Así son las versiones de NVIDIA G-Sync presentes en monitores

Así son las versiones de NVIDIA G-Sync presentes en monitores

Roberto Sole

La tecnología G-Sync es la alternativa de frecuencia de refresco variable de NVIDIA, y en muchas ocasiones ha demostrado ser determinante para mejorar la experiencia de juego de los usuarios más exigentes. Sin embargo, NVIDIA ofrece tres niveles en ésta y puede no quedar demasiado clara cuál es la diferencia entre ellas; hablamos de la tecnología NVIDIA G-Sync «base», G-Sync Compatible y G-Sync Ultimate, así que vamos a ver qué es lo que aporta cada una de ellas.

Como siempre decimos, de poco sirve el tener un PC gaming de gama alta y que te proporciona un rendimiento extraordinario si no lo acompañas con unos periféricos a la altura, entre los que se encuentra por supuesto el monitor. La tecnología G-Sync te garantiza una jugabilidad más fluida y no solo por la alta frecuencia de refresco de los monitores, sino porque esta es variable y consigue así evitar los efectos de tearing y stuttering, haciendo que la experiencia de juego sea lo mejor posible.

¿Qué es G-Sync?

Es una tecnología pensada para mejorar de manera considerable la experiencia de juego ofreciendo mayor fluidez visual. Lo que nos ofrece NVIDA G-Sync es que no existan variaciones bruscas entre la tasa de FPS.

Se busca ofrecer una solución estable que permita tener una experiencia de juego fluida. Ayuda, además, a corregir problemas de tearing o lag de entrada. Disfrutar de esta tecnología requiere de, fundamentalmente, dos elementos: tarjeta gráfica compatible y un monitor certificado.

G-Sync sincroniza la tasa de imágenes generadas por la tarjeta gráfica y la frecuencia de refresco del monitor. Habitualmente, la cantidad de FPS y los Hz del monitor difieren bastante. Lo que hace esta tecnología es «sincronizar» ambos parámetros para obtener una imagen nítida y sin problemas.

Placa FPGA

¿Para qué sirve G-Sync?

Antes de la llegada de esta tecnología allá por el año 2013 y que lo hacía añadiendo un módulo físico a los monitores que hoy en día ya no es necesario, los efectos de stutter, flicker y tearing eran muy frecuentes (y desagradables) en los juegos. La tecnología G-Sync permite que la frecuencia de refresco de la pantalla se sincronice con la tasa de cuadros por segundo que es capaz de generar la GPU, de manera que funcionan al unísono generando unas imágenes mucho más fluidas.

Estos inconvenientes tan típicos y habituales solo se podían solucionar activando la sincronización vertical (V-Sync) en los juegos, y eso solo si la GPU era capaz de generar tantos FPS como Hz tuviera el monitor en todo momento, ya que en el momento en el que los valores no eran iguales, volvíamos a tener el mismo problema. G-Sync representó la primera solución real al problema, pero con el inconveniente de que el tener que añadir un módulo físico a los monitores o portátiles que permitiera sincronizar los FPS con los Hz de la pantalla hacía que el coste se disparara.

Hoy en día la cosa ha cambiado, y si bien los monitores siguen utilizando el módulo físico en algunos casos, el coste de éste ya no es tan elevado como en los inicios de la tecnología. Además, ahora hay muchos monitores que son compatibles con G-Sync incluso sin este módulo y permiten una experiencia de juego casi igual de buena. En los últimos tiempos, finalmente, NVIDIA añadió la categoría Ultimate a esta tecnología para los monitores que cumplían con una serie de exigencias y estándares establecidos por la compañía y que, según ellos, aseguraban la mejor experiencia de juego posible.

nvidia g-sync

Versiones de esta tecnología

Actualmente, NVIDIA tiene tres tipos de certificaciones G-Sync según sus propios criterios. Cualquier monitor que utilice este identificador, debe haber pasado por los laboratorios de la compañía para ser certificado. Vamos a explicarte las características de cada una de estas certificaciones. Debemos destacar que G-Sync requiere de una tarjeta gráficda compatible, monitores compatibles y drivers actualizados.

G-SYNC Compatible

Ha sido el último en llegar y representa la gama más baja de las tres tecnologías existentes. Se basa en Adaptive SYNC de VESA al igual que FreeSync, siendo su competidor natural y directo, con la salvedad que al igual que en el caso de AMD, NVIDIA debe soportarlo mediante drivers.

Pero hay más particularidades que lo diferencian de FreeSync. Aunque ofrece soporte para VRR, NVIDIA quiso garantizar que los monitores que tuviesen dicha tecnología pasasen una serie de pruebas para «homologar» y demostrar que eran aptos a los términos fijados por los de Huang.

Y es que VRR solo puede funcionar en rangos estrechos de framerate, por lo que para NVIDIA era importante validar cada monitor para darles su visto bueno. Además, NVIDIA se asegura que la calidad del panel, su visualización, que no contenga Blanking, artifacts, ghosting u otros problemas derivados, para así garantizar su funcionamiento.

Por ello, tal y como vimos ahora casi hace un año, el 95% de monitores actuales no pasan la primera validación para la tecnología G-SYNC, es decir, no son aptos para portar G-SYNC Compatible. Hasta tal punto es exigente NVIDIA, que la propia compañía ofrece un listado para los usuarios, donde los monitores aptos están incluidos en ella.

