Después de ver la potencia de los AMD Ryzen 7600X, 7700X y 7900X, aún nos queda por descubrir el procesador más potente de AMD para escritorio hasta la fecha, el Ryzen 9 7950X. Con este procesador, el fabricante quiere ofrecer a los usuarios una alternativa equivalente a los Intel Core i9, y supone un procesador perfecto para los usuarios más exigentes, tanto para renderizado y procesado de imagen y vídeo, como para gaming. En este artículo os mostramos nuestro análisis.
Este procesador utiliza, igual que sus hermanos, la plataforma AM5, la cual destaca principalmente por haber abandonado el clásico socket PGA (con los pines en el procesador) a favor del LGA (los pines en la placa base) utilizado desde hace años por Intel. Además, esta plataforma también destaca por el uso de memorias DDR5 así como otros nuevos estándares como el PCIe 5. El procesador AMD Ryzen 9 7950X es perfecto para exprimir todo esto y ofrecer a los usuarios el mejor rendimiento. ¿Estará a la altura? Vamos a verlo.
AMD Ryzen 9 7950X: características
Procesador | Núcleos / Hilos | Velocidad base | Velocidad máxima | TDP |
---|---|---|---|---|
Ryzen 9 7950X | 16/32 | 4,5 GHz | 5,7 GHz | 170W |
Ryzen 9 7900X | 12/24 | 4,7 GHz | 5,6 GHz | 170W |
Ryzen 7 7700X | 8/16 | 4,5 GHz | 5,4 GHz | 105W |
Ryzen 5 7600X | 6/12 | 4,7 GHz | 5,3 GHz | 105W |
El procesador AMD Ryzen 9 7950X utiliza, como el resto de la serie AMD Ryzen 7000, la arquitectura AM5. Esta CPU está diseñada para funcionar a una velocidad base de 4.5 GHz, consiguiendo, gracias a Precision Boost 2, hasta 5.7 GHz. El procesador cuenta con 16 núcleos físicos y 32 hilos, por lo cual, va a ofrecernos un rendimiento sin precedentes en todo tipo de cálculos y procesos simultáneos. En su interior esconde 64 MB de memoria caché L3, 16 MB de memoria caché L2, y 1 MB de memoria caché L1, así como dos canales de memoria RAM DDR5 de hasta 5.200 MHz.
En cuanto al consumo, estamos ante una CPU bastante exigente, ya que cuenta con un PPT de 230W. Esto hace que su TDP sea de 170W, un valor muy alto que nos va a obligar a disponer de un buen disipador (o una buena refrigeración líquida) si queremos que la temperatura se mantenga siempre en valores adecuados. Junto a los núcleos de procesamiento, también encontramos un chip gráfico AMD Radeon Graphics, de dos núcleos y que funcionan a una frecuencia de 2.200 MHz como máximo.
Además, esta CPU soporta las principales instrucciones que podemos necesitar, como AES, AMD-V, AVX, AVX2, AVX512, FMA3, MMX(+), SHA, SSE, SSE2, SSE3, SSE4.1, SSE4.2, SSE4A, SSSE3 y x86-64.
AMD Zen 4 marca la diferencia
El secreto de este nuevo procesador de AMD es la nueva arquitectura Zen 4, pero ¿qué es esto exactamente? Zen 4 implica una mejora considerable del IPC, concretamente una mejora de hasta un 13% frente a Zen 3. Esto permite al procesador, gracias a su litografía de 5 nanómetros, conseguir frecuencias de hasta 5.7 GHz, unos valores que nunca habíamos visto hasta ahora (al menos sin overclock, claro). Esta nueva arquitectura también permite a AMD implementar sus nuevos gráficos RDNA2, así como instalar en sus procesadores una mayor cantidad de memoria caché L2.
Otra de las novedades de esta nueva arquitectura es AMD EXPO. Este es el nuevo sistema de overclock automático de la memoria de AMD, el equivalente al XMP de Intel. Gracias a él es posible ir aún más allá de los 5.200 MHz máximos de la memoria, y alcanzar como hemos visto, ya frecuencias de más de 6.000 MHz en estas memorias. Gracias a ello, algunas tareas como el gaming consiguen una mejora de rendimiento de entorno al 10 y el 11%, dependiendo de configuraciones.
