Durante el evento The Game Awards, la gala de premios en la que se escogen los mejores juegos del año, Microsoft ha aprovechado para presentar su consola de nueva generación, la Xbox Series X. Ha sorprendido a propios y extraños el ver una consola enorme, con una caja monolítica de color negro que ya ha sido irremediablemente fuente de múltiples memes. Pero, en realidad, este diseño tiene su razón de ser y os vamos a explicar por qué.
Aunque Microsoft no ha desvelado el hardware interno de su nueva consola, sí que ha dicho que será cuatro veces más potente que la Xbox One X actual, y que ofrecerá resolución 8K y hasta 120 FPS en los juegos. Se sabe que la Xbox Series X tendrá un procesador AMD Ryzen personalizado con una GPU Navi, también de AMD, que contará con Ray Tracing, así como el hecho de que su almacenamiento será en SSD, pero más allá de eso no se tienen datos concretos. Lo que sí han anunciado, por cierto, es una gran sorpresa en cuanto a exclusivos, y es que la consola, que se lanzará en Navidad de 2020, vendrá con el Hellblade 2 bajo el brazo.
El diseño de la Xbox Series X, ¿por qué una caja monolítica?
Como decíamos, el diseño de la nueva consola de Microsoft ha provocado una avalancha de memes de usuarios que se burlan del mismo. Se trata de una consola grande y pesada, con un diseño minimalista pero que, realmente, asusta por el hecho de que si queremos poner la consola en el salón necesitaremos bastante espacio para hacerlo.
Con este diseño, la Xbox Series X se acerca más a un PC de lo que haya sido una una videoconsola. El diseño de éstas siempre ha tendido a ser lo más pequeño posible (prueba de ello es que siempre lanzan posteriormente versiones slim), y sobre todo bastante plano para poder adecuarse a la estética de los salones domésticos. Esto tiene la desventaja de que las consolas no refrigeran bien, y por consiguiente hacen mucho ruido (probad a jugar al NiOh en una PS4 Pro y hablar con la herrera, por culpa del fuego de fondo la consola se pone al máximo y el ruido es insoportable).
Con este diseño monolítico, parece que Microsoft ha querido basar el sistema de refrigeración de la Xbox Series X en los Mac Pro antiguos, esos que parecían una papelera y que también fueron criticados por ello pero que, en realidad, son toda una obra maestra de la ingeniería para mantener los componentes internos a buena temperatura con el mínimo ruido indispensable.
En otras palabras, todo apunta a que la consola tendrá un diseño de refrigeración interna vertical, con el objetivo de mantener el hardware interno a una buena temperatura en todo momento (y contad con que si de verdad moverá juegos a 8K y 120 FPS será hardware muy potente y, por lo tanto, con un gran consumo y TDP que generará mucho calor) y emitiendo el mínimo ruido posible.
Esto lógicamente tiene sus desventajas, como es el presentar una consola grande y fea, que ocupa mucho espacio y que obligará a los usuarios a tenerla en vertical. Pero ya sabéis el dicho: quien algo quiere, algo le cuesta. Y si te importa poco el diseño de la consola pero quieres el mejor rendimiento y con un bajo nivel de ruido, desde luego Microsoft parece haber dado en el clavo.