Hace unos meses, Razer presentó en la feria IFA de Berlín una nueva versión de su ratón más representativo, el Diamondback. El primer ratón que Razer lanzó al mercado jamás ahora vuelve con el mismo diseño pero equipado con las mejores características que el fabricante ha ido evolucionando con el paso del tiempo, incluyendo el mejor sensor Gaming del mercado (según Razer, claro), la iluminación Chroma y un diseño renovado. En el día de hoy os presentamos nuestro análisis de éste Razer Diamondback Chroma.
Cuando Razer lanzó la primera versión del Diamondback allá por el año 2004, en seguida se convirtió en un nuevo referente para todos los Gamers del mundo gracias a que presentaba un diseño ergonómico ambidextro y uno de los mejores sensores ópticos del momento. En ésta nueva versión lanzada 11 años después Razer ha renovado el diseño fabricándolo totalmente en color negro, añadiendo iluminación Chroma al logotipo, la rueda del ratón y los laterales y dotándole del sensor láser más avanzado de la marca, el mismo que utilizan los ratones actuales de más alta gama de Razer.
El Diamondback, siendo el primer buque insignia de la marca, ha pasado por una gran evolución de formato, forma, color y hardware interno a lo largo de los años tal y como se expresa en la siguiente imagen.
Como siempre, en nuestro análisis no solo os vamos a enseñar cómo es éste nuevo Razer Diamondback, sino que lo vamos a poner a prueba y os vamos a contar qué tal funciona y cuáles son nuestras impresiones personales sobre éste.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Sacadas de la página web del fabricante.
Estamos como podréis observar ante un ratón muy ligero, con tan solo 89 gramos de peso, lo que lo hace ideal para juegos de tipo FPS donde es necesario mover el ratón rápidamente de un lado a otro con poca inercia. También es relativamente pequeño, pues sus dimensiones de 125 x 60 x 30 mm hacen que sea apto para usuarios de manos pequeñas pero tendrá el inconveniente de que quizás resulta muy «poca cosa» para usuarios de manos grandes. Además, gracias a que su diseño es ambidextro podrá ser utilizado de igual manera por diestros que por zurdos.
Razer ha decidido implementar un cambio radical en cuanto al sensor, pues ha sustituido el sensor óptico que tenía la versión inicial del Diamondback por su mejor sensor láser 5G que alcanza los 16.000 DPI de sensibilidad, por supuesto ajustable (en este caso mediante software, aunque podemos asignar a cualquier botón que cambie de sensibilidad al vuelo) y con una tasa de refresco de 1000 Hz, asegurándonos una respuesta inmediata.
ANÁLISIS EXTERNO.
El Diamondback Chroma viene embalado en la habitual caja que Razer utiliza en casi todos sus periféricos, de color negro y en cuya cara frontal podemos ver una imagen del producto. Ésta cara frontal se abre en forma de libro dejándonos ver el ratón tras una protección de plástico transparente, dejando para la parte trasera las especificaciones técnicas con un croquis de los puntos clave del ratón y en los laterales información algo más detallada en forma de iconos.
Como de costumbre, los accesorios que Razer incluye junto con el ratón son las pegatinas con el logo de la marca y un breve manual de instrucciones, además de información sobre la garantía (recordad que todos los productos Razer se pueden registrar para activar su garantía desde el propio software, lo cual me parece una ventaja muy grande).
Ya fuera de su embalaje, aquí podéis ver el nuevo Razer Diamondback. Si lo comparamos con las primeras versiones de éste, lo más llamativo sin duda es su color totalmente negro.
Aquí lo tenéis más de cerca en una vista a tres cuartos.
En la vista frontal podemos ver el enorme tamaño de los dos botones principales del Diamondback, con la rueda justo en el centro entre ambos ya que estamos, recordad, ante un ratón con diseño totalmente simétrico.
Ambos laterales son exactamente iguales, con una inserción de goma para facilitar el agarre y con dos botones de desplazamiento configurables. Aunque el Diamondback no tiene botones de cambio de sensibilidad en la zona superior del ratón como es habitual, que tenga botones a ambos lados nos permitiría configurar los del lado que no utilicemos dependiendo de si somos zurdos o diestros el configurar éstos para el cambio de sensibilidad fácilmente. En la parte trasera, bajo la palma, solo hay un logo de Razer que se iluminará una vez que tengamos el ratón conectado al ordenador.
Si damos la vuelta al ratón y nos vamos a la zona inferior podemos ver el sensor en el centro, ligeramente hacia arriba. Éste está rodeado por un círculo de teflón para facilitar el deslizamiento del ratón, así como encontramos inserciones de éste material deslizante tanto en la zona inferior como en la superior.
De la parte superior sale el cable del ratón, mallado con hilo de nailon de color negro para asegurar que no se desgaste con el movimiento y protegido en la salida del ratón por plástico endeble para facilitar el movimiento.
El cable, de 1,8 metros de longitud, termina en un conector USB 2.0 bañado en oro para maximizar su conductividad.
TESTEO.
