Los avances de los HDD convencionales o mecánicos están en plena efervescencia, ya que los principales fabricantes han encontrado nuevos métodos para aumentar el rendimiento, no solo en el presente, sino de cara al futuro. Ya hemos hablado de PMR, SMR, ePMR y ahora toca sumergirnos en una de las dos tecnologías para los años venideros, en concreto MAMR, ¿qué es y cómo funciona exactamente?
El paso definitivo de los fabricantes se va a centrar casi con total seguridad en lo que se conoce como MAMR, ya que tiene ciertas ventajas frente a HAMR. Pero para entender el por qué la gran mayoría de estos fabricantes, incluyendo WD, Seagate o Toshiba, van a optar por ella, es necesario comprender sus fundamentos básicos, los cuales están bien guardados en ciertos puntos.
El futuro es brillante, MAMR competirá con HAMR por el liderato
MAMR es el acrónimo de Microwave-assisted Magnetic Recording o traducido a nuestro idioma, grabación magnética asistida por microondas, y ha obtenido bastante popularidad precisamente por la forma de grabar los datos en los platos: a base de ondas.
Para ello, se aplica un campo magnético de alta frecuencia a un medio de grabación magnética mientras se realiza el proceso de grabación, lo cual debilita temporalmente la fuerza coercitiva del área de grabación utilizando para ello lo que se conoce como el fenómeno de resonancia del medio.
Estas microondas logran la frecuencia de resonancia del medio en la propia banda de de las microondas, por lo que se necesita el uso de una capa de oscilación de campo magnético de microondas a través de lo que se conoce como oscilador de par de giro o STO (Spin-Torque-Oscilator)
Lo que se intenta hacer es rotar la magnetización a alta velocidad mediante el STO, el cual está en el cabezal de escritura para generar así ondas en el rango de los 20 GHz a 40 GHz. Con esto, se introduce una energía auxiliar al proceso de grabación corriente que da como resultado una grabación más precisa con un uso menor de energía para el proceso de escritura.
Cabezales de escritura más pequeños y precisos
Si como resultado podemos escribir con mayor precisión y menor energía, el siguiente paso a tomar es reducir el tamaño de los cabezales de escritura, lo que al mismo tiempo tiene otra ventaja extra: un aumento de la capacidad significativamente mayor.
Esta capacidad tiene que ser refrendada por los platos, los cuales han tenido que cambiar de propiedades y materiales para permitir la mayor precisión de los cabezales. Y es que los cabezales tienen que constar al menos de dos capas magnéticas, ya que a medida que la corriente pasa a través del primero de ellos logra que los espines de los electrones se polaricen.
La segunda capa magnética logra una alineación magnética opuesta, por lo que los electrones entrantes polarizados por rotación influyen en aquellos que están dentro de la capa magnética del plato, logrando desplazar su magnetización ligeramente.
Como la frecuencia realizada es la misma que la resonancia del material magnético que recubre el plato, se logra una oscilación en los puntos del material para que sean más fáciles de voltear. Lógicamente, a mayor frecuencia logre el STO más influirá en los puntos más pequeños del material del plato y mayor densidad se logrará.
Por lo tanto, todas las ventajas de MAMR se basarán precisamente en las mejoras en el STO y en los platos, los cuales ya se están fabricando en Damasceno.