A día de hoy una gran cantidad de terminales móviles incorporan un sensor de huella dactilar que sirve tanto para desbloquear el dispositivo como para otras opciones de seguridad, incluyendo en algunos casos para realizar pagos seguros. Con esta premisa en mente, ¿por qué no utilizar un sensor de huella dactilar allí donde hasta ahora utilizábamos una llave? Es la premisa que nos plantean con Tapplock, un candado de los de toda la vida pero que en lugar de utilizar una llave para su apertura cuenta con un sensor de huellas.
Actualmente Tapplock es un simple proyecto que se ha planteado en Indiegogo pero que a falta de 26 días para su consecución ya ha recaudado un 176% del capital inicial que necesitaban para llevarlo a cabo. Lo que plantean es un candado que se abre sin necesidad de llave o sin que tengamos que recordar una combinación de números: simplemente con nuestra huella dactilar, o con las huellas que queramos configurar, todo ello desde una aplicación móvil que no solo permite gestionar usuarios autorizados, sino incluso controlar horarios en los que pueden o no pueden abrir el candado.
Tapplock se presenta en dos modelos, el normal de tamaño considerable que incorpora incluso una batería reemplazable de 1200 mAh (según los creadores le da una autonomía de tres años) y una versión «Lite», más pequeño y ligero y con una batería que lo dota de una autonomía de seis meses. En ambos casos el Tapplock está diseñado a prueba de agua y golpes, de manera que se puede utilizar en el exterior sin problemas y se evita el que pueda ser forzado (claro está que una cizalla hace su trabajo como con un candado tradicional).
Como hemos comentado antes, el candado se gestiona desde una aplicación en el móvil que permite crear hasta 100 usuarios, controlar horarios, y se comunica con el Tapplock a través de Bluetooth. El Tapplock «grande» tendrá un precio de 49 dólares mientras que la versión Lite costará 29 dólares, en ambos casos con unidades limitadas para los que apoyen la campaña de financiación.