funciona y no sirve de nada porque los rayones eran demasiado severos. En otras palabras, funcionar funciona pero no es infalible y dependerá del grado de daños que tenga la superficie que queremos arreglar.
Otras formas de reparar un CD, DVD o BluRay
De todas formas, además de la pasta de dientes, existen otros métodos que supuestamente sirven para reparar un CD rayado y que circulan libremente por internet, casi como si se tratara de leyendas urbanas que todos mencionamos alguna vez pero pocos pueden decir que lo hayan probado y obtenidos resultados satisfactorios. Son estos:
- Uno de ellos es acercarlo a una bombilla de 60 W encendida para que el calor «derrita» los rayones, pero desde ya os decimos que este método no funciona.
- Otro método es utilizar cera para cubrir los rayones. Es un método similar al de la pasta de dientes, sin embargo que en lugar de ésta utiliza cera para muebles, y el efecto es bastante similar, incluso mejor en algunos casos.
- Finalmente, el otro método alternativo para reparar un CD rayado sería cubrir con celo los rayones.
En el último caso, lo único que estaremos haciendo es «limpiar» la suciedad que se haya metido dentro de los surcos al retirar el celo, quedándose la mayoría de esta pegada al adhesivo. No obstante, esto equivaldría al primer paso que os contamos antes (limpiarlo con alcohol o agua y jabón) pero es incluso menos efectivo. Por lo que no perdáis ni un minuto de vuestro tiempo en intentarlo.
¿Por qué es importante realizar este mantenimiento?
Pese a que podemos almacenar sin problemas la mayoría de nuestros discos ópticos en forma de archivos .iso, y todo gracias a la capacidad de almacenamiento de discos duros y SSD, de cara a la preservación de la cultura es importante poder reparar los CD y sus hermanos. Por ejemplo, la mayoría de música en internet está en formato MP3 y tiene pérdidas de información respecto a los discos originales. Aunque lo principal es para poder salvaguardar obras audiovisuales y videojuegos no tan populares y que si no fuese por la preservación se perderían por completo.
Tampoco nos podemos olvidar de los usuarios que hacen colecciones de juegos retro y no nos podemos olvidar que estos formatos de almacenamiento eran los usados para almacenar los juegos a partir de mediados de la década de los 90, con la irrupción del CD-ROM, más tarde en 2000 del DVD y el Blu-ray para 2006. Por lo que si eres un coleccionista y quieres tener tu colección en buen estado, en especial los títulos que no has podido comprar precintados, entonces dicho cuidado y mantenimiento es esencial para que sigan funcionando ad eternum.