Una de las principales quejas que tienen los usuarios con respecto a la Steam Deck es su escaso espacio de almacenamiento, pues incluso TOP y más caro, tan solo cuenta con 512 GB para poder instalar juegos. Y claro, teniendo en cuenta que hay títulos que ocupan más de 100 GB por sí solos, te quedas sin espacio en seguida. Para solucionar esto, un modder ha logrado instalar un SSD de 61,44 TB en la consola, algo que los usuarios de a pie como nosotros no podremos hacer pero… desde luego curioso es, y muestra lo que se puede llegar a conseguir con la consola portátil de Valve.
De fábrica, Valve vende la Steam Deck en tres variantes: la primera y más barata tiene tan solo 64 GB de almacenamiento que, además, es eMMC (que es relativamente rápido pero ni por asomo tanto como un SSD), luego hay una opción intermedia con SSD de 256 GB, y la más cara de todas que monta un SSD NVMe de 512 GB. Por supuesto, el SSD de la consola se puede cambiar por otro de mayor capacidad, pero ¿alguna vez te habrías preguntado dónde está el límite?
Una Steam Deck con SSD de 61 TB
Por norma general, en el mercado podemos encontrar SSD de entre 1 y 4 TB fácilmente y a precios relativamente aceptables, aunque hay muchos fabricantes que comercializan SSD con capacidades de 8 TB, siempre hablando de formato M.2. Sin embargo, más allá de eso no solo es raro de ver en tiendas, sino que ya tendremos que renunciar al formato M.2 que es el habitual (además, cuando se trata de la Steam Deck hay que recordar que el formato es M.2 2230, más pequeños y de los cuales solo hay hasta 2 TB de capacidad).
Sin embargo, por existir existen SSD de hasta 61,44 TB, como el que han utilizado los analistas de Storage Review (que se dedican a ello, todo sea dicho) para intentar instalar en la Steam Deck de Valve. El SSD es un Solidigm D5-P5336 que como habréis visto en las imágenes no es precisamente de formato M.2 2230, y de hecho han tenido que hacer uso de un adaptador de U.2 a M.2 para el conector. De hecho, y como se puede ver en la imagen de arriba, también han tenido que modificar la consola para añadir una fuente de alimentación externa, ya que con este monstruo el consumo de energía sería bastante mayor.
Obviamente, no es solo por tener una fuente externa conectada a la consola portátil, es que al ponerle un SSD de este formato ni siquiera se puede cerrar la tapa trasera y por lo tanto sería bastante incómodo el intentar jugar con ella, pero para ver qué es lo que se puede llegar a hacer como dato curioso, desde luego que nos vale.
Como podéis ver en la imagen de arriba, la Steam Deck logra reconocer sin problemas este SSD que le han instalado, y da un rendimiento más que decente con él: más de 3.600 MB/s de lectura y cerca de 2.900 MB/s de escritura, que no está nada pero que nada mal.
Desde luego, y aunque como ya hemos dicho será bastante incómodo jugar con la consola en este estado, desde luego no van a tener problemas a la hora de instalar todos los juegos que quieran, ¿verdad?