Puede parecer una locura, pero el que juegues a videojuegos no le sienta nada bien a nuestro planeta. Según un estudio, jugar a títulos como el WoW o el LoL contamina con casi 1 tonelada de CO2 al año por usuario. Estamos hablando de una enorme cantidad de gases de efecto invernadero.
El estudio destaca sobre todo que la gran mayoría de esas emisiones vienen del elevado tráfico de internet y la carga en la CPU en segundo plano. Aplicaciones como Battle.net o Steam generan una carga en el procesador en segundo plano que no realiza trabajo efectivo. Un dato que es bastante interesante y que invita a cerrar totalmente estas aplicaciones
Jugar al World of Warcraft o League of Legends es malo para el planeta
Antes de alarmarnos, vamos a poner los datos sobre la mesa y explicarlos un poco. Según el estudio, los juegos emiten unos 17,5 kilos de CO2 a la semana, que al año son unos 910 kilos de CO2. Aunque la cifra puede resultar alarmante, si lo comparamos con los 15 kilos de CO2, de media, que emite un vehículo que consume 6 litros de gasolina cada 100 kilómetros, ya no es tanto. Más o menos, jugar a videojuegos un año emite lo mismo que un vehículo en un mes que cada día realiza 50 kilómetros de desplazamiento.
Debemos tener en cuenta que gran parte de ese consumo proviene de la transmisión de datos por internet. Se estima que se transmiten unos 200 GB de datos a la semana en un uso moderado. Según un estudio del MIT, cada 1 GB de datos equivale a entre 28 gramos y 63 gramos de CO2.
También se destaca en el estudio que parte de estas emisiones procede de las aplicaciones que corren en segundo plano. Software como Battle.net o Steam se ejecutan en segundo plano. Han estimado que entre el 37% y el 45% de la carga del procesador procede de estas aplicaciones en segundo plano.
Reducir nuestro impacto es bastante sencillo, basta con cerrar todas estas aplicaciones que se quedan ejecutándose en segundo plano. Esto además repercutirá en la factura de luz, que podría bajar un poco al eliminar aplicaciones que consumen recursos y no hacen nada.
Pero, es mejor jugar que usar WhatsApp o Spotify
El mismo estudio da otros datos interesantes que merece la pena mencionar. Aplicaciones de comunicación como WhatsApp y WeChat pueden llegar a generar 326 kilos de CO2 en una semana. Pero es que aplicaciones como Netflix, Spotify o Amazon Music pueden llegar a generar 350 kilos de CO2 a la semana.
Según el estudio, las aplicaciones de comunicación o de streaming de contenidos son muchísimo más contaminantes. El motivo es la cantidad de datos que transmiten a través de la red. La aplicación WeChat se lleva la palma con más de 2.300 GB de datos transmitidos en una semana, lo cual es una burrada.
Como vemos, las aplicaciones en segundo plano que más consumen son las de streaming de contenidos y de comunicación. Las de videojuegos consumen también, pero muchísimo menos. Una solución sencilla es cerrar estas aplicaciones cuando no se vayan a utilizar. También podemos plantar una docena de árboles, que son más o menos los necesarios para absorber esa tonelada de CO2 que se emite cuando jugamos.