Las tarjetas gráficas cuentan con un tipo de memoria dedicada con características especiales. Las memorias VRAM de las tarjetas gráficas se sueldan normalmente sobre la PCB y alrededor de la GPU. Estas memorias son especiales y difieren en bastantes aspectos de la memoria del sistema. Te explicaremos las principales características de la VRAM y las diferentes variaciones que existen de las mismas.
Los núcleos gráficos de las tarjetas gráficas (denominados GPU, Graphics Processing Unit) funcionan de forma similar a como lo hace nuestro procesador en nuestra placa base. Especialmente, en lo que respecta a almacenar y recuperar datos. Como bien sabréis, los datos no se cargan directamente desde nuestros discos duros o SSD al procesador. Estos se cargan en la memoria RAM del sistema y, desde ella, el procesador los toma para poder transformarlos. El último paso es depositar el resultado final en la propia RAM de nuevo, por lo que una vez terminado, el proceso vuelve a empezar con una nueva remesa de información.
¿Qué es la VRAM?
Cuando nos disponemos a elegir una nueva tarjeta gráfica, un factor bastante determinante es la cantidad y el tipo de su memoria gráfica dedicada, y en los últimos años en los que se produjo un auge (y posterior caída) de la minería de criptomonedas, se dio un impulso importante a estas tecnologías, haciendo que algunos modelos alcanzaran una mayor cantidad de memoria elevando su velocidad de proceso.
En el caso de la tarjeta gráfica, coge los datos que necesita para realizar su trabajo de la VRAM, siendo esta la función de este tipo de memoria de vídeo (Video Random Access Memory, VRAM): almacenar los datos que necesita la GPU para poder trabajar. Dicho de otra manera, es un tipo de memoria RAM (memoria volátil) que está diseñada para ser empleada, únicamente, con tarjetas gráficas. Por tanto, su rendimiento es muchísimo más rápido.
En la memoria VRAM se cargan las texturas y los modelos que la GPU va a utilizar y procesar para crear la imagen después. Por tanto, es muy importante que nuestra tarjeta gráfica posea suficiente memoria VRAM como para afrontar las demandas más altas de las novedades que llegan al mercado, que cada vez son más exigentes. De lo contrario, todos estos datos se deberían almacenar en nuestras unidades de almacenamiento. En dicho caso, acceder a ellas supondría más lentitud en comparación con hacerlo en la VRAM y ralentizaría todos los procesos, haciendo injugables e inutilizables muchos juegos y aplicaciones que necesitan de este componente esencial.
¿Cuál es su importancia?
Por ello, cuando se incrementa la resolución o el nivel de detalle en un juego, el nivel de VRAM que se consume se dispara. El problema de la VRAM es que va soldada directamente al PCB de la tarjeta gráfica, por lo que no se puede ampliar. Esto significa que la cantidad de la que disponemos es la que obtenemos cuando compramos la tarjeta gráfica. Como es lógico, supone un problema a largo plazo para el usuario. ¿Por qué? Bueno, pues porque la tecnología avanza y los videojuegos también, así que los requisitos recomendados van en aumento y eso supone una escalada en los requisitos que nos va empujando a necesitar lo más reciente, lo más avanzado, lo que mejor rendimiento ofrece en cada instante. Lo que no siempre es positivo, sobre todo, para la salud de nuestros bolsillos.
Con la transición de resoluciones (de 720p a 1080p, de 1080p a 1440p, etc.) el consumo de VRAM se dispara alarmantemente. La consecuencia suele ser trágica: memoria insuficiente. Y es que la historia de la tecnología está plagada de casos: un día 20 GB era mucho, pero pronto se convertiría en una cifra insignificante. Con la VRAM ha pasado (y pasará) lo mismo, ayer 6 GB VRAM eran más que suficiente y hoy en día esta cantidad de memoria ya se ha quedado bastante atrás. Sin embargo, el futuro estará plagado de avances, los cuales condicionarán el aumento de requisitos en el hardware de nuestro equipo, empezando por la memoria.
Mención aparte merecen las tarjetas gráficas integradas (las iGPU). Salvo algunas excepciones, la gran mayoría de ellas no tienen VRAM dedicada para su funcionamiento. En su lugar, se ven obligadas a usar la memoria RAM que está instalada en nuestro sistema. Dado que la memoria RAM es más lenta que la VRAM, el rendimiento final acaba siendo peor.
Es por ello que las APU de AMD requieren mayor uso de memoria RAM, en comparación de las que se necesitaría de manera habitual. De hecho, cuando utilicéis una de estas APUs, podréis ver en las propiedades del sistema de Windows que una buena parte de la memoria RAM del sistema ha sido «tomada» como VRAM. Por ejemplo, veréis algo así como «Memoria RAM: 8 GB (7,5 GB utilizable)».
¿Cuáles son los principales fabricantes de VRAM?
Al igual que con todos los componentes que hay en un ordenador, la VRAM representa una parte muy importante de uno de los más importantes actualmente para gaming, y es por ello que hay una serie de fabricantes que dedican una gran cantidad de I+D para ofrecer la mejor solución posible para que empresas como AMD y NVIDIA creen sus tarjetas de vídeo. Como podemos imaginar, las marcas que fabrican este tipo de chips son muy reconocidas, y es que son de las más fiables que hay en el mercado general del almacenamiento y la memoria.
En este caso estamos hablando de que las tres principales marcas que fabrican este tipo de memorias llevan mucho tiempo en el mercado, y es que han logrado ganarse la confianza tanto de los usuarios como de otras empresas. Estas son Samsung, Micron y SK Hynix, aunque es posible que de las tres la que más nos suene es la primera, todas ellas tienen una gran importancia en este campo, ya que son las que logran ofrecer los estándares más rápidos mediante sus propias tecnologías, ganándose la fama que les precede.
