Usuarios, Windows 10 ha muerto

Usuarios, Windows 10 ha muerto

Roberto Sole

Se acabo todo. Desde que llegará Windows 11, Microsoft se ha ido olvidando de su sistema operativo más exitoso. Las actualizaciones para Windows 10 han ido menguando y las últimas, no agregan nada nuevo relevante. Ahora, la compañía confirma que la actualización Windows 10 22H2 será la versión final de este software y solo tendremos paquetes con ajustes menores.

Tenemos que decir, a todo esto, que el sistema operativo Windows 11 no ha entrado con buen pie. Aunque hace 18 meses de su lanzamiento, su presencia es bastante minoritaria. Para que nos hagamos una idea, en Steam solo el 22% de los usuarios lo usa, frente al 73% de los usuarios que utilizan Windows 10.

Pena de muerte para el sistema operativo

El calendario para Windows 10 está claro y cerrado. La compañía seguirá lanzando actualizaciones de seguridad y otras de índole menor hasta el 14 de octubre de 2025. A partir de dicha fecha, solo quedará pasarse a la nueva versión u optar por alguna distribución Linux.

Pero, además, Microsoft ya no vende claves para Windows 10 desde hace unos meses. Solo venden claves para su nuevo sistema operativo. Es más, es cada vez más raro ver portátiles, ordenadores clónicos o Mini PC que no utilicen Windows 11.

No pasarte al nuevo sistema operativo, supone perderte algunas cosas interesantes. Entre ellos, nuevos elementos en la interfaz de usuarios, ajustes en la barra de tareas, el nuevo explorador de archivos o la nueva función de captura de pantalla. Peor, al mismo tiempo, casi ninguna de las nuevas actualizaciones ha sido un éxito rotundo.

sistema operativo Microsoft Windows 10

Las actualizaciones de Windows 11 están siendo un verdadero desastre, generando problemas de rendimiento y otros problemas. Por ejemplo, la actualización Windows 11 22H2 se tuvo que paralizar por generar graves problemas de rendimiento en juegos. Una actualización que, por cierto, pretendía lo contrario.

Además, Windows 11 presenta deficiencias en la información de compatibilidad de sistemas. Lo primero, el obligar a usar TPM 2.0, algo que nadie sabía antes del anuncio oficial y generó gran revuelo. Obligo a los fabricantes de placas base a informar sobre si lo integraban y como activarlo.

Tampoco hay muchos correctos de hardware especifico. La lista de procesadores es limitada y bastante inconsistente. No hay datos exactos sobre los sistemas no compatibles o componentes sin compatibilidad.

Destacar que recientemente han aparecido rumores del sistema operativo Windows 12. Según esos rumores, este sistema operativo estaría en fase de desarrollo y se centraría en la inteligencia artificial. Recortar que Microsoft es inversor de OpenAI, desarrolladores de ChatGPT que actualmente se integra en el buscador Bing.

Marionetas en manos de Microsoft

Desgraciadamente, actualmente hay poco más que hacer para la mayoría de usuarios. Pasarse a distribuciones Linux, para muchos, no es algo verdaderamente viable. El gran inconveniente es que los juegos se crean para Windows y se importan, muchas veces de manera chapucera, para Linux.

Quizá el punto más crítico está en los drivers o controladores de las tarjetas gráficas. Se desarrollan para Windows y de vez en cuando se lanzan versiones para Linux. Una de las principales limitaciones.

Otro inconveniente es que existen muchas versiones de Linux y elegir la que mejor se adapte a ti puede no ser fácil. Puede resultar costoso encontrar la distribución más próxima a tus necesidades. Además, siempre es interesante probarla antes de anda.

Eso sí, el gran aliado de Linux es Valve, la empresa detrás de Steam. El ejemplo es su última consola, basada en una distribución de Debian personalizada por parte de la compañía.