Actualmente, podemos elegir entre diferentes formatos y características de unidades de almacenamiento de tipo SSD. Hemos elegido tres unidades SSD diferentes, una de formato 2.5 pulgadas y dos unidades de formato M.2 PCIe. Además, estas dos últimas se diferencian en el tipo de interfaz que utilizan. Todas estas unidades de almacenamiento tienen hasta un 15% de descuento.
Tenemos en primer lugar la unidad Kingston KC600 de 256 GB, que es ideal para aquellos que quieran dar una segunda vida a un viejo ordenador. Luego tenemos la Seagate FireCuda 510 de 500 GB, una opción muy interesante para aficionados a los videojuegos. Si eres un usuario muy exigente, es posible que te interese la unidad Corsair MP600 de 500 GB, que se basa en la interfaz PCIe 4.0.
Kingston KC600 256 GB, da una segunda vida a tu antiguo PC
Las unidades SSD de formato de 2.5 pulgadas se han ido quedando atrás en el mercado. Debido al buen precio, excelente rendimiento y que reduce la cantidad de cableado, muchos usuarios apuestan por unidades M.2. Pero estas unidades de almacenamiento son útiles si tenemos un viejo ordenador al que queremos dar nueva vida.
Esta unidad de Kingston se caracteriza por hacer uso de memorias TLC NAND 3D, que son las más comunes para este tipo de unidades de almacenamiento. Algo interesante de esta unidad que incluye opciones de cifrado mediante software.
Respecto al rendimiento, esta unidad nos ofrece velocidades de lectura de hasta 550 MB/s y velocidades de escritura de hasta 500 MB/s. Además, nos ofrece una lectura aleatoria de 90.000 IOPS y una escritura aleatoria de 80.000 IOPS. La unidad se basa en la interfaz SATA III, como no puede ser de otro modo.
Una solución económica que nos puede servir para actualizar un portátil con algunos años o un viejo ordenador. También lo podemos usar como unidad principal para un nuevo equipo gaming.
Seagate FireCuda 510 500 GB, porque el PCIe 3.0 no ha pasado de moda
Aunque existen unidades basadas en la interfaz PCIe 4.0 y pronto llegarán las unidades PCIe 5.0, estas son poco interesantes. El motivo es que por la misma capacidad pagas el doble, por tener más velocidades de lectura y escritura. Puede ser interesante, pero son contados los casos donde sus prestaciones son relevantes, pro eso hemos elegido esta unidad PCIe 3.0.
La solución de Seagate pertenece a su línea de productos destinada al gaming. Hace uso esta unidad de almacenamiento de memorias TLC NAND 3D cuenta con una caché SLC dinámica de hasta 28 GB reservados para ráfagas de datos.
Nos ofrece esta unidad de 500 GB una velocidad de lectura de 3450 MB/s y una velocidad de escritura de 2500 MB/s. Muy buenas velocidades teniendo en cuenta que es de formato M.2 NVMe y se basa en la interfaz PCIe 3.0. Destacar que tiene un MTBF de 1.8 millones de horas.
Para aquellos aficionados a los videojuegos es una solución de buena capacidad, excelente rendimiento y gran precio. Es posiblemente la solución más equilibrada que podemos encontrar en el mercado.
Corsair MP600 500 GB, con disipador incluido
Para los más exigentes y que quieran estar a la última, tenemos esta solución de Corsair. Esta unidad se basa en la interfaz PCIe 4.0, que ofrece elevadas velocidades de lectura y escritura. Lo interesante de esta unidad es que es compatible también con placas base que solo soporten PCIe 3.0.
Sobre la unidad, debemos destacar que se basa en memorias TLC NAND 3D de alta densidad, para ofrecer una gran durabilidad y un buen rendimiento. Esta unidad ofrece velocidades de lectura de hasta 4950 MB/s y velocidades de escritura de hasta 2500 MB/s.
Quizá lo más interesante de esta unidad no sea el rendimiento, sino que incluye un disipador de serie. Bien es sabido que las unidades SSD M.2 tienen problemas de temperatura que afectan al rendimiento. Dicho problema se corrige de manera sencilla con un disipador que ayuda a controlar la temperatura de la unidad y que rinda al máximo.
Es una gran unidad de almacenamiento, sobre todo, al incluir disipador de serie. La velocidad de escritura no es la mejor, ya que es la misma que la unidad de Seagate, por lo que vale la pena, pero hasta cierto punto.