La placa base es, a día de hoy, un elemento cotidiano (no solo en ordenadores) al que nos referimos constantemente, al menos en el mundo del hardware. Pero, ¿te has llegado a preguntar alguna vez cuál es su origen o cómo llegó a convertirse en lo que es ahora? Pues vamos a ver un poco la historia de un componente tan importante.
Actualmente, tenemos a la placa base como un elemento «más» de nuestro ordenador. La misión principal de esta es conectar todos los componentes y periféricos de nuestro ordenador, y que se comuniquen. Pero eso es ahora, que tenemos un montón de elementos que se deben «hablar».
Hoy en día, una placa base es infinitamente más compleja de las primeras versiones de la misma. Además, todo se ha miniaturizado muchísimo, hasta el punto que el Northbridge se ha integrado en el procesador, quedando solo el Southbridge sobre ella, también conocido como chipset.
Un poco de historia
Vamos con el principio: el microprocesador se desarrolló mucho antes que la primera placa base. Los primeros equipos informáticos tenian una arquitectura «sencilla» por decirlo de algún modo. Es más, la mayoría de acciones que realiza el chipset de la placa base en la actualidad los hacía el propio procesador.
Suponía que el procesador tenía el firmware de «arranque» del sistema y era un problema. Cuando cambiabas alguno de los elementos, inevitablemente, se tenía que escribir de nuevo el firmware de manera completa. Un proceso que resulta tedioso y costoso, así que era necesario encontrar una solución que lo simplificara.
El primer equipo considerado como PC fue el IBM modelo 5150, que montaba lo que llamaron “breadboard”. Fue presentado el 12 de agosto de 1981, aunque fue la quinta generación de computadoras de la marca. Fue creado por un equipo de ingenieros de IBM dirigidos por Don Estridge y William C. Lowe.
Antes de la primera placa base, todo era mucho más rudimentario. Los ordenadores personales se conectaban mediante placas con múltiples bahías de conexión o, directamente, con cables que hacían de puente entre componentes.
Para el usuario esto era tremendamente frustrante por varios motivos. El primero, realizar una actualización física, en muchos casos, requería de conocimientos electrónicos y de soldadura. Además, como hemos comentado, se tenía que escribir de nuevo el firmware para que el nuevo componente funcionara. Por consiguiente, se debía inventar algo que simplificara el proceso.
Patty McHugh, madre de la placa base
Con estos problemas entra en escena Patty McHugh, considerada la madre de las placas base (mother of the motherboard). Era una ingeniera de IBM que a finales de los 80 creó el concepto de placa base modular que conocemos hoy en día (si bien es cierto que lógicamente algo más tosco). La creación de la placa base simplificó muchísimo la manera en la que los componentes de hardware interactuaban los unos con los otros. Desde ese momento solo era necesario cargar los drivers del nuevo componente que queríamos instalar para que todo funcionara.
Esto fue el inicio de todo. La invención de la placa base supuso que ya no hacía falta un grupo de ingenieros de hardware y software trabajando en conjunto para crear un ordenador, sino que cualquiera con unos conocimientos mínimos podía comprar un nuevo componente e instalarlo él mismo. A partir de ese momento los fabricantes vieron las puertas abiertas a la fabricación y comercialización de componentes de hardware, así como de equipos clónicos al PC de IBM.
Del IBM 5150 a las placas base modernas
Está claro que en estos más de 35 años las cosas han evolucionado mucho, pero también está claro que el diseño de placa base modular que IBM creó a finales de los años 80 es, en esencia, exactamente igual que el que utilizamos en las placas base modernas. En la actualidad, podemos encontrar diferentes formatos de placa base:
- E-ATX. Este formato es el más grande de todos con unas dimensiones de 305x330mm, lo que permite añadir un mayor número de componentes y se utiliza principalmente en servidores.
- ATX. El formato ATX es el formato más común y utilizado, especialmente dentro de los PCs gaming con unas dimensiones de 305×244 mm.
- Micro-ATX. La placa Micro ATX tiene unas dimensiones de 244x244mm, una versión más compacta que la ATX diseñada para equipos más pequeños y donde se encuentra menos espacio disponible para conectar componentes.
- Mini-ITX. Con un tamaño de 170x170mm, nos encontramos con las placas Mini-ITX diseñadas para equipos compactos y, debido a sus dimensiones, no están diseñadas para añadir muchos componentes.
- Nano-ITX. Estas placas están diseñadas para mini PC y tienen unas dimensiones de 120×120 mm.
Se han ido añadiendo cada vez más cosas a éstas, especialmente controladores y demás, descargando así de trabajo al procesador, con el añadido de que a día de hoy las placas base son casi universales mientras se respete el formato (es decir, una placa de socket 1151 no admite un procesador AMD, pero sí cualquier procesador de socket 1151 pero no con otro socket como 1200, y por ejemplo cualquier tarjeta gráfica PCI-Express o disco duro SATA es compatible).
Hay que mencionar que últimamente fabricantes como ASUS están intentando innovar en el ámbito de las placas base, en este caso integrando un conector en la propia placa para suministrarle energía a la tarjeta gráfica, evitando tener que utilizar cables de alimentación extra para éstas.