Por lo tanto, lo primero que tenemos que tener en cuenta con esta tecnología mediante Adaptive SYNC + driver es que los monitores están testeados por NVIDIA y garantizados para gaming bajo sus premisas, sean de la marca que sean.

El mayor problema que encontramos en esta gama de tecnología NVIDIA es que la mayoría de paneles son TN, lo que supone unos peores ángulos de visión y un contraste reducido, pero por norma un tiempo de respuesta inferior. Esto está cambiando poco a poco a medida que los fabricantes lanzan modelos nuevos y de mayor calidad, pero en el listado todavía predominan los primeros.

NVIDIA-G-SYNC-Compatible-2

Otro aspecto a tener en cuenta es la resolución, donde al igual que el tipo de panel, abundan las resoluciones 1080p por encima del resto. Es otra tendencia que está cambiando, pero con menor velocidad. El último detalle a tener en cuenta es que casi todos los monitores (menos tres) son compatibles con esta tecnología mediante DisplayPort.

Los tres que no lo son corresponden a los últimos modelos de LG y se han validado mediante HDMI.

Requisitos

No hay requisitos mínimos en cuanto a hardware, pero se recomienda una NVIDIA GTX 10 Series o superior. También debemos tener los drivers actualizados, ya que la compatibilidad se realiza mediante drivers

G-SYNC

Fue la primera en llegar allá por el 2013, pero supuso un cambio en el sector muy importante. Lo primero que debemos saber de ella es que esta tecnología a diferencia de G-SYNC Compatible no se basa en un driver en exclusiva, sino que incluye un módulo de sincronización físico en el propio monitor, lo cual asegura una perfecta sincronización entre el monitor y la tarjeta gráfica.

Ahora el monitor espera a la GPU y no a la inversa, lo que garantiza una jugabilidad mucho más suave que lo ofrecido por G-SYNC Compatible.

A diferencia de esta última, y aunque NVIDIA pasa las mismas pruebas para ambos, los de Huang suman más de 300 pruebas en total a cada monitor que quiere optar al certificado de la compañía. Entre ellas y siendo las más destacadas son: soporte para el rango completo de VRR, variable overdrive, función de overclocking (si fuera preciso), Ultra Low Motion Blur y calibración mejorada de serie.

NVIDIA-G-SYNC

Como se puede fácilmente entender, estamos ante el siguiente paso en la escala de la tecnología, lo cual lleva a elevar el precio de todo monitor que lo incluya por todo lo nombrado. A cambio, los fabricantes ofrecen muchas más opciones de resolución, tamaños de pantalla y tipos de panel disponibles, así como un rango de hercios mucho mayor que en algunos casos incluye opciones de overclock.

Como curiosidad, todos los monitores G-SYNC funcionan mediante DisplayPort en exclusiva.

Requisitos

  • Monitores G-Sync conectados a un ordenador gaming
    • Windows 10 o superior
    • NVIDIA GTX 650 Ti o superior
    • DisplayPort 1.2 o superior
    • Drivers certificados para ese monitor o posteriores
  • Monitores G-Sync conectados a un portátil
    • Windows 10 o superior
    • NVIDIA GTX 980M, 970M, 965M o superior
    • DisplayPort 1.2 o superior
    • Drivers certificados para ese monitor o posteriores

G-SYNC Ultimate

Ha sido el último en llegar, y por ello es el que más novedades incluye dentro de las tres tecnologías. Cabe mencionar que por ello solo se incluye en los monitores de gama más alta y por lo tanto el precio de estos será muy superior a lo que podemos encontrar en sus dos hermanos.

La principal diferencia entre estos dos y esta versión Ultimate es la incorporación del soporte para HDR. Esto implica otra serie de mejoras clave como un brillo de hasta 1000 nits, soporte de serie para DCI-P3, un rango extendido de HZ (desde 75 hasta 240) y un soporte mejorado para pantallas de altas resoluciones y tamaños.

NVIDIA

Este tipo de certificación esta pensados para monitores de gran formato, denominados monitores BFGD (Big Format Gaming Displays). Son un tipo de monitor poco común y olvidado por parte de los fabricantes de monitores. Son productos caros, para usuarios muy nicho y parece que fueron más una estrategia de marketing que una realidad.

Requisitos

  • Monitores G-Sync Ultimate conectados a un ordenador gaming
    • Windows 10 o superior
    • NVIDIA GTX 1050 o superior
    • DisplayPort 1.4 o superior
    • Drivers certificados para ese monitor o posteriores
  • Monitores G-Sync Ultimate conectados a un portátil
    • Windows 10 o superior
    • NVIDIA GTX 1050 o superior
    • DisplayPort 1.4 o superior
    • Drivers certificados para ese monitor o posteriores

Resumen y comparativa de G-Sync

G-Sync CompatibleG-SyncG-Sync Ultime
Validado sin artifactsValidado sin artifactsValidado sin artifacts
Monitores de entre 24 y 38 pulgadasMonitores de entre 24 y 38 pulgadasMonitores de entre 27 y 65 pulgadas
Certificado con más de 300 testCertificado con más de 300 test
Máxima calidad HDR
Brillo de 1000 nits
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