La DDR5 es una realidad, ya que existen ya varios fabricantes de memoria que las han empezado a fabricar además que sabemos que las futuras CPUs de Intel y AMD utilizarán este tipo de memoria. Pero, con la escasez de memoria DDR4 y su subida de precio aparece el siguiente dilema: ¿merece la pena ampliar la capacidad de la DDR4 o mejor esperar a la DDR5?
La DDR5 aparecerá a finales de este 2021, junto a los futuros Intel Alder Lake y se rumorea que también junto a los Zen 3+. Pero, ¿merece la pena apostar por la DDR5 a futuro en vez de la DDR4 a tiempo presente?
La DDR4 no es DDR5
Como se suele decir, memoria nueva, interfaces nuevas. Cada nueva generación de memoria es un cambio radical en la interfaz de esta, no solo a nivel eléctrico, sino también en la forma en la que el procesador se comunica con la RAM. Lo que lleva a cambios no solo en la velocidad de reloj, sino también en la forma de comunicarse, por ejemplo con la DDR5 vamos a ver un aumento en los canales de memoria por DIMM de un solo canal a dos canales.
Los cambios suponen cambios en la interfaz de memoria de los procesadores, lo cual significa que cualquier cambio de memoria supone el diseño de una CPU nueva, ya que no solo estamos cambiando la interfaz externa sino también la forma en la que internamente el Northbridge y las caches de la CPU acceden a la RAM. Esto se traduce en que un simple cambio en el tipo de memoria trae en la mayoría de casos un cambio también en el socket y con ello también de la placa base.
Es por ello que aunque la memoria DDR5 ya se pueda fabricar en masa, en realidad ni Rocket Lake-S ni los Ryzen 5000 hacen uso de ella, ya que es necesario para su adopción cambiar la plataforma al completo. La prueba la tenemos en que tanto Alder Lake como los AMD Zen de siguiente generación van a cambiar de socket y con ello de placa base.
¿Merece la pena esperar a la DDR5?
Si lo que necesitas es más RAM en tu PC por qué has observado que esta se queda corta y la falta de capacidad afecta a su rendimiento, entonces una ampliación de su capacidad es más que recomendable. Es totalmente cierto que estamos en un periodo de falta de stock y el precio de la memoria DRAM ha subido, pero el hecho de ser un adoptador temprano de una nueva tecnología como lo será la DDR5 no asegura que el coste de ampliar la RAM sea menor, sino al contrario.
Como hemos dicho en la sección anterior, la DDR5 va a traer consigo la necesidad de comprar una nueva CPU, una nueva placa base y en general un PC nuevo que no va a ser barato precisamente, ya que el rendimiento de los nuevos procesadores junto a la nueva memoria RAM se traducen en un valor que significa un precio de salida mucho más alto.
Por lo que si vuestro PC pide una subida de rendimiento a través de una ampliación de su memoria DDR4 y sabéis que esto os beneficiará tanto a la hora de jugar como de utilizar las aplicaciones, entonces no hay duda que una ampliación de la RAM de vuestro PC es algo con urgencia, especialmente si os va la productividad en ello.