Una de las premisas de la Steam Deck es que se basa en el hardware de PC y Valve promete que vamos a poder instalar Windows 10 en el dispositivo, pero esto tiene cierta trampa y es que al contrario de lo que mucha gente ha malentendido, Steam Deck no es un hardware que funcione con Windows de serie y su instalación en el dispositivo viene con algunos problemas asociados.
La promesa de la Steam Deck de permitirnos jugar a cualquier juego de nuestra librería de Steam viene con una letra pequeña y es que el sistema operativo que incluye de serie no es Windows, sino Steam OS, una distribución de Linux basada en Arch que bien nos permite ejecutar los juegos de la librería de Steam para Windows trae consigo una serie de contratiempos.
¿Está la arquitectura de Steam Deck preparada para Windows?
Teniendo en cuenta que Steam Deck se basa en hardware de PC, ya su su APU principal es de AMD con CPU Zen y por tanto x86 y una GPU basada en RDNA 2, la respuesta debería ser obvia. No obstante, pese a que Valve ha afirmado que podremos instalar cualquier sistema operativo, la consola viene de serie con SteamOS, el cual le da un look and feel de consola actual y nos permite utilizar nuestra librería de Steam de manera directa.
¿Entonces cómo consigue Valve que los juegos de Windows funcionen en la Steam Deck? Pues a través de Proton, el cual es un intérprete que traduce las llamadas al sistema para Windows a llamadas al sistema para Linux y la lista de comandos gráficos de DirectX a Vulkan u OpenGL. Lo que significa que la CPU ha de hacer un trabajo extra para hacer dicha interpretación y dado que en el pipeline 3D la primera pieza de hardware en componer el siguiente fotograma es la CPU esto afecta al rendimiento de dos posibles maneras:
- Una menor tasa de fotogramas si utilizamos una tasa de refresco variable.
- En el caso de que la tasa de refresco sea fija y con resolución dinámica, obtendremos una menor resolución.
¿Funciona bien el intérprete? Depende, los que lo hacen sin problemas requieren más potencia y los que funcionan relativamente sin problemas son pocos. Valve ha anunciado que van a añadir un modo para fijar la tasa de fotogramas a 30 por segundo, lo cual es ideal para ciertos juegos, pero pésima en otros géneros. En todo caso. Dado que el intérprete es trabajo de la CPU, tiene sentido que Valve le dé más importancia a la potencia que a la GPU.
¿Merece la pena instalar Windows en Steam Deck?
Depende, si lo miramos desde la perspectiva de los juegos que no funcionan bien bajo Proton tiene todo el sentido del mundo, pero hay que tener una cosa muy clara. SteamOS es un sistema operativo pensado para que la carga sobre el hardware sea mínima. No es lo mismo tener un sistema operativo tan complejo como el de Microsoft con todos sus procesos corriendo por detrás que algo como el SteamOS. Sin olvidarnos, claro está, del intérprete. Eso sí, hay que recordar que hay juegos que directamente no funcionan en SteamOS y algunos de ellos realmente populares, por lo que si sois fans de esos juegos no tendréis otra opción que instalar Windows.
Valve promete que podremos utilizar el SteamOS como un PC, pero su mayor ventaja está en su portabilidad. La cual lo hace un producto único y con un gran valor. Y es que no hay nada mejor que poder jugar a ciertos juegos de PC en cualquier lugar. Lástima que no esté a la venta, porque llevarse una al campo, al hotel o al piso de la playa sería lo ideal.