El pasado 7 de Noviembre se subastó en Alemania el primer ordenador personal de la historia, el Kenbak-I, con un precio inicial de 15.000 euros y que terminó vendiéndose por más del doble, 34.000. Fabricado en 1971 (cinco años antes que el conocido Apple I), John Blankenbaker lo fabricó en su garaje y creó la empresa Kenbak Corporation (con él como único empleado), y produjo 49 unidades más en los dos años siguientes.
El cerebro del Kenbak-I era tan sencillo que carecía de procesador como tal. En su lugar, todo funcionaba a través de transistores, puertas lógicas y circuitos integrados (me recuerda a las prácticas que hacíamos en la asignatura de microarquitectura de computadores), y solo contaba con 256 bytes de memoria (en equivalencia, era como un PC de 8 bits). A pesar de ello, el Kenbak-I es capaz de ejecutar varios cientos de instrucciones por segundo gracias a que su velocidad de funcionamiento se aproxima a 1 Mhz.
Ésta primera unidad del Kenbak-I salió a la venta por primera vez en 1971 con fines educacionales, y la intención de su creador, John Blackenbaker, era la de poder proporcionar un ordenador personal tanto a usuarios como a escuelas a un precio asequible. Salió a la venta a un precio de 750 dólares de aquel entonces.
Como ya os figuraréis por la imagen, el Kenbak-I no era más pequeño que cualquier ordenador personal actual (mide 49 x 29 x 11 centímetros), pero sí que era mucho más pesado. Contaba con una fuente de alimentación de 45 vatios, y contaba con una serie de botones e interruptores en su frontal que le permitían realizar diferentes tareas preprogramadas.
Como decíamos al principio, el pasado 7 de Noviembre el Kenbak-I salió a subasta a un precio inicial de 15.000 euros, aunque finalmente y tras no demasiadas pujas se vendió por la nada despreciable cantidad de 34.000 euros. No se sabe, al ser una subasta online, quién es el comprador de ésta auténtica joya que presume de ser el primer ordenador personal de la historia, un dato que no sabemos si es del todo cierto aunque sí lo parece pues su fecha de puesta a la venta es cinco años antes que el Apple I de la manzana mordida.