Tener iluminación detrás de nuestros monitores o televisores no debe de ser una decisión de estilo únicamente, ya que la inclusión de este tipo de iluminación en los dispositivos también responde a una necesidad por parte de nuestros ojos.
Cuando estamos pasando horas delante del monitor en una habitación a oscuras, sin ninguna otra luz que la que emana nuestra pantalla, nuestros ojos pueden fatigarse mucho antes de lo normal.
Para poder entender esto demos un leve repaso a cómo funcionan nuestros ojos. La parte más importante del funcionamiento del sentido de la vista para este tema es que los ojos funcionan en un sistema de medias: cuando miras a algo, las luces de un coche, un paisaje, la pantalla de la televisión… las pupilas se dilatan para regular cuánta luz entra en nuestros ojos. El grado de dilatación se haya con la media de la cantidad de luz que nuestros ojos captan de la escena que estamos observando.
Cuando usamos nuestro ordenador a oscuras, los ojos están enfocados en una pequeña ventana con un alto nivel de brillo que está en contraste con la gran oscuridad de su alrededor. Por lo que, a la hora de ajustar el tamaño de la pupila, este no se calcula según el brillo de nuestra pantalla, lo hacen en función del brillo total de la sala.
Esto tiene dos inconvenientes, uno es la fatiga que te hemos comentado al principio, ya que nuestros ojos hacen un mayor esfuerzo a la hora de recibir las imágenes del monitor, y otro es que los ojos captan peor los contrastes de negro si la sala está completamente a oscuras.
Normalmente contamos con pequeñas luces en la habitación en la que usamos el ordenador, ya sea un flexo o luces de pie, sin embargo, estas luces producen reflejos y brillos en la pantalla que hacen que sea más difícil ver el contenido que hay en esta, llegando a perjudicar la calidad del contraste de la pantalla.
Disponer de luz detrás de tu monitor hace que aumente la luz ambiente en tu campo de visión, además, sin interponerse en ella creando reflejos en la pantalla. Gracias a este incremente de luz el ojo podrá hallar una mejor forma de recibir la luz del entorno y evitar que tus ojos se fatiguen tan fácilmente.
Además, tener este tipo de iluminación hace que veas mejores los contrastes en la pantalla. Si iluminas la pared que hay detrás de tu monitor conseguirás ver unos grises y negros más ricos.