Todos los aficionados al hardware son conscientes de que la fuente de alimentación es uno de los elementos más importantes del PC, y es que además de suministrar energía al resto de componentes, también incorpora una serie de protecciones o sistemas de seguridad que nos garantizan que el hardware estará a salvo en el caso de que haya algún problema eléctrico. En este artículo te vamos a contar cuáles son y para qué sirve cada una de estas protecciones.
Absolutamente, nadie es inmune a los problemas o las averías, y más cuando estamos hablando de dispositivos electrónicos que debemos enchufar a la red eléctrica. La electricidad no funciona exactamente como un flujo constante, sino que tiene variaciones que son extremadamente rápidas y, por lo tanto, cualquier dispositivo conectado a esta puede tener problemas.
¿Por qué son importantes las protecciones en la fuente?
Seguramente te haya pasado o conozcas algún caso de alguien a quien tras un problema eléctrico se le ha estropeado la fuente de alimentación y se ha llevado por delante otros componentes, potencialmente la placa base, ya que es la primera afectada y puede que incluso el procesador, la RAM o la tarjeta gráfica. Esto es lo que puede suceder si la fuente de alimentación del equipo no contaba con las protecciones necesarias para salvaguardar la integridad del resto del hardware (o cuando la fuente era de mala calidad y los circuitos de protección no funcionaron como debería).
Los componentes de hardware están diseñados para funcionar con corriente continua, y obviamente la fuente de alimentación es la encargada de transformar la corriente alterna que llega por el enchufe de la pared a la corriente continua que necesitan los componentes, además de reducir el voltaje al que necesitan. El problema es que los componentes están diseñados para funcionar con un rango de voltajes muy pequeño, pero más pequeño todavía es el rango de amperajes al que son capaces de funcionar, por lo que una correcta regulación y protección en la fuente de alimentación es crucial para su buen funcionamiento.
Además de esto, ya hemos mencionado el hecho de que pueden suceder averías, accidentes o inestabilidades en el suministro eléctrico, y es ahí donde las protecciones de la fuente de alimentación juegan un papel tan importante como que si no los tuviera, podríamos echar a perder literalmente todo el PC. Imaginad, como un símil, el cinturón de seguridad o el airbag de un coche: normalmente no lo necesitas, pero si tienes un accidente, ¿no preferirías tenerlo puesto?
Qué hacen las protecciones de la fuente de alimentación
Como ya hemos mencionado, por la fuente de alimentación pasa toda la electricidad que luego se le suministra a cada componente del equipo, y por este motivo es muy importante que incorpore circuitos de protección: si a la hora de comprar una fuente ves que el fabricante no indica ninguno, el consejo es que no compres esa fuente de alimentación porque, siguiendo con el símil que hemos puesto hace un momento, sería como comprar un coche sin cinturones de seguridad o airbags.
Eso sí, normalmente el fabricante especifica las protecciones en forma de siglas, así que vamos a desgranar todas las protecciones y ver qué es lo que hace cada una de ellas.
OCP, protección contra subidas de intensidad
Sin lugar a dudas es la protección más importante en las fuentes de alimentación. Los componentes de nuestro ordenador tienen cierta tolerancia a las variaciones de tensión, pero no a las variaciones de corriente. Si bien existe una pequeña tolerancia, un pico de corriente podría romper los componentes de nuestro equipo.
El OCP (Over Current Protection) es un circuito de protección específico que detecta las subidas de corriente. Se encarga de «absorberlos» y así evitar que este puede llegar al resto de componentes. La manera más habitual de proteger contra esta subida de corriente es liberarlo mediante un aumento de la temperatura. Esto requiere que el OTP tenga algún elemento de disipación del calor dedicado.
OVP, protección contra subidas de voltaje
Algo que no mucha gente sabe es que, normalmente, no nos llegan 230 voltios exactos. Normalmente, existe una variación regulada por ley en España que establece que la tensión debe ser cercana a los 230 voltios y se permite una tolerancia entre los 220 voltios y los 240 voltios. Esto se debe a que una subestación, en un momento dado, puede «sufrir» una conexión o desconexión masiva de dispositivos, dejándose un margen de seguridad.
La protección OVP (Over Voltage Protection) nos protege contra pequeños picos de tensión transitorios. Este sistema los absorbe y evita que pase al resto de componentes de nuestro PC y los dañe. Sobre todo estos picos transitorios se suelen dar durante tormentas eléctricas que generan sobretensiones en la red eléctrica.
