Conseguir una GPU gaming de gama alta es actualmente prácticamente imposible, incluso aunque estés dispuesto a pagar los descabellados precios a los que se venden. Sin embargo, a medida que la nueva serie de tarjetas gráficas GeForce RTX 30 LHR limitadas para la minería de NVIDIA comienza a llegar al mercado, los precios de las tarjetas gráficas y su stock parece que están comenzando a normalizarse, lo cual sin duda es una estupenda noticia para los usuarios normales que simplemente buscan comprar una nueva GPU para actualizar su equipo gaming.
A principios de este mes de junio, ya pudimos ver que el precio medio de las tarjetas gráficas en tiendas bajó hasta un 12,6% en tiendas de EEUU en comparación con los precios que tenían a primeros del mes de mayo; el precio de las GPU gaming sigue siendo elevado en comparación al que debería ser, pero es posible que estemos empezando a ver por fin la luz al final del túnel y que no estemos muy lejos de volver a una situación de normalidad en la que cualquier usuario pueda comprar cualquier tarjeta gráfica al precio que dictamina el fabricante y no a precios abultados a causa de la especulación, tanto de los revendedores como de las propias tiendas.
El precio de las GPU gaming comienza a bajar
Geizhals.eu, el motor de búsqueda que rastrea los precios y la disponibilidad del hardware en Austria, Alemania, Polonia y el Reino Unido, ahora enumera un total de 19 tarjetas gráficas LHR de NVIDIA disponibles en decenas de minoristas de varios países. Sus precios oscilan entre 599€ por una RTX 3060 y 1.899€ por una RTX 3080 Ti, y en total hay unos 100 modelos de gráficas LHR de la serie GeForce RTX 30 en la lista, si bien la mayoría de ellos todavía no aparecen como disponibles.
Hay más de un centenar de SKU que no forman parte de esta familia de gráficas con limitaciones para la minería de criptomonedas y que están listados como disponibles, con unos precios también oscilando en los mismos rangos que hemos descrito antes, lo cual da a entender que el tener una GPU gaming de gama alta es hoy por hoy casi un lujo, ya que con lo que cuesta solo la GPU hace un par de años podías comprar un PC gaming completo sin problemas.
A miles de kilómetros de Europa, los visitantes de las grandes tiendas ubicadas en el famoso distrito de Akihabara de Tokio, Japón, también informan de que las tarjetas gráficas han comenzado a reaparecer en los estantes de las tiendas. La mayoría de las nuevas GPU gaming que llegan son de hecho modelos LHR de NVIDIA que presentan poco interés para los mineros debido a su bajo rendimiento minando; los precios siguen siendo elevados e incluso disparatados, pero al menos las GPUs están en stock y que el precio se normalice es solo cuestión de tiempo.
«Tenemos muchas tarjetas gráficas en stock», dijo un representante de la tienda Dospara a ITMedia.co.jp, «Los únicos modelos nuevos que llegan son de la familia LHR de NVIDIA. El precio sigue al alza, pero el inventario en sí ya está a niveles razonables».
Mientras tanto, la situación en los Estados Unidos no ha mejorado demasiado. Las tiendas minoristas online como Amazon o Newegg todavía no tienen mucho stock directo, y de hecho Newegg todavía sigue vendiendo todas las GPUs nuevas a través de un sistema de sorteo mediante el que el usuario «gana» la posibilidad de comprar, simplemente. PCPartPicker es otro ejemplo, y solo tienen una docena de modelos de GPU disponibles y la mitad de ellas son de generaciones anteriores, mientras que la otra mitad tiene precios disparatados. Mientras tanto, BestBuy solo tiene dos GPUs en stock: la GT720 por 70 dólares y la GT1030 por 130 dólares.
Desafortunadamente, no hay maneras precisas de monitorizar la disponibilidad y las cifras de ventas de las tarjetas gráficas (más allá de los informes trimestrales de las principales firmas de analistas como Jon Peddie Research), pero según varios indicadores podemos decir que la situación de disponibilidad está comenzando a mejorar. Los precios siguen siendo altos porque la demanda sigue superando a la oferta, pero si el stock sigue mejorando es solo cuestión de tiempo que los precios vuelvan a la normalidad.