Los SSD NVMe han dado un salto de gigante en los últimos años en cuanto a velocidad de transferencia, pero esto también significa un aumento en el consumo y el calor generado por los mismos. ¿Por qué no se incluye un disipador con los SSD PCIe 4.0 de última generación si ha aumentado el calor generado?
A la hora de comprar un SSD PCIe 4.0 habréis visto que algún que otro modelo se vende con un disipador, pero no todos lo hacen. Si tenemos en cuenta que son una de las piezas más calientes dentro de un PC esto resulta cuanto menos sorprendente. ¿Qué es lo que hace que los SSD NVMe se vendan sin disipador?
Se recomienda usar disipador para un SSD PCIe 4.0
El proceso de la información y el almacenamiento de la misma no es lo único que consume energía y genera calor en procesadores y memoria, ya que también lo hace la transferencia de datos. A medida que el ancho de banda aumenta se aumenta también lo hace de la misma manera el consumo energético y el calor generado. Lo que lleva a que se llega al punto en que se recomienda que el componente tenga un disipador de calor.
Bien es cierto que la mayoría de los SSD NVMe PCIe 4.0 se venden sin un disipador integrado de serie, pero si vais a colocar uno en vuestro PC os recomendamos ponerle un disipador para reducir la calor emitida. El motivo de ello es que no todos los PC son torres gaming con refrigeración y espacio avanzadas, por lo que si tenéis un portátil gaming o un PC con una configuración derivada entonces os podéis encontrar que el propio controlador del SSD eche el freno y baje la velocidad de transferencia por problemas térmicos.
Claro está que con los ordenadores portátiles y sistemas compactos como PS5 llegamos a un problema, el cual hace que los SSD NVMe se vendan sin disipador y en ciertos casos se hace indispensable adquirir uno.
Los portátiles gaming no contemplan el disipador
Uno de los mayores problemas u obsesiones por parte de los ingenieros industriales que diseñan los nuevos portátiles gaming bajo la obsesión por tener el PC más fino posible. Esto como es obvio afecta la capacidad de colocar un disipador de calor en la mayoría de los SSD NVMe en ellos.
La realidad es que no existe ningún estándar de cómo han de ser estos disipadores, esto hace que a la hora de diseñar los portátiles gaming y colocar una interfaz M.2 para SSD NVMe no se tenga en cuenta la posibilidad de colocar un SSD PCIe con uno. También dado que no forma parte del estándar esto les permite a los fabricantes crear sus propios disipadores y venderlos aparte, lo que significa aumentar los beneficios al venderlo como dos piezas separadas.
Debido a la naturaleza de compatibilidad hacia delante de la interfaz PCI Express con cada nueva generación del estándar el consumo energético va creciendo, por el momento se pueden plantear una unidad SSD NVMe sin disipador, pero llegará el punto en que será necesario hacerlo, en especial de cara a sistemas con poco espacio como son los ordenadores portátiles.