Cada día los PC son más rápidos, con mayor capacidad de procesamiento y memorias más rápidas. Sin embargo, seguimos teniendo unos arranques, no son instantáneos y no difieren en mucho a lo que teníamos hace una década o incluso más. ¿A qué se debe que al arrancar el PC se tarde tanto? ¿Acaso no debería ser mucho más rápido si tenemos en cuenta las altas velocidades de los SSD?
Te sientas en la silla, enciendes de tu ordenador con componentes de última generación y si bien una vez se encuentra todo a punto para poder interactuar con este, nos encontramos que debemos esperar al menos unos minutos desde que pulsamos el botón de inicio.
¿Cómo funciona el arranque de un PC?
Para entender el motivo por el cual el arranque de tu ordenador es lento y apenas ha evolucionado en todo este tiempo, se ha de entender como funciona este, dado que se producen una serie de pasos en el arranque que se realizan de forma secuencial desde que pulsamos el botón de encendido hasta que se carga el sistema operativo, sea este Windows o Linux. En el caso de Apple tienen ventaja, ya que ellos no tienen que seguir una norma común.
La secuencia de arranque en todos los PC pasa primero por el arranque de la BIOS, cuya información se suele encontrar en una ROM o una memoria flash de muy baja velocidad. Una vez esto ha ocurrido, lo que se hace es ejecutar el MBR, el cual arranca el disco duro o el SSD donde tengamos instalado el sistema operativo para empezar su carga.
Lo ideal sería que la BIOS se encontrase en una memoria mucho más rápida a día de hoy, como el SSD NVMe, sin embargo, si esto fuese así, si fallase dicha memoria perderíamos al arranque. Aparte de que la normativa y los estándares obligan que la BIOS pueda funcionan con muy poco consumo de cara al modo reposo.
¿Se podría arrancar el PC de forma instantánea sin pulsar un botón?
Pues para eso necesitaríamos que la memoria de almacenamiento y la RAM sean la misma y, por tanto, no tener que volcar los datos desde el almacenamiento a la RAM a través del PCI Express, aparte de ignorar el tema de la latencia con la memoria. Es decir, si hablamos de algo instantáneo, es decir, sin esperas, pues las limitaciones técnicas no permiten hacerlo.
El problema añadido es que los discos duros son ahora el estándar de almacenamiento de los ordenadores y los SSD de alta capacidad de almacenamiento no soportan tantos ciclos de escritura a través de su vida útil. ¿Lo ideal? Tener una memoria Flash del tipo SLC con una gran cantidad de ciclos de escritura, baja latencia y gran ancho de banda que nos permita reiniciar el PC donde lo habíamos dejado. Con ello no haría falta apagar un ordenador al 100% y el encendido sería un simple volcado de memoria. Sin embargo, si hubiese un colapso total del sistema, se debería volver a arrancar de forma normal desde el principio. Lo bueno de esta solución es que arrancar el PC podría tener la BIOS en su interior y acelerar el proceso de inicio.