La ya comentada en más de una ocasión Ley de Moore ha jugado una mala pasada a Intel. Cada vez es más difícil hacer la transición en el proceso de fabricación y esta vez los 10 nm van a tener que esperar en relación al cronograma planteado hace tiempo por Intel. Kaby Lake es un claro ejemplo de optimización de Sky Lake pero tocaba el momento de ver aparecer a Cannon Lake y éste tendrá que esperar al menos hasta mediados de este año.
Quizás seamos un poco exagerados cuando digamos que Kaby Lake es un parto no deseado de Intel pero las mejoras que introduce respecto a Sky Lake creo que no merecen un lanzamiento digno de una revolución. E Intel lo sabe. Lo sabe porque Kaby Lake ha entrado de puntillas en el panorama actual y porque Intel tenía que seguir cumpliendo fielmente el planteamiento de sacar evoluciones de sus procesadores cada 18 meses.
Pobres mejoras con una pequeña esperanza a lo lejos
Las pobres mejoras las podréis ver más en detalle en la review que os ponemos justo cuando Intel acaba de levantar el embargo. Cuando se tiene que hacer alusión a los usuarios que consumen mucho video en formato 4k y cuando se tiene que anunciar a bomobo y platillo soporte nativo para USB 3.1 es que las mejoras, en general, no son merecedoras del adjetivo «revolución». No hay un cambio en el proceso de fabricación, ni un cambio en la arquitectura. Tan solo hay una pequeña evolución. Y AMD en el horizonte. Cuidado que Zen se acerca lentamente pero con paso firme.
En el horizonte una pequeña chispa para la esperanza. Además de las buenas velocidades de reloj que nos presentan estos nuevos procesadores, el margen de OC es sencillamente espectacular.
Solo os toca a vosotros sacar conclusiones y ver si realmente merece la pena dar el salto a Kaby Lake. Yo estoy obligado a darlo por las exigencias de la web y de las nuevas placas Z270. Mi obligación seguir manteniendoos informados. Ese es el espiritu de hardzone. Las recomendaciones quedan a la luz de los datos que os damos. Bienvenidos al nuevo