ASRock va a sacar a la venta su nueva placa base ASRock H110M-DS/Hyper, una placa para procesadores que empleen el socket LGA1151 destinada a ser montada en ordenadores destinados a jugar con ellos pero cuyo presupuesto es muy reducido. La empresa quiere posicionar este nuevo modelo como un producto de gran calidad, para lo cual lo ha dotado con una un disipador para los VRM del procesador y un diseño que emplea únicamente condensadores de estado sólido.
La nueva placa base ASRock H110M-DS/Hyper se basa en el chipset Intel H110 Express. Este es un modelo de chipset muy básico que admite solo el estandar PCIe 2.0 hasta un máximo de 6 vias PCIe y no soporta el estándar PCI. Sin embargo, sí soporta el estándar SATA 3 para el conexionado de unidades de almacenamiento. La placa base obtiene la energía de una combinación del conector de alimentación ATX de 24 pines y el conector de alimentación EPS de 8 pines que alimenta al procesador. A parte, a la placa se le ha dotado de unos reguladores de voltaje de 4 + 1 fases que se mantendrán refrigerados gracias al empleo de un disipador que ASRock ha colocado encima de ellos, algo para nada habitual en las placas base de un precio tan reducido como el de esta H110M-DS/Hyper.
El zócalo del procesador está físicamente conectado a dos ranuras DIMM para memoria DDR4, que soporta hasta 32 GB de memoria de doble canal DDR4-2133 MHz en una configuración máxima de 2 x 16 GB, así como a una ranura PCIe 3.0 x16. La única otra ranura de expansión es una PCIe 2.0 x1, que está conectada directamente al chipset H110 de la placa base. La conectividad es, como es de esperar por el chipset y el rango de precios básico, bastante básica incluyendo cuatro puertos SATA 3 de velocidad de 6 Gb/s, cuatro puertos USB 3.0 (dos en el panel posterior, dos de cabeceras), audio de alta definición de 6 canales, así como una tarjeta de red Gigabit Ethernet (el modelo Realtek RTL8111GR). La única salida de la pantalla es un conector DVI de doble enlace. La placa base lleva una Bios de tipo UEFI como sucede con todas las placas base de chipsets Intel desde el lanzamiento de Sandy Bridge desde el año 2011.
Cuando salga a la venta se espera que la placa base cueste al rededor de 60 €.