A la hora de proporcionarle alimentación a la tarjeta gráfica mediante los cables PCIe de la fuente de alimentación, nos pueden entrar las dudas en el caso de que la tarjeta gráfica necesite varios conectores: ¿deberías utilizar los dos conectores de un mismo cable, o es mejor utilizar dos cables? En este artículo vamos a proceder a analizar esta situación para sacarte de dudas.
A pesar de que, como todos los aparatos eléctricos, todo tiende a que los dispositivos tengan cada vez más bajo consumo, las tarjetas gráficas y muy especialmente las de gama más alta siguen necesitando alimentación adicional para funcionar, y en muchos casos son varios los conectores PCIe necesarios para su funcionamiento. Con respecto a las fuentes de alimentación, la gran mayoría tienen varios conectores PCIe en el mismo cable, pero hay veces en los que pueden entrarnos las dudas de si sería mejor conectar los dos PCIe del mismo cable a la gráfica, lo más cómodo, o si, por el contrario, sería mejor utilizar dos cables diferentes.
En todo caso, la gran mayoría de fuentes de alimentación sean de la marca que sean y excepto las OEM, de muy baja calidad, o las de muy escasa potencia, suelen venir con varios conectores PCI-Express, así que casi siempre tendremos donde elegir.
Vamos a verlo.
Uno o dos cables PCIe para la tarjeta gráfica, ¿qué es mejor?
Por norma general, la necesidad de utilizar dos cables distintos de la fuente de alimentación para dar servicio a tarjetas gráficas con varios conectores PCIe viene de antaño, cuando las fuentes de alimentación eran de cuando menos dudosa calidad -si bien es cierto que en la actualidad muchas siguen siéndolo- y utilizan muchos raíles de +12V diferentes. Cuando este era el caso, si la gráfica requería más intensidad de corriente (Amperios) de lo que un solo raíl de +12V podía proporcionar, era de hecho necesario utilizar cables PCIe distintos.
En la actualidad la mayoría de fuentes de alimentación de cierta calidad (hablamos de fuentes al menos Tier 1 o Tier 2) utilizan un único y potente raíl de +12V, por lo que el uso de cables PCIe diferentes es innecesario, con la excepción de que se utilicen cables de mala calidad, por supuesto. Técnicamente, si la fuente solo tiene un raíl de +12V, y siempre y cuando se cumplan los requisitos de potencia e intensidad de la GPU, no será necesario utilizar dos cables, y podrás darle a la gráfica la alimentación que necesita con un único cable con varios conectores PCIe.
Esto no quiere decir necesariamente que la fuente de alimentación que tienen varios raíles sean malas ni mucho menos, ya que de hecho este tipo de diseño tiene ciertas ventajas frente a las fuentes de un solo raíl; con todo, aquí la desventaja de estas es que en algunos casos no son capaces de entregar intensidad de corriente suficiente en un solo cable para poder dar servicio a las tarjetas gráficas más exigentes, motivo por el que en ocasiones nos veremos obligados a utilizar dos cables diferentes, uno para cada conector PCIe de la gráfica.
Esto, incidimos, puede cambiar si la fuente de alimentación no es de buena calidad o si el cableado está en mal estado, pero en esta materia vamos a entrar a indagar en la siguiente sección del artículo.
¿En qué casos hay que usar varios cables para la gráfica?
Aunque la tarjeta gráfica funcione estando conectada con un único cable, hay ocasiones en las que es recomendable utilizar varios cables individuales, incluso aunque en un solo cable tengas varios conectores. Ten en cuenta que esto depende mucho de la marca, el modelo, el cableado y la edad de la fuente de alimentación, pero puede darse el caso de que por ejemplo tu gráfica tenga Coil Whine, y si eso sucede, una de las primeras cosas que deberías probar es a conectarla con varios cables PCIe en lugar de con uno solo, ya que a veces el Coil Whine se produce por sobrecarga del cable precisamente.
También puede darse el caso de que aunque tu equipo funcione de manera normal, se te apague de repente cuando le exiges mucho gráficamente, es decir, cuando se pone la GPU al 100%. A veces esto sucede porque el cable está sobrecargado, y al igual que con el Coil Whine se soluciona simplemente conectando cada conector PCIe de la tarjeta gráfica con un cable PCIe de la fuente de manera individual. Esto es así porque en algunos casos, incluso aunque la fuente sea de calidad y tenga potencia de sobra, el cable podría ser de mala calidad, o podría estar dañado o en mal estado.
Finalmente, también es recomendable utilizar cables PCIe individuales de la fuente para dar servicio a la tarjeta gráfica en fuentes de alimentación de dudosa calidad (en caso de duda, usa dos cables) para evitar sobrecargas, así como en fuentes que tengan varios raíles de +12V.
En definitiva, e independientemente de la marca, el modelo y la potencia de la fuente de alimentación que tengas, lo más recomendable y seguro será siempre utilizar tantos cables PCIe de la fuente de alimentación como conectores PCIe tenga la tarjeta gráfica, ya que así te quitarás de problemas. Obviamente, muchas fuentes cuentan con cables con varios conectores PCIe integrados en el mismo cable, y qué duda cabe de que a la hora de conectar y canalizar los cables lo más cómodo es utilizar cuantos menos cables mejor, pero tal y como te hemos explicado hay ocasiones en las que no es lo más óptimo y que, de hecho, puede conllevar algunos problemas.
En todo caso, siempre puedes jugar a «prueba y error»: primero prueba con un solo cable con varios conectores y, en el caso de que te dé problemas, prueba con varios cables para comprobar si estos problemas se solucionan de esta manera. Generalmente, conectándolo en paralelo con varios cables obtendrás no solo el mejor resultado libre de problemas, sino también una conexión más liviana (menos sobrecargada al menos) y, por lo tanto, más segura.
Como añadido final, ten en cuenta que este tipo de cables y conectores tienen una diferencia de precios muy grande, debido a que al no ser muy baratos existen copias malas que nos dan unos precios a la vista muy suculentos, sin embargo, sino quieres tener problemas es recomendable que elijas uno de calidad. Lo barato sale caro.