A día de hoy tenemos muchas opciones respecto a ordenadores. Desde la llegada de los mini PC estos nos han creado muchas dudas de cuál es mejor o nos conviene más. Son bastante diferentes y por eso tendremos que ver en que punto gana cada uno para poder decidirnos.
Así que vamos a analizar las ventajas de un sobremesa de toda la vida respecto a los nuevos mini PC que están tan de moda, aunque ya te digo que cada uno tiene sus puntos a favor. No será una decisión sencilla.
Ventajas de un sobremesa
En este artículo nos centraremos en las ventajas de un PC de sobremesa respecto de los mini PC. Si quieres ver las desventajas de estos te dejamos un artículo donde hablamos de ellos.
En primer lugar, y la más importante, su potencia. No podemos comparar a unos con los otros si hablamos sobre esta característica. Los ordenadores de torre son mucho más grandes y por tanto tienen más espacio para añadir no solo componentes, sino herramientas como más ventiladores que ayuden al mejor funcionamiento y refrigeración de este. Es cierto que cada vez se hacen procesador, gráficas, etc, más pequeños, sin embargo, a día de hoy no podemos ni siquiera acercarlos. Un mini PC no estaría hecho para gaming ni tampoco para procesamiento de video, programación u otras tareas que requieran mucha potencia. Es verdad que pueden hacerlo, de una forma más lenta y simple, pero si estás pensando en comprar uno para utilizarlo en alguna de estas tareas, no serán tu mejor opción.
Por otro lado, su compatibilidad y personalización. Y no hablamos solamente de a nivel estético, donde obviamente tenemos muchas más opciones de cajas, colores, luces RGB y demás accesorios para tener nuestra torre a nuestro gusto, a diferencia de los mini PC que, como los portátiles, ya suelen venir prefabricados y son más difíciles de personalizarlos a nuestra manera, al menos por ahora.
Lo que nos lleva a la conclusión de que tampoco será fácil personalizar los componentes ni intercambiarlos como lo haríamos en un sobremesa. Se puede hacer, pero las opciones que tenemos son mucho más limitadas, y, por tanto, tener un ordenador que podamos ir actualizando o mejorando con el tiempo se hace más complicado.
Siguiendo con sus ventajas, podemos hablar de la ampliación general, no solamente de componentes o ventiladores, como ya hemos hablado, que en un mini PC no podremos agregar, sino de simplemente puertos, por ejemplo. En un sobremesa puedes tener la cantidad de conexiones tanto de entrada como de salida que desees. Aunque no utilices un VGA, nunca puede venir mal tenerlo, al igual que un simple lector de CDs. Son características que por espacio y coste estos mini PC ya están obviando, y que algún día puede que lleguemos a necesitar.
Aunque eso no quita, que en un momento puntual podamos adquirir dispositivos externos que nos permiten tener todos los puertos que deseemos, sin embargo, eso sería un accesorio más que limitaría la movilidad del mini PC, así como su tamaño, que es la característica principal del mismo. Aunque es algo a tener en cuenta, que por poder, podríamos leer un simple CD en uno de ellos, con un lector externo.
Si queremos hablar también de lo que cuesta cada uno está claro que en un principio podríamos pensar que es mejor un mini PC, teniendo en cuenta que podemos encontrar algunos que incluyen lo más básico y que nos permiten trabajar o hacer tareas de bajo rendimiento por poco dinero. Al final depende de las necesidades de cada persona, pero por lo general lo mismo que hace un mini PC lo podemos conseguir con un portátil o incluso con una Raspberry Pi que resulta bastante más barata que el propio mini PC, siempre y cuando la potencia no nos importe demasiado.
Al final en términos generales, el hecho de adquirir un PC de sobremesa frente a un mini PC siempre va a ser mejor, siempre y cuando queramos un mayor rendimiento y potencia frente a la comodidad y bajo coste que pueden ofrecer los ordenadores en miniatura, al final las ventajas que ofrecen estos dispositivos son inferiores a los contras que tienen.
Es verdad que existen características que hacen que una opción pequeña sea mejor, sobre todo por movilidad y precio. Sin embargo, si hablamos de calidad y de un ordenador de verdad, nunca podremos comparar a unos con los otros. Así que depende de simplemente tus necesidades cuál vas a escoger, pero nosotros lo tenemos claro, al menos a lo que deberíamos llamar un ordenador de verdad.
Aunque si eres de los que cree que un mini PC es mejor que uno de sobremesa, también tenemos un artículo contrario, comentando las ventajas reales de estos ordenadores en miniatura. No son pocas, aunque dependerá de lo que estés buscando. Sería un buen debate, cada uno tiene sus beneficios respecto al otro.