Eso sí, implementar todas las mejoras de AM5 tiene un precio, y es que AMD ha tenido que cambiar por completo el socket de sus placas base, dejando de lado el clásico socket PGA y dando el salto al LGA, el socket usado por Intel donde los pines están en la placa en lugar de estar en el propio procesador. Esto implica que quien quiere pegar el salto a uno de estos nuevos procesadores Ryzen 7000 deberá obligatoriamente cambiar de placa base y de memoria RAM, por lo menos.
Así es el AMD Ryzen 9 7950X
Al igual que su hermano menor, el Ryzen 9 7900X, este procesador viene en una caja con forma de cubo bastante grande, lo que nos hace pensar, en un primer momento, que vendrá con un disipador.
En realidad, no es así. Simplemente se trata de un packaging “premium”, con algo más de protección, y mucha espuma en el interior.
Una vez sacado de la caja, el procesador viene, como es habitual, en un blíster de plástico, con una pegatina de Ryzen 9 para que la pongamos en nuestra torre, si queremos.
En apariencia, este procesador es igual a la de toda la serie Ryzen 7000. En la parte superior nos encontramos con un IHS simétrico, pero con “agujeros” en cada uno de los 4 lados. Un diseño curioso que, realmente, no sabemos a qué se debe, pero que a la larga conseguirá que esas hendiduras acaben llenas de pasta térmica.
La parte inferior nos muestra el cambio físico más grande de AM5, la superficie plana con los contactos para poder montarse en el socket LGA, que ha reemplazado al anterior PGA usado por AMD desde hacía años. Esta superficie, como en la de los otros procesadores, está dividida en dos partes.
Como podemos apreciar, el procesador tiene dos marcas en los laterales, además de una flecha en una esquina, que nos ayudan a identificar la posición de montaje correcto en la placa base.
Pruebas de rendimiento
Para medir el rendimiento de este procesador hemos usado el mismo hardware que ya utilizamos para probar sus hermanos pequeños. Es decir, los componentes de nuestro banco de pruebas han sido:
- Placa base ASRock X670E TAICHI.
- Memoria RAM DDR5 CORSAIR Vengeance RGB 32 GB (2 × 16 GB) a 6.000 MHz (perfil AMD EXPO).
- SSD NVMe PCIe 4 TeamGroup Cardea Ceramic C440
- Fuente de alimentación CORSAIR AX850.
- Refrigeración líquida Arctic Liquid Freezer II 420 A-RGB.
- Tarjeta gráfica NVIDIA RTX 2080 SUPER.
- Windows 11 22H2 (versión de 2022)
Lo primero que vamos a hacer es ver los datos del procesador usando el programa CPU-Z. Gracias a él vamos a poder conocer en detalle cómo es este procesador, y todos los detalles de la memoria y de la placa base.
Además, aprovechamos que tenemos este programa abierto para hacer el primer test de rendimiento, pudiendo conocer al detalle el rendimiento del procesador tanto en el modo de un único hilo como de todos a la vez.
En la siguiente prueba vamos a ver qué tal se comporta a la hora de renderizar contenido. Y, para ello, hemos utilizado el conocido programa Cinebench en dos versiones, la R20 y la R23.
Ahora que conocemos el rendimiento bruto del procesador, vamos a ver qué tal funciona con las memorias RAM. Para ello hemos utilizado las memorias DDR5 de CORSAIR, a 6.000 MHz con AMD EXPO, y hemos hecho la prueba de rendimiento de memoria y caché con el software AIDA64. Como era de esperar, igual que con sus hermanos, los resultados han sido sobresalientes, y demuestra que AMD ha solucionado, al menos en gran medida, los problemas de gestión de memoria que arrastraba desde el lanzamiento de Zen.
Acto seguido, vamos a ver qué tal rinde este procesador con los SSD NVMe. Puesto que AMD fue la primera en implementar PCIe 4, y ha sido, de nuevo, la primera en implementar el PCIe 5.0, está claro que nos va a ofrecer un rendimiento sobresaliente, aprovechando al máximo el ancho de banda de este nuevo estándar. Como aún no hay unidades NVMe PCIe 5.0, las pruebas las hemos realizado con un NVMe PCIe 4 (y el rendimiento que nos da es justo el máximo que ofrece el SSD utilizado).
