Todo gamer que se precie seguro que en algún momento de su vida ha tenido que informarse sobre los hercios a la hora de la compra de un monitor gaming. Y es que aunque no lo parezca, hay bastante desinformación al respecto con este tema, principalmente porque se confunde completamente otro concepto como es el Frame Rate con los FPS y los propios hercios. Por lo tanto, ¿estás seguro de que sabes lo que son?
No podemos hablar de Frame Rate, FPS y Hercios como tal sin hablar de la frecuencia de actualización. Todos están relacionados en mayor o menor medida, por lo que, aunque no vamos a ver sus diferencias como tal, sí hay que entender por qué los hercios son tan importantes.
Hercios o Hz: ¿por qué son más importantes que los FPS?
Puede que no lo sepas, pero los hercios o Hz son llamados así por su creador, Heinrich Rudolf Hertz, un alemán nacido el 22 de febrero de 1857 que fue físico y que descubrió el efecto fotoeléctrico, la propagación de las ondas electromagnéticas y por supuesto el hercio como tal.
Si las telecomunicaciones de hoy en día son tal y como las conocemos es gracias a este hombre, ya que fue tal su descubrimiento con el hercio que terminó adoptando su apellido: Hertz.
En contra de lo que muchos creen, el Hertz no es una tasa de actualización como tal, es una unidad de frecuencia que define el número de ciclos por segundo de un fenómeno periódico. Aplicado a monitores gaming, un hercio representa un frame en pantalla, donde la unidad de tiempo para ambos es la misma en la industria: 1 segundo.
Es decir, los hercios representan qué tan rápido puede cambiar el contenido que se muestra en pantalla en un segundo, o dicho de manera más técnica, es la velocidad a la que el panel actualiza su búfer.
Por lo tanto, hay que separar tanto FPS como Hz así como Frame Rate con frecuencia de actualización, ya que no por tener mayores hercios significa que nuestro Frame Rate acompañe y viceversa. Una cosa es la cantidad de veces que se refresca la pantalla para poder mostrar una imagen nueva y otra bien distinta es la capacidad de la tarjeta gráfica en terminar de renderizar un frame y ofrecerlo al monitor.
¿Por qué importan los Hercios?
La propia definición nos indica: cuanto mayor sea la tasa de hercios de un monitor más refrescos de la pantalla tendremos en un segundo y por lo tanto lo que apreciaremos al mirarla será una mayor suavidad en todo lo que se represente, sobre todo videojuegos.
La escalabilidad en estos términos es total, ya que tener 120 Hz en un panel significa el doble de actualizaciones de la pantalla en el mismo tiempo que si tenemos 60 Hz. Mayor tasa de hercios mayor suavidad apreciarán nuestros ojos en pantalla, no hay secreto aquí.
Por ello, los jugadores valoran tanto el que su monitor tenga una tasa de Hz muy alta, ya que les otorga una ventaja clara frente a sus rivales. Y es que no es lo mismo jugar con saltos en un FPS a 15 Hz que jugar a 144 Hz a mismo hardware.