Una de las premisas de los sistemas de refrigeración en un ordenador es mantener los componentes internos a la temperatura ideal para su funcionamiento. Por otro lado, muchos tendréis en vuestra habitación una mini-nevera para guardar los refrescos. Pues bien, a más de uno se le habrá ocurrido combinar ambas ideas y meter un PC en una mini-nevera que mantenga los componentes bien frescos. Sin embargo, es una mala idea, o no. En todo caso, sigue leyendo para saber el porqué.
Una de las curiosidades que muy poca gente sabe es que existen servidores de alto rendimiento funcionando en compartimentos estancos situados al fondo del mar. El motivo de hacer esto es por el hecho que la temperatura en la que se encuentra el agua es mucho más fría que la ambiente y les permite ahorrar una cantidad enorme de energía eléctrica al año. Un concepto parecido puede ser el de meter un PC en una mini-nevera. Sin embargo, si fuese tan fácil lo haría todo el mundo. ¿Es una idea tan alocada como parece?
¿Es posible montar un PC dentro de una mini-nevera?
Hemos de partir del hecho de que nuestras neveras están pensadas para mantener a temperaturas cercanas bajo cero alimentos que se encuentran a temperatura ambiente. Los componentes de nuestro ordenador alcanzan temperaturas mucho más altas que las de nuestro entorno. Es por ello que los sistemas de refrigeración convencionales, los que se basan en aire, se basan en usar los ventiladores para renovar el aire frío.
En teoría, una mini-nevera debería otorgar una temperatura en la que el aire se mantuviera lo suficientemente fresco como para prescindir de ello. Y es aquí donde viene el primer problema, no existe ninguna mini-nevera con la potencia necesaria para refrigerar los componentes de un PC de forma más eficiente que una caja tradicional. Es más, necesitarías una potencia para ello muy alta. Por lo que no solo no conseguiríamos una refrigeración mejor, sino mucho más cara por la enorme factura de la luz que tendríamos que pagar.
El problema de la condensación
Todo ello sin tener en cuenta un factor adicional, el de la humedad. Normalmente en una nevera usada para comida, esta entra por cuatro canales distintos:
- Por la humedad de la propia comida.
- Agua acumulada en las salidas de aire de la Mini-Nevera.
- Cada vez que abrimos la puerta.
- El sellado de goma de la puerta tiene fugas. Desde el momento en que necesitamos tener cables conectados al exterior esto sería imposible.
El primer punto lo podemos evitar, en cambio, los otros tres no. Pero la pregunta clave es: ¿se produciría condensación? Pues la respuesta es que, aunque parezca sorprendente, esto no ocurriría durante el funcionamiento del PC. Hemos de partir del hecho de que el radiador de una nevera no usa ningún tipo de ventilador para intercambiar la temperatura externa con la interior. Simplemente, al ser un comportamiento estanco en el que no se iría renovando el aire, este iría subiendo su temperatura. Primero lo haría de forma muy lenta, ya que tendría la oposición del propio motor de la nevera, el cual iría aumentando el consumo, hasta que no podría refrigerar más y dispararía las temperaturas, provocando el apagado repentino del PC.
Cuando esto se produjera, entonces se acabaría generando un efecto de condensación, el cual es fatídico para los componentes electrónicos. Por lo que, si buscáis montar un PC en una mini-nevera, nuestro consejo es simple: quitaos esa idea de la cabeza. Ya que no deja de ser lo mismo que montar una refrigeración líquida con el ventilador del radiador roto.