El mundo del gaming ha cambiado mucho de un tiempo a esta parte. Los jugadores se han dividido en su gran mayoría en dos campos totalmente distintos pero compatibles: consolas y PC. Ambos mundos tienen dos enfoques distintos y requieren tipos de periféricos más o menos específicos, donde en este campo siempre surge la misma duda: ¿es mejor jugar en un monitor gaming o en una buena televisión?
Las diferencias en estos últimos años se han reducido, pero todavía hay una serie de características que son exclusivas de cada uno de ellos. Los usuarios de consola todavía usan televisiones para jugar con sus Xbox One o PS4, mientras que los jugadores de PC suelen comprar monitores gaming.
¿Es posible cruzar este tipo de productos con buenos resultados? ¿Por qué se sigue usando un tipo de producto para cada sector?
Principales motivos que mantienen el statu quo
Los jugadores de consola juegan a una resolución que por norma no supera los 1080p, ya que la mayoría de las consolas si intenta elevar la resolución termina perdiendo demasiados FPS, así que lo que se usa son técnicas como el re-escalado o VRS específico. La resolución 4K es rara vez usada en todo su esplendor y con una tasa de FPS suficiente, y por lo tanto, las televisiones no necesitan un tiempo de respuesta y unos retrasos de entrada muy bajos.
En cambio, los monitores de PC necesitan una serie de tecnologías que son muy aprovechables por la gran parte de usuarios. Hay que recordar que el PC como equipo, está mucho más avanzado que las consolas y además los monitores siguen su estela.
Un usuario de PC por norma general juega con teclado y ratón, a una distancia mucho más cercana al panel y por ello, con tamaños de 24 o 27 pulgadas suelen tener suficiente para jugar con todo lujo de detalles. Además, en PC prima por norma general los FPS antes que la resolución o la calidad, pero esto también es fruto de los mayores ajustes y tecnologías de los que dispone la plataforma para manejar todo lo relacionado con cada juego.
Por lo tanto, ¿merece la pena cambiar entre un monitor gaming o TV? Sin duda es una decisión muy personal, así que lo que haremos es dar una serie de argumentos para discernir entre uno y otro.
Input Lag
Es uno de los factores que los fabricantes de televisiones intentan mejorar, pero en casi ningún caso se consigue. La principal ventaja de usar una consola con un buen monitor gaming es que precisamente el Input Lag se reduce a su mínima expresión a poco que el panel sea simplemente bueno.
En las televisiones siempre va a primar la calidad de imagen antes que este tipo de factores, ya que la mayor parte de compradores son usuarios comunes que pretenden ver sus series o películas favoritas.
No podemos comprar, por ejemplo, el mejor televisor LG OLED con un monitor como un Lenovo Legion Y27GQ, el cual tiene 240 Hercios con un input lag realmente ínfimo. Esto es importante porque la diferencia entre ellos puede ser de entre el doble y el cuádruple de tiempo, lo cual se hace notar entre el momento en el que pulsamos un botón del mando y el tiempo que tarda en representarse en la pantalla dicha acción.
En definitiva, cuanto menor sea el Input Lag mejor para los videojuegos y en esto los monitores gaming ganan por goleada a las televisiones, incluso las mejores del mercado.
Tiempo de respuesta
Este es un apartado donde las televisiones están avanzando, pero el problema es que los monitores gaming siguen dejándolas atrás continuamente. Básicamente el tiempo de respuesta es el tiempo que tardan los píxeles en cambiar de color, o entre un color y otro específico.
Esto es extremadamente cuando tenemos alta tasas de FPS, ya que tendremos una mayor sensación de suavidad y sobre todo se logra mantener una mayor nitidez, algo muy importante en según qué juegos.
El tipo de panel para esta característica es definitorio, ya que la naturaleza del mismo determina unos tiempos de respuesta diferentes.
No es lo mismo un panel TN como el del mencionado Lenovo Legion Y27GQ, que el que incluye un monitor de la misma marca con un modelo como el Lenovo ThinkVision S24e con panel VA, a por ejemplo un Lenovo ThinkVision T27P-10 con panel IPS.
Los paneles TN siempre van a tener un mejor tiempo de respuesta pero unos ángulos peores, los paneles VA son un mixto que normalmente no terminan de convencer para gaming a partir de 120 Hz, y en cambio, IPS tiene los mejores ángulos y colores con tiempos cada vez más bajos, pero son mucho más caros.
Frecuencia de actualización (Hz)
Aquí también ganan los monitores gaming, además por un gran GAP entre ellos y las televisiones. Las TV más avanzadas que llegarán este año se introducirán con 120 Hz reales para los paneles 4K, en cambio, los monitores gaming ya optan por 144 Hz para esta misma resolución.
En resoluciones inferiores ya estamos en 165 Hz, 240 Hz o 360 Hz, por lo que la sensación de suavidad es mucho mayor frente a las televisiones, que por norma, si queremos optar a una de estas TV tendríamos que desembolsar una cantidad más que considerable frente a un monitor gaming.
Tecnologías de sincronización adaptativa
Es otro de los aspectos donde los monitores gaming tienen una ventaja abrumadora sobre las televisiones. En concreto, este tipo de tecnología lleva con nosotros desde el 2013 con la inclusión de G-SYNC por parte de NVIDIA.
Ahora, este año 2020, LG va a empezar a incluir G-SYNC Compatible (no confundir con G-SYNC, ya que esta sí tiene un módulo físico) y otros fabricantes están incluyendo FreeSync en sus pantallas.
En cambio, en PC ya tenemos FreeSync 2 y G-SYNC Ultimate, dos tecnologías con ventajas mucho mayores que sus versiones primigenias y que aportan un valor mucho mayor a estos monitores, pero que al mismo tiempo suponen un plus para el jugador exigente.
Busca monitores con AMD FreeSync para tu consola de siguiente generación
Tanto PlayStation 5 como las Xbox Series utilizaran GPUs de AMD con controladoras de pantalla en sus GPUs compatible con FreeSync, el cual recordemos que es el nombre que AMD le da al VESA Adaptative Sync, por lo que si quieres un monitor gaming o tv con el que disfrutar de consola de nueva generación te recomendamos que tengas ese detalle en cuenta.