Como ya hemos visto en anteriores artículos, existe mucha controversia entre GTG vs MPRT en las especificaciones de los monitores que ha llegado, incluso, hasta los mismísimos fabricantes. Muchos especifican uno u otro parámetro para hablar de la velocidad de su panel dependiendo de sus intereses, por lo que en no pocas ocasiones nos vemos abocados a buscar más información sobre ambos pero, ¿en cuál de ellos nos tenemos que fijar realmente? ¿Cuál es más importante para gaming y por qué?
Para un usuario común las especificaciones de un monitor gaming le pueden sonar a latín y es en parte normal. Pero si hay algo importante que debemos saber para elegir correctamente un monitor gaming es (aparte del tipo de panel, los hercios y la resolución) su velocidad o tiempo de respuesta, expresado en milisegundos pero que, como decíamos, puede ser GTG o MPRT. Y es que estos dos valores dicen más de cada monitor que otros como el brillo, el contraste o certificaciones HDR y, aunque van de la mano, uno tiene más importancia que el otro.
Vamos a explicar qué es cada uno de estos dos parámetros y cómo afectan a las prestaciones de los monitores, muy especialmente cuando hablamos de los que utilizamos para exprimir al máximo un FC 25 o un Call of Duty Black Ops 6 que, aunque no lo creas, tienen necesidades diferentes cuando los conectamos a un monitor. ¿Crees que el shooter requiere de una tecnología distinta a la de un FC 25, por ejemplo? Y viceversa, ¿si solo queremos la pantalla para jugar al fútbol virtual vamo a requerir de un extra de especificaciones concretas?
Qué es GTG
GtG es la abreviatura en inglés de Grey-to-Grey y es un método de medición del tiempo que tarda un píxel en cambiar de gris a gris en un monitor, un tiempo que se mide en milisegundos (ms) y se utiliza para calcular cuál es la velocidad de un dispositivo concreto para mostrar imágenes de forma rápida. Así que de su resultado podemos obtener algunas conclusiones muy sencillas sobre la idoneidad o no del componente que tenemos conectado a la torre del PC.
Esta función es un factor muy importante a la hora de comprar un monitor gaming ya que está relacionado con la calidad de imagen que es capaz de ofrecer y afecta directamente a la experiencia de juego. Esta función está diseñada para mostrar una imagen clara y evitar el conocido efecto ghosting que tan molesto es en juegos donde las formas que aparecen en pantalla se mueven con mucha rapidez. Por ejemplo, y exagerando mucho en el ejemplo, para el Buscaminas o el Solitario no hará falta tener una pantalla que esté a la última porque provocar ghosting en su movimiento es tarea prácticamente imposible.
Qué es MPRT
Si hablamos de MPRT hablamos de Moving Picture Response Time, un térmico que encontramos únicamente en monitores gaming y que indica la capacidad de respuesta de un monitor para mostrar imágenes en movimiento eliminando cualquier tipo de desenfoque asociado a las imágenes en movimiento.
En un principio, cabría esperar que con el GtG que hemos hablado más arriba sería suficiente, sin embargo, no es así ya que este valor se centra en el color gris y no en toda la gama de colores. MPRT se encarga de medir el tiempo que un píxel está encendido y el tiempo que está apagado durante la transición de imágenes en movimiento.
Mientras que GtG mide el tiempo que tarda un píxel el cambiar de gris a cualquier otra tonalidad de gris, MPRT mide el tiempo que tarda un píxel en cambiar entre estados. ¿Cuál crees que es el parámetro que más necesitas conocer para hacerte con el menjor monitor posible para jugar?
Aunque inicialmente parece que miden lo mismo, tanto GtG como MPRT miden diferentes valores, por lo que no deben confundirse en ningún momento y debes tenerlo en cuenta cuando vayas a adquirir un nuevo modelo o identificar las especificacione del que ya tienes en casa.
GTG vs MPRT: el debate está de vuelta
La historia de ambos ya la hemos visto en anteriores ocasiones en sucesivos artículos que tenéis en nuestra web, tanto para GTG como para MPRT, así que vamos a centrarnos en el extenso debate que recorre Internet. La primera cuestión es, ¿por qué ahora se empeñan en ofrecer dos parámetros? ¿Es necesario que estén presentes? ¿El usuario llega realmente a exprimir estas dos alternativas?
La respuesta es simple: muchos fabricantes han desarrollado tecnologías propias para reducir el motion blur, por lo que ofrecer tanto GTG como MPRT les posiciona por delante de la competencia ya que consiguen un valor menor en el segundo (y, como hablamos de una medida de lo rápido que es el panel, cuanto menor sea la cifra es mejor). Y claro, nada nos gusta más que llevarnos a casa un periférico que tenga todas las alternativas actuales.
Y es que lo que buscan los jugadores, una vez saciadas sus ansias de sincronización adaptativa con FreeSync o G-SYNC, es precisamente una mayor nitidez en los movimientos. Que nada sea vea borroso y cosa que en ciertos desarrollos es esencial para no morir a las primeras de cambio. Por ejemplo, en un shooter competitivo como Call of Duty, CS: GO o cosas así. Y esta, no lo olvidemos, va ligada al comentado motion blur y es por esa razón que es más vinculante el MPRT, ya que este está ligado a la velocidad de frames.
Al mismo tiempo, no hay que confundir Hz con FPS. Y es que el motion blur puede ser el mismo en pantallas con distintos Hz o en un monitor con distinta tasa de actualización. En cambio, a mismos Hz una tasa de FPS menor implica un tiempo mayor de visualización de los píxeles en pantalla y, con ello, se hace más evidente y es más molesto el motion blur durante la partida.
