Desde el lanzamiento oficial de la nueva AMD Radeon R9 290X, se han sucedido los análisis de esta nueva tarjeta gráfica con resultados bastante dispares, y es que debido a la tecnología Power Tune, el nuevo buque insignia de AMD se hace underclock a sí misma para preservar la temperatura en detrimento del rendimiento. Os lo explicamos todo a continuación, pero el resumen de esto es que las R9 290X de AMD todavía pueden alcanzar un rendimiento notablemente más elevado del que alcanzan actualmente.
La polémica con estas nuevas gráficas de AMD es sin duda su temperatura. Mediante el software Catalyst Control Center, se puede seleccionar un objetivo de temperatura, el cual está por defecto a 95ºC. Cuando la gráfica alcanza dicha temperatura, la velocidad del ventilador aumenta, aumentando como consecuencia el ruido, pero también se reduce la velocidad del núcleo para que éste genere menos calor, y de hecho al parecer AMD ha priorizado precisamente la reducción de velocidad del núcleo por encima del aumento de revoluciones del ventilador de la gráfica.
En TechPowerUp han estado realizado pruebas específicas al respecto, y se han dado cuenta de que cuando la R9 290X alcanza los 95ºC, el reloj baja de los 1000 MHz hasta los 840 MHz en el peor de los casos… un descenso de 160 MHz en la velocidad del Core, lo cual es muchísimo a decir verdad.
Esto significa que en todos y cada uno de los análisis que hemos realizado los medios, los resultados obtenidos han sido inferiores a lo que el potencial de la tarjeta gráfica tiene. Pero no os preocupéis si ya habéis adquirido una R9 290X o pensáis hacerlo.
Una vez más insistimos en que este problema de temperatura puede fácilmente solucionarse con nuevas actualizaciones de drivers, y por descontado que mejorará el rendimiento de las gráficas cuando los ensambladores comiencen a lanzar modelos con disipadores personalizados que mejoren esos 95ºC de temperatura. Si la gráfica no alcanza esa temperatura no tendría por qué producirse el underclock que acabamos de ver.