La videoconsola Sony PS4 admite que los usuarios podamos instalar los juegos en unidades de almacenamiento externo, y esto incluye SSD USB 3.0 que son bastante más rápidos que los discos duros, y por supuesto que el disco duro interno de la consola. Pero, ¿esto mejora el rendimiento? ¿Qué es mejor, usar el almacenamiento interno o un SSD externo USB 3.0? Vamos a comprobarlo.
En las consolas de más recientes generaciones se ha producido un fenómeno que ha ayudado a los jugadores a almacenar sin problemas buena parte de sus bibliotecas de juegos y es la posibilidad de conectar unidades extra, internas o externas (en los casos de PS4 y ahora PS5), que nos permiten almacenar descargas o utilizar directamente esas unidades como lanzaderas para ejecutar nuestras compras. Ahora bien, muchos os preguntáis, además, si esa ventaja en el almacanemiento se traduce también en una mejora en el rendimiento en sí. Es decir, ¿los juegos pueden llegar a ejecutarse más rápido puesto que esas unidades, casi siempre SSD, tienen mayores velocidades de lectura y escritura respecto de los viejos HDD?
Por norma general, cuando a un ordenador antiguo le cambiamos un viejo disco duro y le instalamos un SSD comprobamos que su rendimiento mejora considerablemente, no solo a la hora de arrancar el equipo y cargar el sistema operativo, sino cuando queremos abrir una aplicación o cargar algún tipo de archivo con mucho peso en megas. Así que aplicando esa lógica a otro sistema parecido, ¿podemos esperar una mejora tan considerable en una vieja consola con HDD como es PS4?
El entorno de pruebas
Para nuestras pruebas vamos a utilizar una PS4 Pro (CUH-7000) con el último firmware instalado (en el momento de escribir este tutorial, es la versión 7.00), cuyos puertos USB son 3.1 de alta velocidad (los tres que tiene, así que da igual en cuál conectar la unidad externa). El SSD externo que vamos a emplear es un Transcend ESD230C de 960 GB, que también tiene USB 3.1 y que es capaz de entregar unas velocidades teóricas de hasta 520 MB/s de lectura y 460 MB/s de escritura.
El SSD está configurado como almacenamiento ampliado en la consola (y fijaos que a pesar de que la PS4 tiene disco de 1 TB, no me cabrían todos los juegos que tengo instalados de no ser por el almacenamiento externo). En todas nuestras pruebas, vamos a usar juegos descargados de manera digital, para que no influya en nada el tener o no tener el DVD del juego puesto y dando vueltas en el lector.
Pruebas de tiempos de carga
Es por eso que vamos a medir cuánto tiempo tardan en cargarse algunos juegos estando instalados en el almacenamiento interno de la PS4, o estando instalados en el SSD externo desde que le damos a jugar y se nos muestra el menú principal del juego. A continuación os dejamos los dos parámetros que hemos obtenido en función de ese tiempo invertido y lo cierto es que podemos apreciar cambios significactivos, sobre todo dependiendo del juego. Mirad:
Bloodborne
- Almacenamiento interno: 19 segundos.
- SSD USB 3.0: 14,2 segundos.
Rise of the Tomb Raider
- Almacenamiento interno: 15,5 segundos.
- SSD USB 3.0: 7,1 segundos.
The Witcher 3: Wild Hunt
- Almacenamiento interno: 1 minuto y 2 segundos.
- SSD USB 3.0: 42 segundos.
Assassin’s Creed Odyssey
- Almacenamiento interno: 55 segundos.
- SSD USB 3.0: 29 segundos.
Salta a la vista que no hace falta probar muchos más juegos para ver una notable diferencia en cuanto a los tiempos de carga, y es que los que están instalados en el almacenamiento USB 3.0 se cargan mucho más rápidamente. Solo con esto ya puede merecer la pena tener la PS4 con un disco externo USB 3.0 para los juegos por lo que casi que os remitimos a buscar un modelo compatible para instalarlo cuanto antes.
El hecho de que en la mayoría de los juegos pueda prácticamente reducir a la mitad los tiempos de carga mejora en gran medida la experiencia de juego como podemos imaginar, sobre todo en aquellos que utilizan un sistema de niveles cada uno con un tiempo de carga independiente. En los juegos de mundo abierto también resulta algo bastante importante, ya que marca la diferencia entre que el juego vaya mejor o peor, por el hecho de que estos títulos también tienen pantallas de carga aunque no las veamos, lo que evita que haya tirones en las situaciones que aparece una.
De todas formas, si la carga es importante, los tiempos de espera dentro del juego también tienen su peso, y eso es lo que vamos a comprobar ahora. ¿Se nota este SSD USB algo a la hora de echarnos unas partidas? Veamos…
Pruebas en experiencia de juego
Hemos de decir sin tapujos que no existe ninguna mejora en la experiencia de juego una vez que éste está cargado, salvo cuando tenemos pantallas de carga al cambiar de mapa o cuando tiene que cargar una cinemática. De igual manera a como los juegos se inician mucho más rápido teniendo el SSD externo en la PS4, las pantallas de carga también salen durante menos tiempo, lo cual sí que mejora efectivamente la experiencia de juego como tal porque tendremos que estar esperando bastante menos tiempo.