¿Cuál de los dos es más importante y qué valores necesitamos?
Como decimos GTG y MPRT están relacionados, pero este último es más importante. ¿Por qué?, la respuesta es simple y para ello vamos a poner un ejemplo práctico: si dispones de un monitor gaming con un GTG de 4 ms, o inferior (típico de los mejores IPS actuales o TN), pero con un MPRT de 16 ms se produce un efecto entre ambos que se conoce como persistencia y delimita la calidad del monitor a la hora de jugar a la hora de sufrir ghosting y motion blur, los dos principales inconvenientes de un monitor gaming. Es obvio que se necesita un buen GTG, pero por debajo de los 4 ms ya hablamos de tiempos realmente muy buenos hasta tasas de Hz de 240, por ejemplo.
GTG lo que hace es medir el tiempo en milisegundos entre el cambio de color en un píxel (normalmente entre grises), aunque siempre se ha dicho que es entre blanco y negro, donde lógicamente el punto medio es el gris. En cambio, el MPRT no mide esto, sino el tiempo en el que un píxel es visible y, por tanto, recibe color o luz dependiendo de la tecnología del panel que se emplee. Por esto, hablar de uno u otro es distinto y por ello una medición o valor en un monitor no significa lo mismo y esto debes tenerlo en cuenta al referirte a cada uno de ellos.
Por ejemplo, un MPRT alto con un GTG bajo solo implicaría solucionar parte del problema, por lo tanto, se necesitan tiempos de 1 ó 2 ms. en este valor para que definitivamente hablemos de que no se va a producir motion blur. Es por eso que los fabricantes se están centrando en MPRT como distintivo de una mejor experiencia gaming, por lo que se convierte en un valor más importante que el GTG, siempre y cuando este último se encuentre dentro de unos valores acordes al tipo de panel que lleve instalado el monitor.
¿Por qué los fabricantes solo indican uno de los dos?
Si habéis comprado una pantalla recientemente seguramente habréis notado que en la descripción del producto cuando se indica el tiempo de respuesta en las tiendas solo suele aparecer uno de los dos pese a que ambos son bastante importantes. En este aspecto básicamente los fabricantes buscan ofrecer la medida más baja posible para tratar de hacer entender al comprado que el producto tiene una buena calidad, obviamente no es lo mismo indicar que tiene 1 ms MRPT que indicar que tiene 0,03 ms de GTG, haciendo que sea mucho más viable poner el segundo por motivos de marketing.
Obviamente esto no significa que estén engañando al cliente sino más bien que están diciendo una verdad a medias ya que al no indicar ambos el usuario no puede hacer la comparación lo que a su vez se traduce en que en caso de no ser una marca fiable puedan haber priorizado únicamente uno sobre el otro. Esto como bien hemos explicado antes produce una serie de problemas en caso de que por ejemplo el MPRT sea mucho más alto que el GTG, pero en la gran mayoría de las ocasiones no tendréis que preocuparos por el hecho de que el mínimo de MPRT que suelen tener los monitores de marcas buenas esta en menos de 5-3 ms.
Aun así obviamente lo mejor que podéis hacer para evitar comprar un producto que no es acorde a lo que necesitáis es buscar el modelo oficial en la página del vendedor para poder acceder a los documentos que explican todos los detalles técnicos del mismo. Estos suelen ofrecer todos los aspectos que tiene por lo que también indican los valores de ambos, lo que obviamente permite al usuario verificar que todo es tal y como se describe en la descripción del producto.
El problema del motion blur
La disparidad entre ambos genera problemas diferentes y experiencias gaming realmente nefastas. Aumentar la tasa de refresco de un panel, por ejemplo, a 360 Hz cuando ni siquiera DisplayPort 2.0 o HDMI 2.1 lo soportan tiene implicaciones directas en el ancho de banda y también en los tiempos. Se necesita DSC para lograr esa tasa de hercios, ya que estás comprimiendo el color y recortando parte de él, lo que afecta a la representación de los mismos en los píxeles que tienen que ofrecer una escala cromática menor y más complicada de gestionar por la velocidad que se les exige.
Por lo tanto, mayor resolución y hercios implican mayores MPRT, aunque el panel consiga cambiar igualmente de color a un tiempo menor. Dependiendo de ambos tiempos se generan factores no deseables como ghosting o motion blur, por lo que se recurre a intercalar una lámina de luz blanca estroboscópica para que el ojo humano lo perciba reducido y, así, ocultar buena parte del problema.
En GTG vs MPRT el incluir tecnologías como VRR ayuda también, sobre todo si tenemos módulo G-SYNC físico en el monitor, porque cualquier sincronización en tiempo real influye a la hora de darle un respiro a los píxeles si la GPU ofrece mayores tiempos en milisegundos y estos están sincronizados con el clock del monitor, algo que por cierto muy poca gente comenta y que es importante para obtener los mejores resultados posibles y que, como en el caso de GTG o MPRT, lo mismo no conoces su trascendencia.
¿Te ha quedado clara la importancia de estos dos parámetros y cómo debes tenerlos en cuenta a la hora de comprar tu próximo monitor gaming? Si te quedan dudas, dínoslo en los comentarios y estaremos encantados de actualizar este artículo para solventar cualquier tipo de duda que os pueda surgir, pero ten en cuenta siempre que, según a lo que juegues, lo mismo una de estas dos alternativas se adapta mejor a lo que haces, aunque si puedes hacerte con un modelo de un fabricante que las incluye a la vez, mejor que mejor.