A día de hoy no se le escapa a nadie que conoce las unidades de estado sólido, que entre sus puntos fuertes en comparación con los discos duros no se encuentra la capacidad de almacenamiento. Es por ello que hablar de un SSD de 300 TB suena a entelequia a día de hoy, sin embargo, todo esto depende del contexto y es que la afirmación tiene cierta trampa.
Siempre hemos dicho que para nosotros la mejor unidad SSD sería aquella con un tamaño igual al de las unidades de dos pulgadas y media, pero con la velocidad y el ancho de banda de las del tipo M.2. Es decir, que englobe lo mejor de ambos mundos. Esto ya existe en los conectores U.2, pero por desgracia las placas base para PC no incorporan dicho conector, el cual es más común en servidores o centros de datos.
¿Veremos un SSD de 300 TB en 2026?
Al menos esto es lo que afirma Pure Storage, una empresa dedicada a la fabricación de dispositivos de almacenamiento basados en memoria flash cuando habla de su formato propietario, bautizado como Direct Flash Module, el cual les va a permitir tener unidades SSD de 300 TB. ¿Suena bien verdad? Pues el jarro de agua fría es que están pensados para funcionar solo en sus centros de datos, por lo que no solo no los podrás instalar en tu PC, sino que tampoco podéis instalarlo en un servidor, incluso si tiene una interfaz U.2.
Como se puede ver en la imagen, la unidad no es precisamente pequeña en tamaño e incluso supera a una unidad SSD SATA de 2.5 pulgadas, todo para poder contener una gran cantidad de chips de memoria flash del tipo TLC o QLC que le permitirían llegar a la unidad a los 300 TB en 2026, que es cuando la capacidad de los chips disponibles en el mercado sea lo suficientemente alta. En todo caso, como ya hemos dicho antes, no está pensada para instalarse en un ordenador de a pie y no respecta el factor forma estándar de las unidades en el mercado.
Sin embargo, esto nos abre la posibilidad de una unidad de alto rendimiento del mismo tipo para PC, aunque lo único que se nos ocurre sea algo que tenga forma de tarjeta gráfica, pero que en vez de albergar una GPU y su VRAM, albergue el controlador flash, los chips 3D NAND y la RAM correspondiente. Todo ello con un disipador con ventilador encima con tal de mantener la unidad refrigerada. No obstante, la mayoría de usuarios seguirán usando los módulos M.2 al no necesitar cantidades de almacenamiento tan grandes.
El diablo se encuentra en los detalles
Una de las formas con las que veremos un aumento en la capacidad de los SSD estará en el hecho de que tendrán mecanismos de compresión y descompresión de datos a tiempo real, lo que les permitirá almacenar más información que la que físicamente podrían en principio. Dicha capacidad de cifrar y descifrar datos vendría integrada en el controlador flash de las diferentes unidades, aumentando con ello la capacidad de almacenamiento sin tener que depender de chips NAND Flash de mayor capacidad. Todo ello es algo que esperamos ver en todas y cada una de las unidades como una característica común que se irá integrando en los próximos años.