Arzopa P5, monitor portátil 4K ideal para jugar en PC, Xbox, PlayStation, Switch y hasta móvil
Cuando hablamos de monitores, generalmente solemos pensar en la típica pantalla de 24 o más pulgadas que tenemos siempre colocada sobre la mesa donde trabajamos en el ordenador. Sin embargo, también existen monitores portátiles que nos van a permitir conectarlos a cualquier dispositivo y llevarlos siempre con nosotros como si se tratase de una tablet. Hoy os traemos nuestro análisis de uno de los más interesantes del mercado, el Arzopa P5, que además de tener resolución 4K y HDR, está pensado para llevarlo cómodamente y colocarlo en cualquier lugar que queramos.
Arzopa es uno de los fabricantes más conocidos a la hora de comercializar todo tipo de monitores portátiles, y es que aunque es una empresa joven, se dedica exclusivamente a los monitores portátiles, enfocando todos sus esfuerzos en su desarrollo. Este fabricante tiene pantallas para todo tipo de usos, desde trabajar hasta para los jugadores más exigentes, con pantallas 4K de hasta 144 Hz. El nuevo modelo P5 se sitúa en un punto intermedio, ofreciendo una pantalla con resolución hasta 4K con HDR y 60 Hz de refresco, perfecta para todo tipo de usos.
Características y especificaciones
Arzopa P5 15.6 | |
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Tipo de monitor | Portátil |
Tamaño de pantalla | 15,6 pulgadas |
Resolución | 3840 x 2160 píxeles |
Tecnología de panel | IPS |
Frecuencia de refresco | 60 Hz |
Tiempo de respuesta | N/A |
HDR | Sí |
Adaptive Sync | FreeSync |
Brillo | 350 nit |
Contraste | 1500:1 |
Curvatura | No |
Materiales | Aleación de aluminio exterior |
Entradas de vídeo | 2x USB-C 1x mini HDMI |
Peso | 620 gramos |
Base / ergonomía | Funda que permite colocar el monitor en cualquier posición |
Precio | 299,99€ |
El Arzopa P5 es un monitor de 15,6 pulgadas (similar al tamaño de la mayoría de los portátiles) gracias al cual vamos a poder llevar siempre con nosotros una pantalla con resolución 4K (3840 x 2160), con relación de aspecto 16:9 y tasa de refresco de 60 Hz que podremos conectar a cualquier equipo o dispositivo.
El monitor cuenta con un panel LED-IPS con HDR, y cubre un espectro de 16.7 millones de colores, el 100% de la gama de colores Adobe RGB. El contraste de la pantalla (estático) es de 1500:1, el brillo máximo es de 350 nits, y además cuenta con un sistema Low Blue Light que nos permite reducir la luz azul para proteger la vista.
La pantalla cuenta con unas dimensiones de 355 mm de largo, 221 mm de alto y un grosor en la parte más gruesa (la inferior) de 9 mm. En cuanto al peso, estamos ante una pantalla muy ligera, con tan solo 620 gramos sin funda, y 1 Kg con su funda protectora que hace, a la vez, de soporte.
En cuanto a las conexiones, tenemos una entrada de alimentación USB tipo C, una entrada de alimentación + vídeo USB tipo C (para usarla con un solo cable) y una entrada mini HDMI para otro tipo de dispositivos (la cual requiere alimentación adicional). Esto significa que podremos utilizarla con tan solo un USB-C en portátiles y dispositivos que admitan esta salida de vídeo, y para los demás, mediante HDMI ya que incluye un adaptador de mini HDMI a HDMI completo (en este caso, tendremos que conectarlo también a la corriente).
Unboxing y análisis externo
Este monitor portátil viene en una caja de cartón de color blanco, igual que el otro modelo de monitor portátil que analizamos hace unas semanas. En la parte superior de la misma podemos encontrarnos con el logo del fabricante, de color blanco, mientras que en la parte trasera encontraremos algunas de las especificaciones de la pantalla, como el modelo, las pulgadas y la resolución.
Lo primero que nos encontramos al abrir la caja es con una guía de uso bastante escueta donde nos explicarán lo básico del funcionamiento de la pantalla. Por supuesto, también tenemos el propio monitor, protegido por una funda de plástico antiestático (y, si os fijáis, en la parte superior también hay una inserción de poliestireno blando para proteger su integridad).
Debajo encontraremos los accesorios que forman parte de esta pantalla portátil.
Lo primero que destacamos es el transformador. Este puede ofrecer hasta 30 W de potencia, permitiendo al dispositivo elegir, de manera inteligente, el voltaje y la potencia que necesita. Podemos usar este para cargar el móvil con sus 5 V y 3 A, o usarlo como 9 V y 3 A, 12 V y 2.5 A, 15 V y 2 A o 20 V y 1.5 A.
