Western Digital ha sido desde hace mucho tiempo uno de los fabricantes de discos duros más importantes del planeta. Y dentro de su gama de discos duros, la serie Velociraptor es conocida desde hace mucho por ser la más rápida dentro de la gama de discos duros mecánicos (de hecho hasta la introducción en el mercado de los SSD, el tener un Velociraptor o «Raptor» era sinónimo de la máxima velocidad que se podía tener). En un principio, únicamente había dos modelos de la gama Velociraptor, el de 150Gb y el de 300Gb, y ambos funcionaban con interfaz SATA2. Ahora Western Digital ha introducido otros modelos de más capacidad y ha actualizado la interfaz a SATA3. El modelo que hoy os presentamos es el Western Digital Velociraptor de 1Tb y con interfaz SATA3, el tope de gama.
A pesar de que Western Digital ya se introdujo en el mercado de los SSD (con los SiliconEdge Blue), los discos duros mecánicos siguen siendo su principal fuente de ingresos, y cómo no, los Velociraptor representan su buque insignia, por lo que siguen apostando por la fabricación de éstos, aprovechándose de que el coste por Gb de los SSD sigue estando bastante por encima de la de los discos duros mecánicos más rápidos y de más capacidad.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Sacadas de la página web de Western Digital.
A diferencia de los discos duros mecánicos convencionales, los Velociraptor son tan rápidos porque funcionan a 10.000 revoluciones por minuto en lugar de las 7200 ó 5400 habituales. Esto hace que se calienten más, pero como veremos más adelante, Western Digital fabrica los Velociraptor en formato de 2.5″ en lugar de 3.5″, y les acopla un disipador de 3.5″ llamado IcePAK, estándar en todos los Velocirpator. Además de que gracias a este disipador se calientan menos, el utilizar un factor de forma de 2.5″ se traduce en que los cabezales tienen que recorrer menos distancia para leer y escribir, lo que también hace que el disco duro consuma menos energía y, por ende, se caliente menos.
Vamos a ver el aparato.
ANÁLISIS EXTERNO.
El WD Velociraptor viene embalado en una caja de cartón que no tiene adorno alguno excepto una etiqueta con el modelo y número de serie.
En el interior de la caja, encontramos al disco duro perfectamente protegido para evitar «problemas» durante el transporte del mismo.
Retiramos las protecciones y ya podemos ver el Velociraptor de 1Tb SATA3 en todo su explendor.
Aquí vemos claramente que se trata de un disco duro de 2.5″ al que le han puesto el gran disipador IcePAK, por lo que finalmente se instalará en bahías de 3.5″.
Como cualquier disco duro, la etiqueta con todos los datos se encuentra en la parte superior. Aquí vemos el detalle del logotipo del fabricante.
No hay diferencia física entre los conectores SATA2 y SATA3, pero igualmente aquí tenéis los conectores. Resulta curioso que WD siga incluyendo la zona de jumpeado de la derecha como en los discos duros IDE antiguos. Esto servía para, con un jumper, seleccionar si queríamos tener el disco duro como maestro o esclavo.
Aquí vemos que Western Digital ha hecho una especie de panel de parcheo para unir los conectores que hemos visto en la imagen anterior, que vienen a ser como los de cualquier disco duro mecánico de 3.5″, con los verdaderos conectores del disco duro, el cual tiene factor de forma de 2.5″.
La parte opuesta está dominada por el disipador IcePAK, excepto por un pequeño circuito en la zona de la derecha que forma parte del panel de parcheo que hemos visto en la imagen anterior.
Además del disco duro, Western Digital incluye una pequeña controladora RAID para conectar hasta dos discos duros, imagino que para poder configurar dos Velociraptor en RAID0 ó RAID1.
Esta controladora RAID tiene interfaz PCI Express 1x, y cuenta con dos puertos SATA3 para conectar los dos Raptors. Lamentablemente no podré probarla, ya que únicamente me han suministrado un Velociraptor para este análisis.
TESTEO.
Para testear el Western Digital Velociraptor 1Tb SATA3 lo hemos conectado a una placa base Asus Sabertooth P67 B3 con la BIOS 1850. Lo hemos conectado a uno de los puertos SATA3 de color marrón, que corresponden a la controladora Intel P67, la cual ya se ha demostrado que en esta placa funciona mejor que la controladora Marvell (puertos SATA3 negros en el caso de esta Asus Sabertooth P67 B3). El puerto ha sido configurado en modo AHCI.
El sistema operativo empleado ha sido Windows 7 Ultimate x64 con todos los parches instalados.
Antes de empezar con el testeo de verdad vamos a ver qué información nos proporciona sobre el disco el CrystalDisk Info.
Podemos ver que su temperatura es de 33ºC en Idle. Hay que decir que en la habitación tengo una temperatura ambiente de 29ºC y que el resto de discos duros mecánicos, también en Idle, están a 35ºC ahora mismo, por lo que podemos deducir que el IcePAK está haciendo bien su trabajo, al menos mientras no sometemos a carga el disco duro.
Ahora vamos a someter al Raptor a verdaderos test. Comenzamos con el HD Tune para ver su velocidad de lectura y tiempos de acceso.
El Raptor ha tenido una velocidad máxima de algo más de 200Mb/s, mientras que la mínima ronda los 110Mb/s y su velocidad media los 160Mb/s. Podemos ver que la velocidad máxima se ha obtenido al principio de la unidad, y ésta se ha ido degradando poco a poco según hemos ido llegando a los últimos sectores. Esto ocurre en prácticamente todos los discos duros mecánicos, ya que el brazo tiene que mover el cabezal más distancia para llegar a los últimos sectores.
Ahora, para que veáis la diferencia, os pongo el resultado de un disco duro más convencional, en este caso un Seagate Barracuda 7200.12, también de 1Tb y con interfaz SATA3.
Como podéis ver la diferencia de rendimiento es abrumadora en favor del Western Digital Velociraptor.
Pasamos al siguiente test: CrystalDisk Mark.
De nuevo los resultados son los esperados: alrededor de 200Mb/s tanto de lectura y escritura en el test secuencial.
Vamos ahora a pasar el test de lectura de Aida64 Extreme Edition.
Aquí podemos apreciar con números más exactos lo que ya vimos en el HD Tune: el rendimiento se degrada según vamos llegando al final de la unidad. No obstante, los valores siguen siendo tremendamente superiores a los de cualquier disco duro mecánico, sobre todo en el tiempo de acceso y en la lectura del búfer.
CONCLUSIÓN.
Western Digital ha hecho un gran trabajo con esta actualización de la gama Velociraptor. La inclusión de la interfaz SATA3 les ha hecho ganar varios enteros en rendimiento y en tiempo de acceso, y los Raptor siguen siendo el máximo exponente en cuanto a discos duros mecánicos.
Si bien su rendimiento queda muy lejos de un SSD, la ventaja que nos proporciona el Velocirpator con respecto a éstos es que su coste por Gb es muy inferior (podemos adquirir este Raptor de 1Tb por lo menos dinero que un SSD de 256Gb y nos proporciona cuatro veces su capacidad), además de que su tiempo de vida es muchísimo mayor al de los SSD.
PROS:
– Muy buen rendimiento.
– Apenas se calienta.
– ¡Silencioso!.
– Incluye controladora RAID.
CONTRAS:
– No incluye cable certificado SATA3.
– Lo tengo que devolver.
Por ello, desde HardZone recomendamos la serie Western Digital Velociraptor y le otorgamos nuestro galardón de oro.
Queremos agradecer a Western Digital y a la agencia de prensa Canela PR por habernos suministrado la muestra para este análisis.