Por lo demás, como decimos no hay diferencia alguna en cuanto a jugabilidad, pero de nuevo creemos que merece la pena por el tiempo que ahorramos en pantallas de carga, carga de cinemáticas e incluso al cargar una partida guardada, que también se nota. Pero dentro de la partida lo que ocurre tiene menos que ver con los tiempos de carga y sí con los componentes que trabajan en la ejecución del título y sus propias limitaciones.
¿Por qué ocurre esto?
El disco duro de PS4 pese a que utiliza una interfaz SATA se encuentra conectado a una interfaz USB 2.0 a nivel interno, lo que para un disco mecánico de toda la vida no es un problema, ya que el rendimiento de estos no suele pasar de los pocos cientos de Megabytes por segundo. Esto como podemos imaginar implica que dicho disco tiene ciertas limitaciones, como sucede prácticamente en cualquier otro tipo de dispositivo de este tipo, y motivo por el cual se están dejando de utilizar, por el rendimiento que ofrecen.
En este caso obviamente el uso de un SSD permite que funcione mucho mejor al tener una interfaz superior, lo que hace que pueda aprovechar más las capacidades que tienen este tipo de unidades de almacenamiento tal y como hemos podido ver anteriormente. Obviamente el hecho de utilizar una interfaz que ofrece mejores características marca la diferencia, y más si es para poder aprovechar todo lo que puede ofrecer una unidad SSD, aunque como podemos imaginar, no podrá ofrecer la mayor velocidad posible que tienen algunas de las unidades actuales por ser una versión un poco más antigua.
Cambiar el disco duro de una PS4 por un SSD
Si no queremos utilizar un disco duro externo conectado a uno de los puertos USB de nuestra PS4, para así poder utilizar mandos no oficiales con cable o auriculares con cable USB, podemos reemplazar el disco duro de la PS4 por una unidad SSD y disfrutar de las velocidades de cargar mucho más rápidas, por no lo hablar del tiempo necesario para instalar cualquier juego que tengamos instalado en el equipo, especialmente cuando de trata de juegos multijugador que ocupan varias decenas de GBs.
A lo largo de su ciclo de vida, Sony lanzó 3 diseños diferentes de la PlayStation 4: La primera generación, corresponde a los modelos CUH-1200, CUH-1110 y CUH-1000. Para reemplazar el disco duro por un SSD, con la consola mirando hacia nosotros, debemos deslizar la parte izquierda hacia afuera. A continuación, desatornillamos el tornillo del disco duro y lo reemplazamos por el SSD.
Para reemplazar el disco duro de la PlayStation 4 Slim, debemos darle la vuelta a la consola y deslizar la tapa de bahía hacia afuera, desatornillar el tornillo exterior y reemplazar la unidad sobre el soporte de este.
Respecto a la PlayStation 4 Pro, este se encuentra en la parte trasera y donde debemos bajar la tapa que da acceso al disco duro y desatornillar el soporte que lo sujeta. A continuación, extraemos la bandeja y reemplazamos el disco duro por el SSD.
Una vez he reemplazado el disco duro, debemos instalar el sistema operativo. En primer, debemos descargarlo desde este enlace a la página de PlayStation y copiar en un USB desde un PC. A continuación, debemos arrancar la PlayStation en modo seguro y seleccionar Inicializar PS4 (reinstalar software del sistema).
En conclusión, el rendimiento mejora y mucho
Tras realizar estas pruebas no podemos sino recomendar el utilizar un SSD externo USB 3.0 en la PS4 para nuestros juegos, ya que mejora de manera notable el rendimiento de la consola ya no solo a la hora de iniciar los juegos, sino también dentro de ellos cuando salen pantallas de carga o tenemos que esperar hasta que carga el vídeo de una cinemática. Esto es algo bastante obvio como podemos imaginar, principalmente por el hecho de que aprovecha de una forma mucho mejor una interfaz que resulta mucho más veloz.
Debeis tener en cuenta que aunque utilicemos un SSD externo de mayor velocidad, las partidas que guardemos seguirán almacenándose en el disco interno de la propia consola, aunque como podemos imaginar la velocidad de carga será bastante más rápida tal y como habéis podido ver. En general hacer el cambio de la unidad interna o utilizar un SSD externo es de las mejores opciones que tenemos para reducir el tiempo de carga de nuestros juegos, permitiéndonos disfrutar mucho más de cualquier título posible.
Como dato, recordarte que esto es posible gracia a que los discos de almacenamiento de las consolas son exactamente iguales a los del ordenador, e igual que puedes utilizar un SSD externo para conseguir ejecutar los juegos, también puedes utilizar el disco duro de la consola como unidad de un ordenador, una vez que esta se estropee o la quieres jubilar, como explicamos en este artículo.