UVP, protección contra bajadas de voltaje
Aunque no lo creas, es bastante habitual que se den bajones de tensión. Esto se suele dar, sobre todo, en zonas donde hay una especial sobrecarga de la subestación. Los periodos más habituales donde se dan estas situaciones son en verano y en invierno, periodos donde se conectan sistemas de refrigeración o de generación del calor.
El UVP (Under Voltage Protection) es un mecanismo integrado en las fuentes de alimentación que realiza compensaciones. Cuando detecta una caída de tensión por debajo de cierto umbral, compensa de manera automática la perdida de tensión. Esto evita, por ejemplo, que el sistema se pueda reiniciar debido a esta bajada de tensión.
SCP, protección contra cortocircuitos
Como sabéis, cualquier dispositivo eléctrico tiene dos polos: la fase y el neutro (además de la toma de tierra). Se denomina cortocircuito al fallo o avería en un aparato o en la propia línea eléctrica por el cual la corriente pasa del conductor activo o fase directamente al neutro o tierra. Dicho de otra manera, es lo que sucedería si cogieras los dos cables de un tendido eléctrico y los unieras, pero también puede suceder en un PC si algún cable está dañado o si alguno no está bien aislado y toca la chapa de la caja del PC.
El SCP o Short Circuit Protection es un sistema de seguridad de la fuente de alimentación que detecta este hecho y, en este caso, en lugar de compensar nada ya que no se puede, lo que hace es cortar la corriente y apagarse para evitar averías. Por lo tanto, si se produce un corto circuito en tu PC este sistema hará que se apague repentinamente para evitar daños, y tendrás que detectar dónde se ha producido el cortocircuito para que el sistema pueda volver a encender, ya que no volverá a hacerlo mientras este problema siga presente.
OTP y OPP, por problemas en el propio equipo
Finalmente, tenemos los sistemas de protección OTP (Over Temperatura Protection) y OPP (Over Power Protection), si bien este último también se le puede llamar OLP (Over Load Protection).
OTP, como su nombre indica, consiste en un sensor de temperatura que cuando detecta que ésta supera cierto límite establecido por el fabricante, hace que el sistema se apague para evitar daños. El sistema OPP/OLP también apagará el PC, pero en este caso cuando detecte que el consumo del equipo es superior al que la fuente de alimentación es capaz de suministrar.
En este segundo caso, imaginad que tenéis unos componentes de hardware que consumen 500 vatios y la fuente de alimentación es de 400. Al principio el equipo funcionará y arrancará porque en reposo el consumo será inferior a eso, pero al iniciar algún juego o programa que haga que el consumo del equipo suba por encima de esos 400 vatios, la fuente se apagará porque de lo contrario se producirían problemas de bajo voltaje y bajo corriente que podrían dañar los componentes de hardware.
Los SAI, una gran ayuda
Aunque no es una protección propia de la fuente, un SAI puede ser un gran aliado contra cualquier problema eléctrico que tengamos. Para quien no sepa su funcionamiento, este dispositivo nos protege ante un corte de luz, evitando que nuestro equipo y todos sus componentes se apaguen de forma súbita, algo que como todos sabemos no es beneficioso para el PC.
En el mercado podemos encontrar diferentes modelos de SAI, ya que la función de este dispositivo, no está limitada a ofrecer un extra de energía cuando se corta luz, sino que, además, también incluyen medidas de protección adicionales para que evitar que nuestro equipo deje de funcionar ante cualquier variación que se produzca en el suministro eléctrico. Si hablamos de tipo de SAI tenemos que hablar principalmente de 3 modelos.
- SAI On-Line. Este tipo de SAI es el más completo de todos los que podemos encontrar en el mercado y, obviamente, es el modelo más caro de todos y se encuentra utiliza principalmente en equipos que están en funcionamiento las 24 horas del día, los 7 días de la semana. La misión de este tipo de SAI convertir la energía entrante en alterna, pasarla a continua y finalmente a alterna para así eliminar cualquier tipo de impurezas.
- SAI Off-Line. El SAI Offline es el modelo que todos conocemos y cuya únicamente es la de ofrecer unos minutos adicionales de energía cuando se corta a la luz para que nos de tiempo a guardar lo que estamos haciendo y apagar el equipo correctamente. No incluye ningún tipo de protección contra variaciones de tensión.
- SAI Interactivo. A mitad de camino entre el SAI Online y el SAI Offline, nos encontramos en el SAI interactivo, un modelo de SAI que, además de ofrecer energía para apagar el equipo correctamente durante un corte de luz, también ofrece protección contra variaciones en la tensión, siendo la solución más sencilla y económica de proteger todos los componentes de nuestro PC.