También vamos a ver el rendimiento del procesador al trabajar con aplicaciones gráficas. Para ello, vamos a utilizar el programa 3D Mark, concretamente dos de los tests más completos y de referencia que podemos encontrar: Time Spy y Fire Strike. Gracias a ellos podemos ver que el desempeño de este procesador en lo que a gaming se refiere es máximo, sacando el máximo rendimiento posible de la tarjeta gráfica sin ni siquiera despeinarse.
Aprovechando que estamos con 3D Mark, también vamos a usar la prueba CPU Profile, la cual nos permite medir el rendimiento bruto de la CPU, desde con un solo hilo hasta con el número máximo de estos.
Otra de las pruebas de rendimiento que hemos realizado ha sido la de SuperPi. Con ella hemos podido medir el rendimiento del procesador al realizar todo tipo de cálculos complejos para calcular hasta 32 millones de decimales del número Pi.
Y, también, con otro programa similar, wPrime, el cual utiliza otros algoritmos diferentes para realizar cálculos complejos.
Otro test más que hemos realizado para ver el desempeño del procesador y compararlo con el de otras CPUs ha sido el test de rendimiento de WinRAR. Esta prueba nos permite medir el rendimiento de la CPU al comprimir y descomprimir archivos.
Y, para acabar, vamos a poner a prueba el rendimiento general de esta CPU usando dos programas de benchmark para uso ofimático. El primero de ellos no es otro que el conocido PC Mark, un programa que realiza todo tipo de pruebas para ver qué tal se comporta el procesador al realizar todo tipo de cálculos ofimáticos, desde videollamadas masivas hasta el uso de hojas de cálculo astronómicas.
Y, por otro lado, el programa CorssMark, otro software similar que nos permite obtener un segundo punto de vista sobre el rendimiento del procesador al realizar tareas ofimáticas cotidianas.
El rendimiento de este procesador en pruebas sintéticas es increíblemente elevado, así que desde luego es una apuesta óptima para todos aquellos usuarios que quieran exprimir al máximo las posibilidades de la CPU en todo tipo de usos.
Pruebas de temperatura
En términos de rendimiento podemos ver que el procesador cumple sobradamente, pero ¿qué pasa con la temperatura? Los procesadores de AMD no destacan en especial por ser especialmente frescos, sino más bien todo lo contrario. En nuestro caso hemos utilizado una refrigeración líquida de gama alta, la Arctic Liquid Freezer II 420 A-RGB, para poder mantener la CPU en unas temperaturas aceptables. La TjMax de este procesador son 95 grados, aunque es cierto que AMD ha confirmado que la CPU puede funcionar incluso hasta a 100 grados, aunque a partir del TjMax bajará el rendimiento (thermal throttling) para no llegar a los 100 y apagarse por seguridad.
En las pruebas de temperatura que hemos realizado poniendo al máximo el procesador con el test de stress de AIDA64, podemos ver que alcanza rápidamente los 90 grados. Incluso roza más de lo que nos gustaría los 95 grados. Pero no sube mucho más de ahí.
Y es cierto que, durante todo el proceso, en ningún momento ha tenido que activar el Throttling, por lo que todos los cores han estado funcionando a pleno rendimiento.
Teniendo en cuenta que AMD garantiza que el procesador puede funcionar hasta a 95 grados durante 24×7 sin problemas, la temperatura, aunque es alta, con un buen disipador o una buena refrigeración líquida, se puede contener. Eso sí, si compramos este AMD Ryzen 9 7950X, no podemos escatimar en gastos al comprar el disipador. La elección de este debe ser tan importante, o más, que la de la memoria o la placa, o de lo contrario tendremos serios problemas.
Rendimiento en juegos
Por supuesto, una CPU tope de gama como este Ryzen 9 7950X debe estar a la altura dentro del ámbito del gaming. Por ello, hemos usado varios juegos para poner a prueba su rendimiento usando como gráfica una NVIDIA RTX 2080 Super.
El primero de los juegos que hemos probado ha sido el Shadow of the Tomb Raider, consiguiendo en él, a máxima calidad, una media de 149 FPS a resolución de 2560 x 1080 píxeles (recordemos que estamos con una RTX 2080 SUPER).
En segundo lugar, hemos utilizado el último Assassin’s Creed, Assassin’s Creed Valhalla, para medir el rendimiento de la CPU con esta gráfica en máxima calidad. Y, como era de esperar, hemos conseguido unos perfectos 84 FPS.
Por último, como no podía ser menos, hemos instalado el exigente Cyberpunk 2077. Y, de nuevo, en calidad Ultra y con Ray Tracing activado, hemos conseguido unos 49,55 FPS.
