A la hora de disfrutar de la mejor experiencia en los videojuegos, además de utilizar un equipo medianamente potente que sea capaz de mover con soltura el juego, es necesario utilizar un monitor con una elevada tasa de refresco, especialmente en los títulos de acción en primera y tercera persona donde podemos pasar de vivir a morir en menos de un segundo.
En el mercado podemos encontrar un gran número de monitores gaming con todo tipo de tasas de refresco. Algunos modelos incluyen soporte hasta 540 Hz en equipos con resolución 1080p y 1440p. De hecho, la mayoría de los monitores 4K del mercado ofrecen una tasa de refresco similar a estas resoluciones, bajando a la mitad si el contenido es 4K.
Sin embargo, era cuestión de tiempo que los fabricantes ofrecieran a los usuarios la posibilidad de jugar a 4K con una elevada tasa de refresco algo que parece que ha conseguido el fabricante TCL CSOT, empresa que ha presentado el primer monitor con resolución 4K a 1000 Hz.
Hasta 1000 Hz a resolución 4K
Gracias a los avances en el estándar DisplayPort 2.1, concretamente en el modo UHBR20, se pueden alcanzar frecuencias de actualización superiores a los 800 Hz a 1080p sin necesidad de comprimir la imagen a través de DSC.
Con de DSC 3.0, esta tecnología de compresión ofrece un ancho de banda perfecto para lograr hasta 540 Hz a 1080 reduciendo el ancho de banda a 15,5 Gbit/s dentro del ancho de banda del modo UHBR20, que es de 77,3 Gbits/s.
Según afirma Blur Busters, quien tuvo estuvo en el stand de TCL en el DisplayWeek2024, para poder alcanzar velocidades de fotogramas tan altas, obviamente, es necesario que la GPU sea de última generación a través de la generación o interpolación de fotogramas.
Este monitor con resolución 4K a 1000 Hz está muy bien para llamar la atención del público gaming, sin embargo, para poder alcanzar semejante cifra de FPS, es necesario que el fabricante trabaje de la mano de los fabricantes de tarjetas gráficas, para así poder sacarle el máximo partido, sin olvidarnos de los desarrolladores de juegos, ya que algunos no ofrecen soporte para más de 360 Hz en el mejor de los casos, un tema del que hablaremos a continuación.
¿Merecen la pena tantos HZ?
Pasar de 60 Hz de un monitor de ofimática normal a otro con una mayor tasa de refresco es, sin duda, un enorme cambio que cualquier persona con dos ojos en la cara es capaz de comprobar. Ese cambio supone ver el juego con una mayor fluidez, ya que se muestran un mayor número de fotogramas por segundo y ofrece una importante ventaja sobre los jugadores que no utilizan un monitor con un mayor número de Hz.
Si tu móvil es capaz de ofrecer más de 60 Hz, seguro que habrás notado el cambio con respecto a tu anterior móvil al hacer scroll en la pantalla. En los monitores pasa lo mismo. Sin embargo, a no ser que tengamos el ojo muy entrenado y que los juegos sean capaces de ofrecer un número de FPS tan elevado (no todos son permiten ofrecer elevadas tasas de FPS de forma estable), más allá de 360 Hz no tiene sentido ya que la capacidad de percepción de los usuarios es limitada.