En la actualidad, la única forma de escribir sin utilizar un teclado es utilizando las diferentes herramientas de dictado que podemos encontrar en el mercado, herramientas que nos invitan a corregir el contenido escrito para que sea legible por otras personas.
En un futuro no muy lejano, no hará falta este tipo de aplicaciones ya que podremos sustituir tanto el teclado como las aplicaciones de dictado por un dispositivo en el que está trabajando Meta que permite escribir lo que se piensa.
Si cuentas con unos cuantos años a las espaldas y te gusta el cine clásico (como es mi caso), es probablemente que lo primero que te haya venido a la mente es la película Firefox de Clint Eastwood basada en la novela del mismo nombre escrita por Craig Thomas. En esta película, el protagonista visita Rusia para robar un avión que se controla únicamente pensando las instrucciones en ruso ya que carecía de mandos.
Meta publicó hace unos días los resultados de dos estudios que detallan los resultados de las pruebas que han obtenido con escáner cerebral combinado con un modelo de Inteligencia Artificial diseñado para interpretar las señales cerebrales y convertirlas en texto.
Dispositivo que escribe lo que piensas
Estamos hablando de Brain2Qwerty. La principal novedad que ofrece Brain2Qwerty en comparación la tecnología ya existente es que la puede utilizar cualquier persona sin tener que hacer ningún tipo de cirugía al no ser invasiva, por lo que se eliminan los riesgos asociados a la neurocirugía para implantar neuroprótesis que permiten a la comunicación en pacientes que han perdido la capacidad de hablar y/o moverse.
Brain2Qwerty es un método no invasivo que interpretar las señales cerebrales y convertirlas en texto. Este dispositivo es un escáner de magnetoescefalografía, que mide y registra los campos magnéticos que se producen a través de las corrientes eléctricas generadas por las señales cerebrales.
Los resultados obtenidos se combinan con un modelo de IA que reconstruye todos los datos y es capaz de transcribir el pensamiento con un índice de aciertos del 80%. Aunque se trata de una técnica no invasiva, todavía tiene un largo camino por recorrer para que se puede implementar de forma masiva ya que tiene una serie de desventajas muy importantes.
El primero es su precio. Este escáner cerebral cuesta 2 millones de dólares. A su elevado precio, tenemos que sumar que pesa más de una tonelada. Si el precio no es un impedimento, seguro que si lo es su elevado peso. A esto, también tenemos que añadir que la habitación donde se instala debe utilizar paredes especiales para evitar que el campo magnético de la tierra afecte a los resultados y contaminar los resultados obtenidos.
Además, el usuario que la utiliza debe mantener la cabeza completamente quieta para que las lecturas sean lo más fiable posible para que la IA pueda interpretarlas. Pero, lo más importante de este proyecto en el que está trabajando Meta es que se reduce la brecha entre métodos invasivos y no invasivos, abriendo la posibilidad de desarrollar interfaces cerebro-computadora seguras para pacientes que tienen problemas para comunicarse, lesiones cerebrales o trastornos neuromusculares.