Está claro que esta CPU puede con todo, y el límite lo va a poner esta vez la potencia de la propia tarjeta gráfica.
Ryzen 5 7600X vs Ryzen 7 7700X vs Ryzen 9 7900X vs Ryzen 9 7950X
Una vez visto el rendimiento de este procesador, ahora es el momento de comparar su rendimiento con toda la gama Ryzen 7000. En concreto, con sus tres hermanos pequeños, Ryzen 5 7600X, Ryzen 7 7700X y Ryzen 9 7900X.
Lo primero que vemos es que en el CPU-Z, este procesador se coloca como gran campeón. Tanto en las pruebas de un solo núcleo, como en las multi-núcleo, el Ryzen 9 7950X supera a sus hermanos, sobre todo en la prueba multi-núcleo.
También podemos ver una mejora importante en las pruebas de Cinebench 20, mostrando cómo saca bastante ventaja incluso al Ryzen 9 7900X.
Otro test donde destaca especialmente este procesador es en el CPU Profile de 3DMark. Podemos ver que desde las pruebas de un solo hilo, hasta, obviamente, las de todos los hilos, esta CPU se comporta de manera sobresaliente, con un rendimiento espectacular.
Donde hemos visto algo de “problema” ha sido en las pruebas de memoria y caché de AIDA64. Ya sea por Windows 11, por el firmware de la placa base, o porque los tests aún no están refinados del todo, podemos ver que este 7950X tiene un rendimiento inferior, en todas las lecturas a, por ejemplo, el 7900X. E incluso, más raro aún, al Ryzen 5 7600X. No tendremos muy en cuenta estos valores, pero ahí están.
Por supuesto, también podemos ver los resultados excelentes que obtiene al realizar las pruebas con SuperPi y con wPrime, quedando igual que el 7900X en el primero, y superando a todos los anteriores en el segundo.
Por último, también podemos ver los datos de temperatura de los cuatro procesadores, ganando (para mal) también a los otros tres procesadores alternativos.
Conclusión: ¿el rey del gaming?
El gaming puede tener varios reyes, pero, desde luego, el Ryzen 9 7950X es uno de ellos. Si estamos buscando un procesador que lo de todo, que exprima al máximo nuestra tarjeta gráfica, y con el que podamos tener procesador para largo, es, sin duda, una apuesta segura.
Este procesador no solo mira de tú a tú a los Intel Core i9, sino que es capaz de conseguir un rendimiento muy similar consumiendo prácticamente 100W menos que su rival. Además, la memoria RAM DDR5 de estos procesadores, junto con el nuevo AMD EXPO, así como el soporte para PCIe 5.0, marcan, sin duda, un claro salto generacional.
Es cierto que no se trata de un procesador perfecto, ya que tiene sus pegas. La primera de ellas, el precio, ya que estamos ante una CPU que bien cuesta sus más de 800 Euros en tiendas de España. Y, además, no es un procesador para todos, ya que, si nos vamos a gastar ese dinero, debe ser para darle uso con cálculos complejos, tareas de edición y renderizado, CAD, y, por supuesto, gaming. En caso contrario, no estaríamos sacando todo el provecho al procesador.
Otro de los temas que más nos puede preocupar es la temperatura. Y es que, cuando lo ponemos al 100% con programas de estrés, vemos que enseguida se pone a 95 grados, a pesar de tener un disipador (o, en nuestro caso, una refrigeración líquida) tope de gama. Debemos tener en cuenta que AMD pone el TjMax (temperatura máxima de funcionamiento óptimo) en 95 grados, por lo que el procesador puede funcionar sin problemas 24×7 a esta temperatura. O, al menos, ha sido diseñado para ello. Además, el algoritmo de la propia CPU está diseñado para que el procesador alcance los 95 grados, usando el máximo voltaje establecido y las frecuencias más altas. Pero, también es cierto, no va a pasar de esos 95 grados, ya que, cuando aumenta la temperatura, automáticamente se ajustan voltajes y frecuencias para no superar ese umbral. De todas formas, este procesador puede funcionar hasta a 100 grados y, en caso de superar esa temperatura, se apagará por seguridad.
Por todo esto, hemos decidido darle a este procesador nuestro galardón de Oro, destacando, sobre todo, su sobresaliente rendimiento.