Aunque parezca mentira, se puede cambiar la tarjeta gráfica de un ordenador portátil, aunque solo en el caso de algunos modelos que hacen uso de un tipo de módulo de expansión diseñado para ello. Os explicamos cómo identificarlos y qué tipo de mejora podéis hacer en ellos, para que así vuestro ordenador no se os quede corto a la hora de ejecutar los juegos más punteros (o que no tengáis que tirarlo a la basura en el caso de que la gráfica esté dando problemas).
Solemos tener la idea de que en un ordenador portátil no se puede cambiar, no se puede cambiar la tarjeta gráfica, algo que es cierto si esta se encuentra en el mismo chip que el procesador, es decir, que usa una gráfica integrada. Sin embargo, existen muchos modelos de portátil con un chip gráfico dedicado, con su memoria de vídeo y todo, en la circuitería del portátil. Son los llamados portátiles para gaming o estaciones de trabajo para la creación de contenido que llevan una gráfica dedicada.
¿Cómo saber si se puede hacer?
La sabiduría popular nos dice que no es posible cambiar la tarjeta gráfica de un portátil, aunque como hemos explicado no siempre es así, ya que existen casos donde la tarjeta gráfica se encuentra en una placa aparte, haciendo uso de una variante de los conectores PCI Express donde se conectan unas tarjetas gráficas con una forma distinta a las de sobremesa. Son los llamados módulos MXM.
En esencia, todo depende de si tu portátil cuenta con uno de estos módulos MXM que son intercambiables o si la GPU va, al igual que el procesador, soldado en la propia placa, algo que lamentablemente suele ser lo más habitual incluso en ordenadores portátiles gaming.
Por desgracia, para saber si se le puede cambiar la tarjeta gráfica a tu portátil tendrás que abrirlo para acceder a su interior y así poder comprobar si la gráfica es MXM o si va soldada… no hay más «tutía».
Solo se puede en ciertos casos
Es importante tener en cuenta que el interior de los portátiles dista mucho de lo que podemos encontrar en un ordenador de sobremesa, donde cada uno de los componentes son reemplazables de forma independiente. La modularidad que podemos encontrar un ordenador sobremesa nunca la vamos a encontrar en un portátil, ya que la mayoría de los componentes están soldados, siendo la memoria y la unidad de almacenamiento los únicos podemos reemplazar fácilmente sin necesidad de acudir a un servicio técnico.
Tanto el procesador como la gráfica, en la mayoría de las ocasiones, se encuentran soldados para así reducir el espacio que ocupan y poder ofrecer portátiles más pequeños, finos y ligeros. Este movimiento por parte de los fabricantes choca frontalmente con la idea ofrecer tarjetas gráficas independientes y reemplazables si dejan de funcionar. Si queremos renovar nuestro portátil, dándole preferencia a la modularidad por encima del grosor, debemos buscar fabricante que los ofrezcan y, lamentablemente, el número es muy reducido, ya que se trata de un nicho de usuarios muy concreto.
Las tarjetas gráficas para portátil que se pueden cambiar son aquellas que se encuentran en una placa aparte, colocada encima de la principal y a la que llamamos MXM. Para saber si vuestro portátil tiene esa capacidad deberías abrirlo y tener en cuenta el tipo de placa Mobile PCI Express Module o MXM tienes montada en tu portátil.
- MXM-A tiene una anchura de 82 mm y 70 mm de longitud, da una potencia máxima de 55 W y está pensada para tarjetas gráficas con buses de 64 o 128 bits. Es decir, 2 o 4 chips de memoria.
- MXM-B, en cambio, tiene una longitud más grande, 105 mm. El consumo máximo es de 200 W y está pensado para tarjetas gráficas con interfaces de memoria de 192 o 256 bits. Es decir, 6 u 8 chips de memoria.
Por lo tanto, si la tarjeta gráfica se encuentra en u módulo MXM, podrás cambiarla por una que sea del mismo tipo. Eso sí, es importante tener en cuenta el sistema térmico que utilice, ya que no en vano, en el caso de las MXM-B nos encontramos con algunos modelos de tarjeta gráfica para portátiles de alta gama que usan sistemas de refrigeración que no pueden caber en nuestro portátil. Deberás, por lo tanto, mirar en las especificaciones del módulo MXM con el que quieras cambiar la gráfica de tu portátil y ver que sean iguales en cuanto a consumo que el que había antes en tu PC.
En cuanto al método para cambiar la gráfica del portátil, en estos que cuenten con una gráfica MXM sería tan sencillo como retirar la tornillería de sujeción, sacar el módulo e introducir el nuevo, de una manera similar a como cambiaríamos por ejemplo un SSD M.2 en una placa base de PC convencional.
Actualmente, esto es imposible
La verdad es que no deberías perder tu tiempo en abrir el ordenador portátil. El formato MXM para tarjetas gráficas está «obsoleto» al no utilizarse en la actualidad. No solo implica que no podrás reemplazar tu gráfica, implica que no encontrarás recambios en el mercado. Eso se debe principalmente a la tendencia del mercado de hacer los portátiles lo más pequeños y portables posibles y utilizar una gráfica con formato MXM no una opción debido a su grosor y peso asociado.
Hay varios motivos para esto. El primero es la rentabilidad, tanto para los fabricantes como para los usuarios. Usar estos componentes encarece el producto final y, además, los portátiles tienen una vida más limitada que los ordenadores de sobremesa. Además, utilizar este tipo de piezas hace que el espacio necesario sea mayor, haciendo que los portátiles sean más gruesos. Esto no interesa a los fabricantes, que encarece costes, y a los usuarios, que reduce la portabilidad del dispositivo.
La inversión de tiempo en buscar un portátil que permita reemplazar la tarjeta gráfica no vale la pena. Nos llevará muchas horas de investigación y las soluciones serán muy limitadas. Luego nos encontraremos la dificultad de encontrar tarjetas gráficas compatibles, algo que también será tedioso. Además, el precio de estos componentes suele ser bastante elevado.
¿Qué alternativas hay?
Si la gráfica de tu portátil ha dejado de funcionar o necesitas una mayor potencia gráfica, la única solución que podemos utilizar, sin reemplazar el PC es utilizar una caja externa para gráficas donde instalar la gráfica queremos utilizar y conectarla al puerto Thunderbolt del PC para evitar cuellos de botellas. No se trata de una solución económica, sin embargo, utilizar este método si es más barato que reemplazar el portátil que estemos utilizando, siempre y cuando se trate de un equipo de alta gama, ya que, de lo contrario, estaremos tirando el dinero y merecerá más la pena renovar el portátil por uno nuevo.
En definitiva, creemos que no vale para nada la pena buscar un portátil en el que puedas cambiar la gráfica. Al final, cuando se te queda pequeña con el paso de los años, terminas comprando un portátil nuevo, ya no solo con una gráfica más potente, sino también con un procesador más nuevo y potente, más RAM, mejor SSD, etc. Y para los que compraran un portátil con gráfica integrada que no vale para jugar, siempre está la opción de adquirir una tarjeta gráfica externa y aprovechar su potencia extra sin necesidad de tantos problemas.