Si no pretendes jugar en el PC, ¿necesitas una tarjeta gráfica dedicada?
A la hora de comprar un ordenador, sobre todo de sobremesa, ya sea por piezas o premontado tenemos muchas dudas. ¿En qué invertir más? Procesador, memoria RAM, tarjeta gráfica… Son muchos los componentes que poseen y tienes que pensar que utilidad le vas a dar a ese PC para poder decidirte.
Hoy nos vamos a centrar en las personas que no utilizan su ordenador para jugar, solo para navegar, teletrabajar o simple ofimática. ¿Es necesario o recomendable en ese caso una tarjeta gráfica dedicada, o nos sirve con la integrada?
¿Tarjeta gráfica dedicada o integrada?
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es lo mencionado anteriormente, el uso que le darás. Ya que puedes pensar en comprar un ordenador para trabajar, pero… ¿lo utilizarás en tus ratos libres como gamer?, o ¿simplemente no te gustan los videojuegos y su único uso será el trabajo y poco más?
Si estás ante la primera pregunta, no te aconsejamos una tarjeta integrada, puesto que cuando empieces a instalar y probar algún juego ya empezarán los problemas y te arrepentirás de tu compra. Así mismo, si utilizas programas de edición o programación que necesiten mucha potencia.
Sin embargo, si eres de ver videos y películas, usar el Word y el Excel o simplemente teletrabajar con correos y procesadores de texto, entonces la cosa cambia.
Si tu uso es exclusivamente ese, no necesitarás una tarjeta gráfica dedicada, por diferentes motivos, no solamente su coste, que por mala que sea no son precisamente muy baratas, sino también por otros aspectos como su consumo o producción de calor. Las tarjetas dedicadas son mucho menos potentes, lo que también nos genera menos temperatura, la cual es mala para el PC, así como el gasto energético, que también será menor. Por tanto, no solo ahorraras en la pieza, sino también en el día a día.
De todas formas, estas tarjetas no quieren decir que no sean compatibles con ningún juego, si tienes pensado echarte un Minecraft o un LOL podrás sin problema, es lo mismo que utilizan los portátiles, y no por ello están excluidos de cualquier videojuego. Lo que no ejecutarás de ninguna manera es algo mucho más moderno y con gráficos mucho más potentes. Incluso con los anteriormente citados, notarás como tu ordenador se calienta mucho, sobre todo si es un portátil, al igual que su batería baja de forma muy rápida.
Es por eso que no están recomendadas para gamers ni siquiera cuando corren bien el juego. Por eso, repetimos, piénsalo bien antes de montar tu PC, también influirá en el tamaño de la caja y sus ventiladores, si tienes pensado ponerla o no, por eso es importante saberlo con anterioridad, no es solamente comprar una gráfica más adelante y añadirla.
Además, si tienes claro que no la usarás en videojuegos, puedes plantearte un mini PC, son mucho más pequeños y cumples con todas las funciones que necesitas.