El alimentador tiene para conectar un cable USB normal, o un USB tipo C.
También encontraremos una gamuza que nos va a permitir limpiar la pantalla sin dañarla.
En cuanto a los cables incluidos, podemos destacar dos cables USB tipo C en los dos extremos, así como un cable HDMI a mini HDMI para la imagen. Como podemos ver, los dos cables USB tipo C incluidos son diferentes, ya que uno (más grueso) permitirá transmitir alimentación y/o imagen, mientras que el otro solo es válido para imagen.
La pantalla puede funcionar de varias formas. La primera de ellas es usando el cable USB-C para alimentación y el cable HDMI para imagen; la segunda, usar el cable USB tipo C de alimentación para la corriente y el otro para imagen; y la tercera de ellas es usar el cable USB tipo C para alimentación y, al mismo tiempo, para imagen, siempre que la fuente de vídeo lo permita.
Llegamos a la pantalla en sí. Esta viene con una funda protectora que nos hará, al mismo tiempo, de soporte para mantenerla de pie. Tiene un acabado de fibra de carbono, pero no destaca especialmente por su calidad y, como vamos a ver, tiene unas marcas de doblaje extrañas que confunden a la hora de colocar el monitor de pie. Al menos, nos permite salir del paso y cumple con su función: proteger la pantalla mientras la transportamos.
Vamos ahora a ver la pantalla de este Arzopa P5 en sí. Lo primero que nos llama la atención es que trae de serie un plástico protector que, aunque en un primer momento parece una buena idea, al final es una molestia y no deja ver bien la imagen, ya que refleja demasiado. Al quitarlo, nos queda un rastro de pegamento en la parte superior, un fallo de diseño que hemos considerado importante destacar (aunque se soluciona muy fácil limpiándolo con alcohol isopropílico y un trapo de micro fibra).
El diseño de la pantalla es muy sencillo, y con unos bordes muy reducidos (salvo en la parte inferior). En la parte inferior podemos ver el logotipo de Arzopa, mientras que en los laterales encontramos los distintos controles de la pantalla y las conexiones de esta.
En la parte trasera nos encontramos un diseño estilo de fibra de carbono, sin nada que destacar. Como vemos, es un poco más gruesa en la parte inferior, ya que es donde se encuentra toda la electrónica.
Por último, hay que destacar que en la parte inferior encontraremos unas patas de goma, que ayudan a que se mantenga estable, y lo más importante, dos orificios que no son otra cosa que altavoces integrados.
Aunque lo lógico es pensar que se podría colocar de pie como una Tablet, en realidad nos ha costado encontrar la forma en la que colocar la funda para que la pantalla se quede de pie.
Probando el monitor Arzopa P5
Para conectar este monitor Arzopa P5 tenemos dos formas de hacerlo: a través del puerto USB tipo C, o con un cable HDMI-mini HDMI. Nosotros hemos aprovechado que nuestra gráfica de pruebas, la AMD Radeon RX 7900 XT, tiene salida de vídeo USB tipo C para conectarlo al ordenador usando tan solo dicho cable. De esta manera no necesitamos alimentación adicional.
Lo primero que vamos a ver en esta pantalla es cómo funciona el botón que nos permite movernos por el menú y el OSD. Si movemos la palanca, que se encuentra en la parte derecha de la pantalla, hacia arriba podremos acceder al menú de brillo para ajustarlo rápidamente. Si la movemos hacia abajo, por el contrario, accederemos al control de volumen.
Si pulsamos una vez este botón, lo que haremos será abrir el menú OSD de la pantalla. El menú es muy sencillo, pero tiene todas las opciones que podemos llegar a necesitar. En el primer apartado podremos ajustar el brillo y el contraste de la pantalla, así como el nivel de negros y si queremos usar o no el DCR (relación de contraste dinámico).
La segunda pantalla del menú nos permite configurar lo relacionado con el color, es decir, la temperatura de color, el nivel HUE y la saturación.
En la tercera pestaña tenemos el sonido. Podemos elegir si queremos silenciar o no (mute) el sonido de la pantalla, o ajustar el valor del volumen de los altavoces.
La cuarta pestaña nos permite elegir algunas configuraciones adicionales, como por ejemplo para activar el modo Low Blue Light (para reducir los colores azules y relajar la vista), el idioma del OSD, activar o desactivar el FreeSync y, muy importante, el HDR. Este último es muy importante ya que, si activamos el HDR en Windows con esta opción desactivada, la imagen se verá apagada.
Por último, en la última pestaña podremos seleccionar la entrada de vídeo que queremos usar.
Para poder usar la resolución 4K y los 60 Hz de este Arzopa P5, debemos configurar el monitor desde Windows para usar esta tasa de refresco. Para ello, entraremos en el apartado de configuración de Windows y desde allí podremos ajustar la resolución y la frecuencia de actualización de la pantalla.
