Ni siquiera las mejores tarjetas gráficas están libres de bugs, y nunca mejor dicho. Al parecer, una RTX 4090 se habría estropeado precisamente porque un bug, que en inglés significa bicho, habría entrado dentro de la misma, produciendo su error.
Es algo curioso, pero que tiene que ver mucho con el origen de la palabra que usamos para referirnos a errores informáticos (bug), puesto que esta se le dio en 1947 por un problema similar, causante por una polilla en un ordenador de la universidad de Harvard.
Así quedo la RTX 4090
Y es que, al parecer, todo viene de la mano del YouTuber NorthWestRepair, quien se dedica a abrir, desmontar y reparar este tipo de componentes. Sin embargo, hasta ahora, no había encontrado un error tan peculiar y con tan poco que ver con la propia GPU, sino por un factor externo, en este caso, un bicho.
En concreto, fue en el modelo Nvidia GeForce RTX 4090 Founders Edition, una de las mejores tarjetas gráficas del mercado.
En otros videos, podemos observar lo que cuesta localizar y arreglar un fallo. A diferencia del resto, en este, simplemente hubo que levantar la tapa para ver donde estaba el problema.
Y es que, para que esto ocurra, tienen que darse una serie de casualidades, puesto que los filtros y montaje general evitan este tipo de cosas. El problema es, cuando la compras en una tienda poco oficial y sin garantía, lo que le pasó al cliente que lo contrató.
Los ventiladores funcionaban y estos giraban a máxima velocidad, pero el ordenador nunca llegó a dar imagen. Por eso el youtuber se puso manos a la obra, y tras muchas pruebas externas típicas de estos fallos, acabo abriendo el chip AD102, donde se encontró a este peculiar invitado.
Tras mucha limpieza, montaje y soldaduras, la gráfica quedo totalmente lista, pero… ¿funcionaría? Pues bien, al primer intento la GPU comenzó a dar imagen como si ese pequeño invitado nunca hubiera estado allí. Así que podemos decir que esta historia tuvo un final feliz (salvo para el bicho).
Pero bueno, como dicen que un video vale más que mil palabras, te lo dejamos por aquí para que le eches un vistazo si quieres ver como fue todo el proceso.
Como bien decíamos al principio, y siendo un dato muy curioso, el nombre de bug viene de un error muy similar a este, que produjo que aquellos ingenieros que estaban trabajando en un ordenador llamado Mark II sufrieran el mismo problema. Una polilla habría entrado en el mismo produciendo que este PC se estropease.
Ese día, se recogió al bicho y se puso entre las hojas del proyecto. Aquel libro de registro se encuentra actualmente en la colección del Museo Nacional de Historia Estadounidense de la Institución Smithsonian, en Washington. Entre sus páginas, esa polilla sigue ahí, intacta, a la vista de miles de personas cada año.
Curioso, ¿no? ¿Sabías la historia de esta palabra, o podías imaginártela? La verdad es que son cosas muy raras de ver, pero cuando pasan pueden provocar grandes quebraderos de cabeza por una tonteria.