Visto el ratón por fuera es hora de conectarlo a un PC y comenzar a utilizarlo para ver qué tal funciona. Nada más enchufarlo a un puerto USB del PC, el ratón se ilumina y podemos comenzar a utilizarlo, aunque ya sabéis que es necesario instalar el software para poder disfrutar de sus características avanzadas de configuración.
El software
Habiendo analizado ya prácticamente todo el catálogo de ratones de Razer, seguro que ya conocéis de sobra su software llamado Razer Synapse. En éste podremos configurar todos los parámetros del ratón, desde la asignación de botones, la sensibilidad con sus respectivos saltos y la iluminación hasta las macros y la asignación de perfiles a aplicaciones.
Como en todos los demás periféricos Razer de la gama Chroma, podemos también configurar los colores y efectos de iluminación que queremos que tenga el Diamondback, en este caso en tres zonas distintas: laterales, rueda y logo.
Por supuesto incorpora una opción de calibrado de superficie, mediante la que el ratón analizará la textura de nuestra alfombrilla y cambiará sus propiedades en consecuencia. Ya vienen preconfiguradas varias de las alfombrillas que vende Razer, pero también podemos configurar la nuestra propia de manera independiente.
Además, el ratón cuenta con el habitual sistema de Macros que podremos asignar a cualquier botón.
En ésta versión de Synapse Razer ha introducido una nueva funcionalidad: la integración de la iluminación Chroma con aplicaciones y juegos.
No son muchos los juegos compatibles, pero si tenemos alguno de éstos en teoría podremos dejar que el juego controle la iluminación del ratón. Por ejemplo, el ratón parpadeará en color rojo si nuestro personaje tiene poca vida, en azul si tiene poco maná o en verde si está envenenado.
Lamentablemente, y aunque teníamos instalados varios de los juegos que en teoría eran compatibles (concretamente dos: Rise of the Tomb Raider y Blade and Soul), el software no los detectaba y no pudimos ver qué tal funcionaba éste sistema. Es posible que Razer todavía lo tenga en fase de pruebas y no funcione del todo bien (clic para ver la imagen en grande).
Ergonomía
Si habéis leído análisis de ratones escritos por mi sabréis que soy un usuario de manos bastante grandes y que utilizo un agarre de tipo garra. Por ello, un ratón como el Diamondback no es lo ideal para mi ya que me resulta pequeño y el diseño ambidextro poco cómodo. Por éste motivo y dado que mi opinión en este caso iba a ser bastante subjetiva dejé que fuera mi mujer quien lo utilizara durante unos cuantos días para ver qué le parecía.
Ella hasta ahora utilizaba precisamente un Razer DeathAdder Chroma, y su opinión es que prefiere el Diamondback porque se siente más cómoda y se adapta mejor a su mano. Además dice que como pesa poco se mueve de manera más ligera, y aunque los juegos a los que ella juega no incluyen FPS (básicamente Los Sims 4, Blade and Soul, Guild Wars 2 y World of Warcraft) se ha sentido totalmente cómoda en todo momento (de hecho tendré que hablar con Razer porque dice que no quiere que lo devuelva, se lo quiere quedar…).
Pruebas en juegos
Dejando de lado la ergonomía sí que he sido yo quien ha estado probando el Diamondback en juegos para ver su rendimiento. Tanto en los juegos listados antes como en títulos FPS como Star Wars Battlefront o MOBA como League of Legends, el Diamondback vuelve a demostrar que efectivamente Razer posee uno de los sensores Gaming más precisos del mercado. Aunque suelo jugar a una sensibilidad fija de 2200 y el ratón es capaz de proporcionar hasta 16.000 DPI, se ha mostrado absolutamente preciso en todo momento y en cualquier situación.
Además, una cosa que me ha gustado mucho es el tamaño de los botones, pues aunque soy usuario con agarre de tipo garra el nivel de presión que hay que hacer sobre éstos es el mismo en cualquier parte de su superficie, lo que significa que sin importar en qué parte del botón pongas los dedos, los botones responderán igual de bien.
CONCLUSIÓN.
Sin duda Razer ha acertado de lleno con ésta nueva edición de su ratón más emblemático, integrando en él no solo la estética que a día de hoy caracteriza a todos los productos del fabricante sino también todas las últimas tecnologías, otorgando al nuevo Diamondback todo su potencial. Es un ratón que responde de manera precisa a todos nuestros movimientos y que no decepcionará a ningún Gamer que busque un ratón con diseño ambidextro que se mueva con total soltura y rapidez por la alfombrilla.
PROS:
- Excelente rendimiento.
- Amplia capacidad de configuración.
- Iluminación Chroma configurable.
- Hasta 16.000 DPI de sensibilidad.
- Detección de superficie.
- Gran calidad de construcción.
- Software muy completo.
CONTRAS:
- Solo apto para usuarios de manos medianas y pequeñas. Si tienes las manos grandes no es tu ratón.
- Precio (99 euros en la web del fabricante).
Por ello, el Razer Diamondback se merece nuestro galardón de Oro y nuestra recomendación por su excelente rendimiento.