Al ser una pantalla muy pequeña en tamaño, si activamos el 4K tendremos que aumentar la escala para poder leer bien el texto.
Cuando la pantalla está encendida pero sin entrada de vídeo, podemos ver un pase de colores que nos pueden ayudar a ver, por ejemplo, si hay algún píxel muerto o alguna fuga de luz. Por supuesto, todo está perfecto. Además, vamos a poner a prueba esta pantalla LED-IPS para ver qué tal el color. Como podemos ver, tiene un rango de negros excelente gracias al panel que ha utilizado.
De igual manera, al tratarse de una matriz IPS, el rango de colores que muestra es excelente.
También podemos ver muy buen color blanco, nada amarillento, y un negro muy puro que parece que la pantalla está apagada.
También podemos ver que el panel es capaz de mostrar la gama de colores que promete, sin pegas ni problemas.
Aunque no es un monitor para jugar (ya que no pertenece a la gama “gaming” ni tampoco tiene 144 Hz como el modelo G1), sí que sirve perfectamente para este fin. La resolución 4K se ve de lujo, y con sus 60 Hz tendremos más que de sobra para una experiencia fluida, sin problemas, y de gran calidad.
En uso, este monitor resulta bastante cómodo por el simple hecho de que su «funda» permite colocarlo en cualquier parte con total comodidad y muy fácilmente, así que se puede convertir en el compañero ideal como monitor secundario para un portátil (con el añadido de que la pantalla de 15,6 pulgadas coincide con el tamaño de la mayoría de portátiles), o como monitor secundario o de apoyo para un PC de sobremesa. También es idóneo como monitor para mini PC o incluso máquinas retro, especialmente por su tamaño y portabilidad.
El Arzopa P5 también es ideal para trabajo, gracias a su fiel reproducción de colores y a su resolución 4K nativa, con el añadido del HDR. Precisamente por su resolución y por su precisión de color es una herramienta ideal para creativos que necesitan poder editar imágenes y vídeos, ya que por ejemplo puedes editar una imagen Full HD sin tener que utilizar ningún tipo de zoom, viendo los píxeles reales en la pantalla.
Pero en lo que verdaderamente destaca este Arzopa P5 es en la reproducción de contenidos multimedia, ya que podremos ver nuestras películas y series favoritas con una definición impresionante para lo pequeña que es la pantalla y, como ya hemos mencionado, en cualquier lugar.
Para juegos, el monitor se comporta perfectamente. Vale, no es un monitor para juegos y prueba de ello es que solo tiene 60 Hz de frecuencia de refresco, pero aun así es perfectamente válido para «echarte un vicio» de vez en cuando si quieres, ya que además como hemos mencionado es compatible con consolas retro, PS4/PS5, Xbox, e incluso la Nintendo Switch.
Conclusión: ¿merece la pena?
Sin duda, es un monitor perfecto tanto para usarlo como pantalla secundaria en un PC o portátil, como para acoplarlo a nuestra consola (PlayStation, Xbox, Switch), e incluso al móvil para jugar cuando y donde queramos. Cuenta con una calidad excelente, es muy fácil y cómodo de llevar, y el poder alimentarlo directamente a través del propio USB tipo C de algunas gráficas le da un plus.
Desde luego no es perfecto, y también debemos indicar algunos hándicaps (nada graves) que nos hemos encontrado. El primero es que, al despegar el plástico protector de delante, ha quedado en la parte superior de la pantalla una película de adhesivo molesta que hemos tenido que despegar con tiempo y paciencia. El segundo es que la funda, que está muy bien, llama a colocarlo de pie como una Tablet, pero su doblaje es diferente, y nos ha costado dar con la fórmula. Y, una vez colocado, da la sensación de ser un poco endeble. Un soporte – trípode hubiera sido un detalle.
Luego, otros aspectos que podemos destacar del mismo es que la calidad de sonido de los altavoces es un poco pobre, y hemos echado de menos que el panel alcanzara los 144 Hz (aunque esto es algo que sí tienen otros modelos del fabricante, claro), un tamaño algo más grande (aunque fueran 16 pulgadas por redondear) y la presencia de una pantalla táctil como otros modelos. Pero estamos ante una pantalla donde prima la calidad de imagen y la resolución, y eso lo cumple de forma sobresaliente.
Finalmente, queda hablar del precio. Este Arzopa P5 se vende en Amazon España por 299,99€, un precio bastante adecuado tratándose de una pantalla 4K HDR que además es portátil, por lo que no hay ninguna pega al respecto.
Por todo ello, hemos decidido darle al nuevo monitor Arzopa P5 nuestro galardón de platino, destacando sobre todo su calidad-precio y su diseño.