Si hablamos de cual de las tres tiene un mayor liderazgo, tendríamos que hablar primero de Samsung, principalmente por ser la empresa que más ha avanzado en términos de este tipo de tecnología, pero tampoco se lleva demasiado con SK Hynix y Micron. Podríamos decir que las tres compañías están más o menos en la misma línea, ya que la diferencia entre ellas no es tan grande como para considerar que la ventaja sea excesivamente amplia, ya que las tres tienen tiempos de desarrollo y creación bastante similar, ofreciendo todo lo que necesita el estándar que fabrican para considerarlo un buen producto.
Diferentes tipos VRAM
Actualmente, podemos encontrar dos ramas fundamentales dentro de la VRAM. Por un lado, tenemos las GDDR que son una variante de las memorias RAM, por así decirlo. Además, tenemos las memorias HBM, que son un tipo de memorias especiales de gran ancho de banda y que son mucho más rápidas a la hora de procesar grandes cantidades de datos e información.
Realmente, la que nos importan son las GDDR, que son las utilizadas en las tarjetas gráficas comerciales o gaming. Las memorias HBM actualmente se utilizan para tarjetas aceleradoras especializadas para IA, Data Centers y otros sistemas donde hay un alto flujo de datos. No se utilizan en tarjetas gráficas comerciales por su elevado coste de fabricación y de integración. Utilizarlas supone un sobrecoste brutal que no compensa por el aporte de rendimiento que ofrecen.
Por consiguiente, vamos a ver los estándares que se utilizan actualmente en las tarjetas gráficas gaming principales, que son las que rigen el actual mercado en el que siguen gobernando, con sus tecnologías, tanto NVIDIA como AMD. ¿Las conoces?
Memoria GDDR6
Es frecuente ver en muchas noticias la palabra «VRAM» seguida de las siglas GDDRx, normalmente GDDR5 o GDDR6. En términos de rendimiento, una tarjeta gráfica no solo debe tener memoria VRAM importante, sino una memoria con un gran ancho de memoria. En este sentido, se ha visto el avance que supone pasar de memoria GDDR5X a GDDR6, tanto en modelos con 4 GB, como en modelos con 6 GB. La mejora no se resume a un mejor rendimiento, sino también a una mejor eficiencia.
La memoria VRAM GDDR6 sustituyó a la GDDR5X, ofreciendo 16 Gbit/s frente a los 10 y 16 Gbit/s que ofrecía la última. Este cambio se palpa dentro del juego, incrementándose varios FPS. Así lo hemos visto con la actualización de las GTX 1650 con memoria VRAM GDDR5 a VRAM GDDR6. Con el mismo modelo (arquitectura, procesadores, etc.), el resultado era una ganancia de hasta 5 FPS de diferencia. El futuro se posa sobre la memoria GDDR6X, que será una mejora de la actual GDDR6.
Memoria GDDR6X
Son un tipo de memorias especiales desarrolladas por parte de Micron (fabricante de memoria VRAM) y NVIDIA (fabricante de gráficas gaming). Este tipo de memorias de momento no han sido estandarizadas por parte de JEDEC, quien se encarga de la estandarización y armonización de las normas para este tipo de memorias (entre otras).
GDDR6X se diferencia de las versiones anteriores de memoria en que ofrece un ancho de banda entre 19 y 21 Gbit/s. Ofrece señalización PAM4, que permite transmitir dos bits por símbolo, frente al sistema NRZ anterior, que solo ofrece un bit por símbolo. Lo que le hace especialmente eficiente y rápido para afrontar las tareas más complicadas de nuestro ordenador.
Las primeras tarjetas gráficas en utilizar estas memorias fueron las NVIDIA RTX 3080 y RTX 3090. Actualmente, solo se ensambla en tarjetas gráficas de gama alta de NVIDIA, concretamente en las RTX 4080 y RTX 4090. Estas memorias también están presentes en los modelos Ti y SUPER de la propia NVIDIA.
Memoria GDDR7
Actualmente, estas memorias estarían en fase de fabricación y, según Samsung, los primeros clientes la recibirán en 2024. Los rumores apuntan a que los modelos de alta gama de las NVIDIA RTX 50 Series ya adoptarán estas memorias.
Respecto a las características de estas memorias, inicialmente tendemos chips de 16 Gb que ofrecerán velocidades de funcionamiento de hasta 32 Gbps. Además, estas memorias ofrecerán mayor ancho de banda, permitiendo alcanzar los 1.5 TBps.
Conseguir este mayor ancho de banda y mejorar la eficiencia ha requerido una nueva señalización PAM3. Según Samsung, se consigue un aumento de un 50% de transmisión de datos con respecto a la señalización NRZ.
Las nuevas memorias ofrecerían una reducción de consumo de hasta un 20%. Sin duda es algo muy interesante, ya que GDDR7 mejorara el rendimiento con una importante reducción de consumo de energía.
Implementan un nuevo sistema de disipación de calor y una nueva estructura interna. Según Samsung, esto permite reducir en un 70% la resistencia térmica con respecto a su predecesora. De una manera sencilla, permite una mejor transferencia de calor y, por tanto, disipación de calor.
Estas nuevas memorias no solo se enfocan en el gaming, también se posiciona muy interesante para la inteligencia artificial. Esta nueva tecnología requiere una gran cantidad de VRAM con un gran ancho de banda.